Un remake de una de mis series preferidas de todos los tiempos, se merecía una oportunidad. Tras ver los cuatro primeros episodios la sensación es que de momento, solo supera a la serie original en cuanto a los efectos especiales
. Ya sería el colmo, de no ser así. Buena factura técnica, y como digo, dignos efectos especiales; el material femenino que aparece en pantalla no está nada mal, linda fotografía, destacada iluminación, bla,bla,bla…Todo ello constituye el envoltorio perfecto para un contenido extremadamente vacuo y extravagante.
No posee, claro, la fuerza del impacto visual de ver por primera vez, como 29 naves alienígenas invaden el espacio aéreo de todas las grandes ciudades y anuncian que vienen en son de paz.
Carece del factor sorpresa de descubrir que en realidad son lagartos disfrazados de humanos.
Y por último, también conocemos el motivo de la invasión, si siguen el argumento de la anterior serie, claro. Cierto es que lo pueden cambiar, pero si van a innovar… a ver que nos cuentas éstos.
De momento han hecho algunas modificaciones en cuanto al planteamiento inicial de la anterior serie para no ser tan previsibles, como que ya había “visitantes” viviendo entre nosotros antes de su llegada, lo cual tampoco es el sumun de la originalidad, pero bueno…se agradece el intento.
En lo que se refiere a los personajes principales cualquier parecido con los de la anterior serie, se ha evitado. Ya no tenemos al carismático Donovan, ni a la guapa doctora Julie, ni por tanto la química que existía entre ambos; uno de los puntos fuertes de la serie de los ochenta. En su lugar tenemos a un insulso párroco (sí, un cura…ya te cagas) con un gancho de derecha que ni Rocky Balboa y que estuvo en la guerra de Irak, 2 años. ¿Qué? ¿Puede ser, no?
Luego está la rubia agente del F.B.I. destinada a una unidad antiterrorista. Esta vendrá siendo con el tiempo como la hermana de Jack Bauer. Es decir, inmortal, seguro.
La verdad es que no sé cual de los dos me resulta menos creíble en sus papeles. Y vamos, las “peleas” no tienen ningún sentido. ¿Un cuerpo a cuerpo con armas blancas entre “visitantes” del espacio con una tecnología muy superior? ¿No tienen armas láser como los de hace 25 años? He visto 4 episodios y ni un mísero disparo láser. Penoso.
En cuanto a la villana, ni siquiera han tenido la valentía de mantener el nombre mítico de la inolvidable “Diana” interpretada por Jane Badler. En su lugar tenemos a “Anna”, que dicho sea de paso, es la única del elenco, junto con el periodista, que se salva de la quema de momento.
Anna interpretada por una irreconocible Morena Baccarin, más delgada, estilizada y con el pelo cortísimo, está guapísima pero eso sí, ella viste de Prada, el uniforme que lo lleve otro, que ella tiene que estar de los más fashion. Y sus lacayos igual. ¿Pero no son militares? ¿Dónde están los uniformes?
Bueno, aún y todo, la sola presencia de esta chica, salva de la quema a esta serie. Su personaje respira ambigüedad, mediante unos ojos muy expresivos y una sonrisa de lo más enigmática. De momento, claro, ya que lo lógico es que, con el paso de los episodios veamos como se va convirtiendo en la villana. El caso es que ella si que está a la altura de mis expectativas, (no es que fueran muy altas, claro) y eso que no lo tiene nada fácil para tan siquiera igualar a Jane Badler.
Luego tenemos a un negro lagarto por ahí, que me da igual si lo matan, se suicida o se va a tomar el sol a una isla paradisíaca. También al hijo adolescente de la del F.B.I., que por supuesto será un coñazo de chico que se meterá en problemas y su madre tendrá que rescatarlo y tal…
Protagonista también es nuestra Laura (Kara en Smallville), que a pesar de sus 25 años, aquí parece que hace el papel de una adolescente de 15. Y si esto no fuera suficiente dislate, resulta que es la hija de “Anna”, es decir de Morena Baccarin que tiene 30 años
¿Pero a qué edad empieza esta gente a…?
Y por último, el que comenté antes: el periodista. Este tío, pues mira…por lo menos me resulta el personaje más creíble de todos, ya que le asaltan dudas de qué camino seguir y se debate entre lo fácil o lo correcto: ¿Triunfar en su carrera dejándose manipular por los visitantes, o tener rigor periodístico y ser imparcial, a costa de tirar por los suelos una brillante carrera? Ya veremos por donde se decanta, pero el mero hecho que posea dudas, lo convierte en un personaje interesante. Yo ya me imaginaba al típico sin escrúpulos que “tira pa alante” y punto. Pues no. El chico tiene conciencia. Mucha o poca ya se verá.
Los otros componentes del menú o sea un montón de actores anodinos y una trama que ya de tan vista y mascada produce jaqueca, no superan unas expectativas que ya de entrada eran mínimas.
Así que tenemos a los buenos, a los malos y al periodista.
En resumen y sin ir más lejos, a excepción del mencionado periodista, no hay un solo personaje con el que se logre empatizar de verdad, son todos tan planos que me importa un bledo si a la del F.B.I se le cae el pelo o a su hijo lo destinan a hacer la mili a Melilla...
En fin, mucho despliegue visual para un argumento diarreico, un producto de entretenimiento efímero, seguramente…(ahora me equivoco y hacen 32 temporadas
)
Y es que no sólo de efectos especiales se puede vivir, también se necesita de un sustrato argumental que de sentido a lo pirotécnico. Veremos como sigue la cosa…