Tú que escogiste el camino de la soledad sin saberlo,
tú que ahora ignoras como dejarlo.
Vagas por la vida triste y ajado
pero testarudo continuas solitario.
Pues ni siquiera reconoces cuando te tienden la mano,
siempre piensas que es un engaño.
Pero es una excusa para estar siempre alejado.
Temes, sin razón alguna, ser dañado.
¿Y que será de ti cuando estés necesitado?
¿A quien acudirás?
¿A tu eterna compañera la oscuridad?
A ella imposible le es consolar.
Y atrás habrás dejado a tus allegados,
ellos seguirán su camino,
y tú te quedaras estancado
y serás por todos olvidado.
En las brumas del recuerdo te difuminaras.
Serás la lastimosa sombra
de lo que pudiste haber sido.
Y solo te quedara el rumiar:
El “y si”, el “tal vez”, el “a lo mejor”.
Que te dañaran como espadas
tu alma marchita y apesadumbrada.
Se apagaran tus ojos, no habrá mas luz;
tus manos temblaran y no habrá fuerza,
ni en ellas, ni en tus piernas,
que te fallaran, y te postraras
con llantos y lamentos ignorados.
Sufrirás la peor de las derrotas
pues caerás y jamás te levantaras.
La vida te doblegara por siempre
y te hundirá en pozos de miserias.
Muerte en vida obtendrás.
Las lagrimas mas amargas derramaras
y todas serán inútiles,
aunque en dolor sean mayor
que cualquier océano conocido.
Tus gritos resonaran como ecos perdidos
en las desiertas salas de tu existencia.
Y todo será por la cobardía
de no poder confiar, de no tener fe
en las simples muestras de amistad
que con mano tendida te ofrecerán
¿Y que será al final?
Cascaron vacío, chupado y abandonado
Sin relevancia ni importancia
Inexistente, cual acción jamás realizada
Tan solo ponderada y rechazada
¿Qué esperabas?
Quien no origina recuerdos no existe.
¿Y quien te rememorara?
Cuando tú hayas desaparecido
Si en nadie dejaste tu impronta
Si en nadie influiste
Tan solo fuiste o serás probabilidad.
Jamás realidad.
