amores de verano
Moderadores: Lore, Super_House, ZeTa, Trasgo
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Lore
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- Registrado: Sab May 13, 2006 12:37 pm
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Siento el retraso...
Ese fue la última carga de combustible, decidí que aunque había prometido no intervenir, lo haría de manera sutil, con pequeños empujoncitos insulsos y sin importancia. Mientras no me hicieran sacar la artillería, no podía pasar nada malo, ¿verdad?
A partir de entonces se multiplicaron los momentos típicos, esas miradas disimuladas, te abro la puerta para que pases primero en plan caballero, esas manos apoyadas en el hombro así como quien no quiere la cosa. La verdad es que si no sabías qué buscar, era imposible darte cuenta y creo que ni siquiera ellos mismos se daban cuenta de los pequeños detalles del otro. O tal vez eran mis ganas y veía cosas donde no las había ¿quién sabe? Pero yo creo que si el amor es ciego, estos dos debían ser los presidentes de la ONCE, o se veían menos que Pepe Leches, o para mi resultaba evidente, lo realmente curioso es la indecisión de ambos a la hora de admitirlo el uno al otro, supongo que a veces el miedo vence al deseo.
De cualquier forma, una tarde estando en el taller, mientras Jose me enseñaba a hacer micro soldaduras (entretenido y divertido la primera vez que lo haces, la primera vez que te quemas ya no resulta tan divertido), aprendió que no se deben hacerme preguntas trampa cuando tengo objetos punzantes, ardientes y demás en las manos…
-¿Me llevas a una peluquería esta tarde?
Os preguntaréis por qué considero esto una pregunta trampa, veréis, Jose es o más bien era, un hombre muy dejado, bien por complejo, bien por pereza, el caso es que se negaba en redondo a ir a una peluquería, él decía que como un barbero de toda la vida no había nada. El caso es que el barbero que solía frecuentar era un hombre mayor al que le daba igual ocho que ochenta, si entraban cinco hombres en la barbería los cinco salían con el mismo corte de pelo, vamos que si le llevabas una oveja al vejete le daba igual, te la esquilaba y punto.
Mi primera reacción al oír la pregunta fue girarme, sin pensar que tenía un soldador ardiendo en la mano, y Jose no tuvo en cuenta el peligro inminente. Resultado, le enganché la camisa con el soldador, pero no contenta con eso, al darme cuenta y él saltar hacía atrás, solté el soldador, pero para hacerla aún más grotesca, al darme cuenta de que el soldador se caía ¿qué hice? Reacción natural, quise cogerlo antes de que tocase suelo. ¿Sabéis porque lado lo cogí? Efectivamente, por el lado que quema, ¡qué digo quema! ¡Arde!
Después de un breve intercambio de “¿Te has hecho daño?” “No que va, esto me da un gusto que no veas” , de curarme las heridas de guerra y de descojonarme con el agujero del tamaño de un paquete de tabaco en la camisa de Jose, menos mal que no le tocó la piel, retomé el tema de los pelos. 
-¿Qué me decías de la peluquería? ¿Vas a traicionar al barbero?
-Es que me gustaría…
-¿Cambiar?
-Si hacerme un poco más…
-¿Metrosexual? (Estaba de moda qué queréis que os diga )
-¡Déjame terminar las frases coño! Quiero modernizarme un poco, nada más.
-Lo próximo que será ¿qué te lleve de compras?
-Si no te importa…
Esto si que me dejó un poco en blanco porque Jose nunca, repito nunca, se había comprado ropa sin su madre. ¿Qué hay de malo? Os preguntareis algunos, no si malo no tiene nada, pero cuando tu madre tiene casi setenta años, pues como que su gusto está un pelín desfasado. Y ahora estaba dispuesto a que alguien como yo lo llevase de compras.
Esa misma tarde fuimos a una peluquería y después del corte le propuse ir a dar una vuelta al centro, lo que el pobrecico no sabía es que yo había quedado previamente con María y su hija y, por supuesto María no tenía idea de que yo iría acompañada . Las caras de sorpresa cuando nos encontramos dieron paso a unas sonrisillas de quinceañeros, halago por parte de María del corte de pelo de Jose, sonrojamiento y sonrisa satisfecha por parte del aludido y una cara algo curiosa, la de la niña por supuesto.
Todos los planes previos se vieron cambiados y nos lanzamos a la tremenda aventura de revestir a un hombre que se negaba a entrar en un probador de ropa, no me preguntéis el por qué, pero es lo primero que nos dijo “Yo no entro a un probador
”.
Imaginaos por un momento ir a comprar ropa, en este caso, con el dinero de otro, con dos alelaos perdidos a los que les faltaba en algunos momentos que les cayera la babilla, y con una niña mucho más perceptiva de lo que yo pensaba. Caminábamos la cría y yo un poco detrás de los sospechosos de enamoramiento tardío y la muy jodía va y me pregunta:
-¿A mi madre le gusta Jose?
Como odio las preguntas trampa…
-¿Por qué lo preguntas?
-Venga Lore, que seré pequeña, pero no tonta.
Esta es un gran exponente de lado oscuro prematuro , su madre dice que es mi culpa, pero a mi me llena de orgullo y satisfacción (¿os recuerda a alguien? ) cada vez que explota su joven lado oscuro.
-¿Qué te parecería si así fuera? – Yo consideraba que su opinión era importante, al fin y al cabo, era su madre.
-Yo lo único que quiero es que mi madre se ría más y Jose la hace reír.
-Pero no son solo risas lo importante, entre los adultos surgen problemas, situaciones…
-Tengo a mi padre como ejemplo Lore. – Tengo que reconocer que eso me tumbó, me quedé sin argumentos, cambié de tema.
-¿Te parece que hagamos algo al respecto?
-¿Algo gamberro?
-Soy todo oídos… - Las ideas de estos niños de hoy en día pueden ser muy retorcidas.
-Podríamos encerrarlos en un probador…
Discutiendo posibilidades alcanzamos nuestro objetivo, una abarrotada tienda de ropa que Jose empezaba a mirar con algo de aprensión…
A partir de entonces se multiplicaron los momentos típicos, esas miradas disimuladas, te abro la puerta para que pases primero en plan caballero, esas manos apoyadas en el hombro así como quien no quiere la cosa. La verdad es que si no sabías qué buscar, era imposible darte cuenta y creo que ni siquiera ellos mismos se daban cuenta de los pequeños detalles del otro. O tal vez eran mis ganas y veía cosas donde no las había ¿quién sabe? Pero yo creo que si el amor es ciego, estos dos debían ser los presidentes de la ONCE, o se veían menos que Pepe Leches, o para mi resultaba evidente, lo realmente curioso es la indecisión de ambos a la hora de admitirlo el uno al otro, supongo que a veces el miedo vence al deseo.
De cualquier forma, una tarde estando en el taller, mientras Jose me enseñaba a hacer micro soldaduras (entretenido y divertido la primera vez que lo haces, la primera vez que te quemas ya no resulta tan divertido), aprendió que no se deben hacerme preguntas trampa cuando tengo objetos punzantes, ardientes y demás en las manos…
-¿Me llevas a una peluquería esta tarde?
Os preguntaréis por qué considero esto una pregunta trampa, veréis, Jose es o más bien era, un hombre muy dejado, bien por complejo, bien por pereza, el caso es que se negaba en redondo a ir a una peluquería, él decía que como un barbero de toda la vida no había nada. El caso es que el barbero que solía frecuentar era un hombre mayor al que le daba igual ocho que ochenta, si entraban cinco hombres en la barbería los cinco salían con el mismo corte de pelo, vamos que si le llevabas una oveja al vejete le daba igual, te la esquilaba y punto.
Mi primera reacción al oír la pregunta fue girarme, sin pensar que tenía un soldador ardiendo en la mano, y Jose no tuvo en cuenta el peligro inminente. Resultado, le enganché la camisa con el soldador, pero no contenta con eso, al darme cuenta y él saltar hacía atrás, solté el soldador, pero para hacerla aún más grotesca, al darme cuenta de que el soldador se caía ¿qué hice? Reacción natural, quise cogerlo antes de que tocase suelo. ¿Sabéis porque lado lo cogí? Efectivamente, por el lado que quema, ¡qué digo quema! ¡Arde!
Después de un breve intercambio de “¿Te has hecho daño?” “No que va, esto me da un gusto que no veas”
, de curarme las heridas de guerra y de descojonarme con el agujero del tamaño de un paquete de tabaco en la camisa de Jose, menos mal que no le tocó la piel, retomé el tema de los pelos. -¿Qué me decías de la peluquería? ¿Vas a traicionar al barbero?
-Es que me gustaría…
-¿Cambiar?
-Si hacerme un poco más…
-¿Metrosexual? (Estaba de moda qué queréis que os diga
)-¡Déjame terminar las frases coño! Quiero modernizarme un poco, nada más.
-Lo próximo que será ¿qué te lleve de compras?
-Si no te importa…
Esto si que me dejó un poco en blanco porque Jose nunca, repito nunca, se había comprado ropa sin su madre. ¿Qué hay de malo? Os preguntareis algunos, no si malo no tiene nada, pero cuando tu madre tiene casi setenta años, pues como que su gusto está un pelín desfasado. Y ahora estaba dispuesto a que alguien como yo lo llevase de compras.
Esa misma tarde fuimos a una peluquería y después del corte le propuse ir a dar una vuelta al centro, lo que el pobrecico no sabía es que yo había quedado previamente con María y su hija y, por supuesto María no tenía idea de que yo iría acompañada
. Las caras de sorpresa cuando nos encontramos dieron paso a unas sonrisillas de quinceañeros, halago por parte de María del corte de pelo de Jose, sonrojamiento y sonrisa satisfecha por parte del aludido y una cara algo curiosa, la de la niña por supuesto.Todos los planes previos se vieron cambiados y nos lanzamos a la tremenda aventura de revestir a un hombre que se negaba a entrar en un probador de ropa, no me preguntéis el por qué, pero es lo primero que nos dijo “Yo no entro a un probador
”. Imaginaos por un momento ir a comprar ropa, en este caso, con el dinero de otro, con dos alelaos perdidos a los que les faltaba en algunos momentos que les cayera la babilla, y con una niña mucho más perceptiva de lo que yo pensaba. Caminábamos la cría y yo un poco detrás de los sospechosos de enamoramiento tardío y la muy jodía va y me pregunta:
-¿A mi madre le gusta Jose?
Como odio las preguntas trampa…
-¿Por qué lo preguntas?
-Venga Lore, que seré pequeña, pero no tonta.
Esta es un gran exponente de lado oscuro prematuro
, su madre dice que es mi culpa, pero a mi me llena de orgullo y satisfacción (¿os recuerda a alguien? ) cada vez que explota su joven lado oscuro.-¿Qué te parecería si así fuera? – Yo consideraba que su opinión era importante, al fin y al cabo, era su madre.
-Yo lo único que quiero es que mi madre se ría más y Jose la hace reír.
-Pero no son solo risas lo importante, entre los adultos surgen problemas, situaciones…
-Tengo a mi padre como ejemplo Lore. – Tengo que reconocer que eso me tumbó, me quedé sin argumentos, cambié de tema.
-¿Te parece que hagamos algo al respecto?
-¿Algo gamberro?
-Soy todo oídos…
- Las ideas de estos niños de hoy en día pueden ser muy retorcidas.-Podríamos encerrarlos en un probador…
Discutiendo posibilidades alcanzamos nuestro objetivo, una abarrotada tienda de ropa que Jose empezaba a mirar con algo de aprensión…
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Super_House
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- Registrado: Lun Sep 25, 2006 7:01 pm
- Ubicación: California
No nos dejes asi oñe ...... 
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DARTH VADER
- Metrópolis
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- Registrado: Sab Ago 19, 2006 7:27 pm
- Ubicación: En Desembarco del Rey...por fin
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alanina09
- Smallville
- Mensajes: 2779
- Registrado: Jue Jul 06, 2006 7:39 pm
- Ubicación: En el medio del camino
En primer lugar que buen tema de los pocos que no he visitado y curisamente de los mejores , prometo leerme todas la pag cuando tenga algo de tiempo .
En segundo como buen padawan aki estoy acudiendo a la llamada
Me has dejado Flipada Lore me parece un tema muy bonito y desde luego juegas mucho con la intriga suerte que para cuando lei la 1º parte ya estaba la 2º que sino ...pero ahora falta la 3º se lanzara??? a ver a ver como nos sorprendes , enhorabuena enserio una historia muy bonita
En segundo como buen padawan aki estoy acudiendo a la llamada
Me has dejado Flipada Lore me parece un tema muy bonito y desde luego juegas mucho con la intriga suerte que para cuando lei la 1º parte ya estaba la 2º que sino ...pero ahora falta la 3º se lanzara??? a ver a ver como nos sorprendes , enhorabuena enserio una historia muy bonita
Qué intriga!!!! Queremos saber qué pasa en el probador!!!!!!!!!!! 