Un "no video" es algo que Mei aprovecha para hacer, cuando no te puedes esconder o no tienes escapatoria. Es decir, cuando estás conduciendo o encerrada en el salón de su casa, por poner sólo dos ejemplos. También hay uno, en el que "alguien" sale montando en moto y... creo que ya no hay más
He ido a ver la exposición de los Tesoros Sumergidos y os la recomiendo, sin dudarlo. Si te gusta Mei, teneis que ir
os va a encantar. Está muy bien planificada y montada y tiene varias estatuas dignas de mención. No se pueden sacar fotos, pero a la salida, en la tienda de recuerdos se pueden comprar postales con las fotos de las mejores muestras de la exposición. He de reconocer, que me gasté 70 euros en recuerdos, postales, el libro de la exposición, una agenda hecha en piel con el Dios Anubis, un escarabajo, una moneda, un marca páginas de Horus.
En fin, que me volví loca y que me contuve. Porque la estrella de la tienda, era un cuadro con un tapiz del Ojo de Horus, como éste:
que no arramplé con él, porque costaba 1200 euros redondeando
Os voy a destacar lo que, sin duda, es la pieza estrella de la colección.
Arsínoe II
Es impresionante contemplar ésta estátua al natural. La belleza y la exactitud de la escultura, es sorprendente.
En un principio se pensó que era la representación de la Diosa Isis, por el nudo de su tela, rasgo que caracteriza a esa diosa. Pero la gran diferencia radica en el peinado. Isis era representada con la gran peluca tripartita. En ésta estátua, aunque no conserva el busto, se aprecia que no le caía ningún resto de cabello por los hombros, luego... lo llevaba recogido. Representa entonces a una soberana egipcia, y los estudios realizados han llegado a la conclusión de que se trataba de Arsínoe II.
Ptolomeo I, tomó por esposa a Arsínoe I, hija de Lisímaco. Y a cambio Ptolomeo, dió en matrimonio a Lisímaco, a su propia hija Arsínoe II.
Lisímaco era un anciano y Arsínoe apenas una niña.
Ésta Arsínoe, reina de Macedonia, iba a manifestar un temperamento fuera de lo común. Detestaba a todas las demàs mujeres, que le pagaban con la misma moneda. Sedujo uno a uno a los rivales de su marido, se dice que era una mujer de extraordinaria belleza, y logró aumentar su fortuna, como una auténtica rapaz.
En el año 281 a. C. Lisímaco, murió en la batalla de Curupedion. Arsínoe sacó partido con sus encantos y se refugió en la isla de Samotracia y luego en Egipto, donde reinaba su hermano, ocho años menor, Ptolomeo II.
Ptolomeo acabó por casarse con su hermana. Él se proclamó "el que ama a su hermana"; ella "la que ama a su hermano". Ambos fueron los "Dioses Filadelfos".
Tanto los historiadores como los psicólogos han debatido mucho sobre éste incesto regio. A nuestra mente le cuesta comprender las razones, fueran políticas o eróticas. Para sus contemporaneos ésta unión incestuosa no tenía nada de escandaloso, porque se justificaba en la condición sobrehumana de los reyes.