A nuevos tiempos, nuevas basuras
¿Está bien la peli? Le pregunté al del videoclub. No está nada mal, es una visión diferente del género vampírico. Me contestó, carcajeándose de mí con disimulo. Una peli mística. Añadió casi sin contener las lágrimas del descojono que llevaba encima. Alquilé la película pese a todo y pasé a verla. No sabía lo que hacía. ¡Aaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!
Bueno, bueno...En fin. Imaginémonos por un momento una cosa. Si a esta película le quitamos el tema de los vampiros, ¿en que se queda? Bueno, pues en el típico cuento americano de chicas y chicos de instituto típico americano, con el típico baile americano final (si, el de
"¡ay!, espero que Michael me pida ir al baile con él"), con la típica chica nueva en ese típico instituto americano, el chico guaperas típico…
Y más y más, elementos que se ven una y otra vez en los telefilms de sábado por la tarde.
Pues eso señores; esto no tiene nada que ver, ni mucho menos, con vampiros…Es un disfraz que los productores de la película se han buscado en los exitosos- que no, buenos- libros en los que está basada para rentabilizar una película que no ofrece absolutamente nada (repito, nada).
Lamentablemente hoy en día ya no hay ni un atisbo de similitud con Drácula, Lestat de Lioncourt, Jerry Dandridge y demás chupasangres. Los vampiros del siglo XXI son como este Edward “Culo”: pacíficos, "vegetarianos", llenos de laca y maquillaje y preocupados por el baile de fin de curso (al que, por cierto, llevan como ochenta años seguidos asistiendo... menudo imbécil, ¿no?). Son vampiros sólo aptos para mentes muy poco exigentes, para los que desconocen obras como “Drácula, o Entrevista con el vampiro”, y, por supuesto, a los que leer estas grandes joyas literarias les debe parecer como a Cervantes a quien escribe SMS's sin vocales.
Para los demás, estos vampiros son sólo una debilísima sombra de lo que eran antes. Ya no mueren si les da el sol… y por no tener no tienen ni colmillos. Ni tampoco vergüenza, aunque si la produzcan a toneladas.
No conocía a Stephanie Meyer ni quiero conocerla ahora, ni había leído su obra ni voy a hacerlo ahora. Ya he tenido más que suficiente. Da igual si apenas se desarrolla el tema del amor de familias contrapuestas, hace años leí "Romeo y Julieta" y desde entonces tengo alguna idea en particular. Recuerdo que de niño, en mi libro de lenguaje del colegio ponían un trozo de una obra, que debíamos de leer, y al lado una serie de ejercicios relacionados con el extracto de lectura en cuestión. También recuerdo que el primer ejercicio era siempre el mismo, fuese la obra que fuese... "¿Qué nos quiso decir el autor?"... Esa misma pregunta lanzo yo al viento... que puñetas ha querido decir la autora con esta obra; absurda, repelente, vomitiva, agobiante...
Pero, señores, este es el cine del nuevo milenio: Historias (la mínima que hay) al servicio de una historia de amor con toques sobrenaturales, porque a las niñas de hoy, les seduce la idea del vampiro amante-novio-amigo, pero sin mucho peligro y sin mucha sangre, ¿eh? Que luego no duermen. Y A los productores supongo que les dio miedo utilizar más sangre, por si les subían la edad recomendada. Y es que si Bella Swan es la nueva Mina Harker, apañados vamos.
PD: Si esto es el Crepúsculo, ni quiero imaginarme el Ocaso.
Tim Burton 
