Huesario.

Al principio caminaba sin rumbo, simplemente dejaba que mis patas me llevasen por senderos que no sabía a donde conducían, me pasé días así, pero sin saber como acabé en un lugar extrañamente conocido para mí, que hacía mucho tiempo que no visitaba, un sitio donde solía jugar... sí yo jugué tiempo atrás... en mi forma canina.

Recorrí aquel camino de hierba que ahora acariciaba mi panza y que en aquel entonces me parecía ser tan alta que creía estar en un laberinto, es curioso como cambían las cosas con el tiempo, pero fue al llegar al final, cuando de nuevo una sombra se alojó en mi corazón, sí tengo corazón después de todo, allí estaba... aquel curioso árbol de tronco negro y de forma peculiar de ramas aparentemente retorcidas, que tantas veces había admirado, sus hojas rojizas solían resaltar entre aquel bosque completamente verde y perenne... pero ahora no estaban, cosa completamente normal, pues eran de hoja caduca y en cambio sus ramas aparecían mutilidas, y el rastro de un incendio había dejado huella a su alrededor, parecía muerto... así que tuve que alejarme de allí corriendo, no podía continuar contemplando aquella imagen desoladora.

Así que con los ojos cerrados corrí todo lo más que pude, tuve suerte y no caí por ningún barranco, aunque tampoco me hubiese importado, solo me faltaba lo que acababa de ver para que la sombra que se había alojado en mi corazón se volviese más oscura, no quería seguir viéndola en mi cabeza...

haciéndome recordar los buenos momentos que había pasado con ellos en mi infancia...


Estos se alegraron de verme... aunque algo más crecidito que la última vez, al igual que ellos

y me invitaron a pasar unos días con ellos. Y yo no pude negarme necesitaba volver a sonreír, como hice una vez... tiempo atrás.

Llevo unos días que no paro de reír, había olvidado lo divertidos que pueden llegar a ser...




no he vuelto a pensar en cargarme a nadie, es curioso pero algo ha cambiado en mí...

que a partir de ahora será mi dueña y no sé si podré volver a la Legion de Villanos, pues ahora mismo no tengo ninguna de sed de sangre, ni de matar a nadie...

Que me gustan esas orejillas ayyyyyyy (suspiro) rosa, actualmente lo veo todo de color de rosa.