Hace mucho tiempo que tenía dentro de mí una enorme pena
Y era tanto el dolor que parecía que me inyectaba relámpagos en vena.
Tú me habías dicho que me querías. Que siempre me habías querido
Que siempre lo harías y que no lo olvidara, pese a que el pasado me hubiese herido.
No supe qué contestarte y el silencio fue mi respuesta, nada profunda
Me imaginé que tal despropósito por mi parte te volvería iracunda
Y sin embargo, lo sobrellevaste y tu amor incondicional
Terminó clavándose en mi maltrecho corazón produciéndome algo irracional,
Algo que la mayoría llaman buenos sentimientos
Entonces cerraba los ojos cada noche y te imaginaba, no te miento.
Tardaba en dormirme hasta que al fin lograba soñarte
Y en mis sueños conseguía encontrarte, conocerte, y al fin amarte.
Pero la realidad era bien distinta y tú sufrías en la distancia
Debido a mi estúpida, absurda y falsa indiferencia.
Hasta que llegó el día en que comprendí que no podía ocultar más lo que sentía
Y llamé a tu puerta con la escasa esperanza de que aún todavía
Fueses capaz de quererme y no me guardaras rencor
Me diste una nueva lección y me demostraste que perdonar es amor
Y de que tus sentimientos son puros, verdaderos, como la misma luna
Y que por eso han caído todas mis resistencias sin remisión una a una
Hasta tal punto que ya nunca podré dejar de quererte y abandonar este sendero
Porque lo que me he encontrado en el camino es algo que llaman amor verdadero.
"Cuando quise escribir el mejor poema del mundo y me quedé en el intento"
