Publicado: Dom Feb 04, 2007 5:26 pm
¿Es creíble el “Antiguo Testamento”?
. Algunos afirman que la Biblia se contradice y es “anticientífica”, y eso lo consideraremos más adelante. Pero, primero, considere la acusación común de que la Biblia es solo una colección de mitos y leyendas. ¿Tienen base sólida para tal crítica los adversarios de la Biblia? Para empezar, examinemos las Escrituras Hebreas, el llamado Antiguo Testamento.
Una ciudad antigua está bajo sitio. Los que la sitian han cruzado como un enjambre el río Jordán y ahora acampan enfrente de los altos muros de la ciudad. Pero ¡qué extrañas tácticas de combate! Durante los últimos seis días, cada día el ejército invasor ha marchado alrededor de la ciudad en silencio, excepto por unos sacerdotes acompañantes que tocan unos cuernos. Ahora, en el séptimo día, el ejército marcha siete veces, en silencio, alrededor de la ciudad. De repente los sacerdotes tocan los cuernos con todas sus fuerzas. El ejército rompe su silencio con un vigoroso grito de guerra, y los elevados muros de la ciudad se desploman, levantando una nube de polvo; la ciudad queda indefensa. (Josué 6:1-21.)
Así describe el libro de Josué, el sexto libro de las Escrituras Hebreas, la caída de Jericó que tuvo lugar hace casi 3.500 años. Pero ¿realmente sucedió eso? Muchos representantes de la alta crítica responderían, muy seguros de sí mismos, que no. Ellos afirman que el libro de Josué —lo mismo que los cinco libros anteriores de la Biblia— se compone de leyendas que fueron escritas muchos siglos después del tiempo en que supuestamente tuvieron lugar los sucesos. Muchos arqueólogos también contestarían que no. Según ellos, pudiera ser que Jericó ni siquiera existiera cuando los israelitas entraron en la tierra de Canaán.
Esas son acusaciones graves. A medida que uno lee la Biblia, nota que sus enseñanzas están enlazadas sólidamente con la historia. Los mandatos de Dios se dan a un pueblo histórico, y él trata con hombres, mujeres, familias y naciones de la vida real. Los eruditos modernos que ponen en duda la historicidad de la Biblia ponen en duda también la importancia y la veracidad de su mensaje. Si la Biblia es realmente la Palabra de Dios, entonces la historia que contiene debe ser digna de confianza y no tener simplemente leyendas y mitos. ¿Tienen dichos críticos razones para desafiar la veracidad histórica de la Biblia?
La alta crítica... ¿cuán confiable?
La alta crítica de la Biblia empezó con ahínco durante los siglos XVIII y XIX. En la mitad posterior del siglo XIX el crítico alemán de la Biblia llamado Julius Wellhausen popularizó la teoría de que los primeros seis libros de la Biblia, entre ellos Josué, se habían escrito en el siglo V a.E.C.... unos mil años después de los sucesos descritos en ellos. No obstante, admitió que parte de su contenido se había escrito antes1. Esta teoría se imprimió en la undécima edición de la Encyclopædia Britannica, publicada en 1911, que explicó: “Génesis es una obra de un tiempo posterior al exilio, compuesta de una fuente sacerdotal de ese tiempo (P) y fuentes anteriores no sacerdotales que difieren notablemente de P en lenguaje, estilo y punto de vista religioso”.
De toda la historia registrada en la parte inicial de las Escrituras Hebreas, Wellhausen y sus seguidores decían que “no [era] historia literal, sino tradiciones populares del pasado”2. Para ellos, los primeros relatos eran solo un reflejo de la historia posterior de Israel. Por ejemplo, decían que en realidad no hubo enemistad entre Jacob y Esaú, sino que aquello reflejó la enemistad que en tiempos posteriores hubo entre las naciones de Israel y Edom.
Así pues, aquellos críticos creían que a Moisés nunca se le mandó hacer el arca del pacto, y en su opinión nunca había existido el tabernáculo, que fue el centro de la adoración israelita en el desierto. También creían que la autoridad del sacerdocio aarónico se estableció de lleno unos cuantos años antes de la destrucción de Jerusalén por los babilonios, lo que los críticos creían que había ocurrido a principios del siglo VI a.E.C.3.
¿Qué “prueba” tenían para esas ideas? Los de la alta crítica alegan que pueden dividir el texto de los primeros libros de la Biblia en unos cuantos documentos diferentes. Uno de sus principios básicos es suponer que, por lo general, cualquier versículo bíblico que usa la palabra hebrea para Dios (’Elo·hím) por sí sola provino de un escritor en particular, mientras que cualquier versículo que se refiera a Dios por su nombre, Yahveh, tuvo que haberlo escrito otro... como si un solo escritor no pudiera haber usado ambos términos4.
El que un acontecimiento se haya registrado más de una vez en un libro se toma también como prueba de que hubo más de un escritor implicado, aunque en la literatura semítica antigua hay ejemplos semejantes de repetición. Además, se supone que cualquier cambio de estilo significa un cambio de escritor. Sin embargo, hasta los escritores de hoy día suelen emplear estilos diferentes en diversas etapas de sus carreras, o cuando tratan materia diferente.
¿Hay prueba verdadera para esas teorías? De ninguna manera. Cierto comentarista señaló: “La crítica, hasta en su mejor expresión, es especulativa e implica tanteo, algo siempre susceptible a modificación o a ser refutado y reemplazado por otra idea. Es un ejercicio intelectual, sujeto a todas las dudas y suposiciones que son parte inseparable de tales ejercicios”5. Especialmente es “especulativa e implica tanteo”, en sumo grado, la alta crítica de la Biblia.
Gleason L. Archer, hijo, muestra otro fallo en el razonamiento de la alta crítica. Dice que la dificultad está en que “la escuela de Wellhausen empezó con la suposición pura (que difícilmente se han molestado en demostrar) de que la religión de Israel era solo de origen humano como cualquier otra, y que tenía que ser explicada como un simple producto de la evolución”6. En otras palabras, Wellhausen y sus seguidores comenzaron por suponer que la Biblia era solo palabra del hombre, y en eso basaron sus razonamientos.
Allá en 1909 la obra de consulta judía The Jewish Encyclopedia señaló otros dos puntos débiles de la teoría de Wellhausen: “Los argumentos por los cuales Wellhausen casi se ha ganado por completo a todo el cuerpo de críticos contemporáneos de la Biblia se fundan en dos suposiciones: en primer lugar, que el ritual se complica a medida que la religión se desarrolla; en segundo lugar, que las fuentes más antiguas necesariamente tratan las etapas más primitivas del desarrollo ritual. La primera suposición va contra la prueba procedente de culturas primitivas, y la última no tiene apoyo de la prueba que viene de códigos rituales como los de la India”.
¿Hay alguna manera de someter a prueba la alta crítica para ver si sus teorías son correctas o no? The Jewish Encyclopedia pasó a decir: “Los puntos de vista de Wellhausen se basan casi exclusivamente en análisis literal, y tendrán que ser complementados por un examen desde el punto de vista de la arqueología institucional”. A medida que pasaron los años, ¿tendió la arqueología a confirmar las teorías de Wellhausen? The New Encyclopædia Britannica contesta: “La crítica arqueológica ha tendido a comprobar que los detalles históricos típicos de hasta los períodos más antiguos [de la historia bíblica] son confiables, y a desestimar la teoría de que los relatos del Pentateuco [los registros históricos de los primeros libros de la Biblia] son simplemente el reflejo de un período muy posterior”.
En vista del débil apoyo con que cuenta la alta crítica, ¿por qué es tan popular entre los intelectuales de hoy? Porque les dice lo que quieren oír. Cierto erudito del siglo XIX explicó: “Personalmente acogí mejor este libro de Wellhausen que casi todos los demás; pues me pareció que al fin el problema apremiante de la historia del Antiguo Testamento se había resuelto en conformidad con el principio de la evolución humana, que me veo obligado a aplicar a la historia de toda religión”7. Está claro que la alta crítica concordaba con sus prejuicios de evolucionista. Y en realidad ambas teorías tienen un propósito similar. Tal como si se acepta la evolución no hay que creer en la existencia de un Creador, así el aceptar la alta crítica de Wellhausen significa no tener que creer que la Biblia fue inspirada por Dios.
En este siglo XX de tendencia racionalista, el suponer que la Biblia no es palabra de Dios, sino del hombre, les parece plausible a los intelectuales. A ellos se les hace mucho más fácil creer que las profecías se escribieron después del tiempo de su cumplimiento que aceptarlas como genuinas. Prefieren explicar como mitos, leyendas o cuentos populares los relatos bíblicos de milagros, más bien que considerar la posibilidad de que realmente sucedieran. Pero ese punto de vista manifiesta prejuicio y no da razón sólida para rechazar la veracidad de la Biblia. La alta crítica tiene fallos serios, y su ataque contra la Biblia no ha podido demostrar que la Biblia no sea la Palabra de Dios
otro día te explico mas de este tema y te dejo unas preguntas para que las contestes relacionado con lo que esta escrito.
¿Qué sucedió durante el sitio de Jericó, y qué preguntas relacionadas surgen?
¿Por qué es importante considerar si la Biblia contiene historia verdadera o no?
¿Cuáles son algunas teorías de alta crítica de Wellhausen?
¿Qué “pruebas” tenía Wellhausen para apoyar sus teorías? ¿Estaban bien fundadas?
¿Qué puntos débiles descuellan en la alta crítica moderna?
¿En qué situación queda la alta crítica moderna a la luz de la arqueología?
¿Por qué se acepta todavía extensamente la alta crítica de Wellhausen, a pesar de la debilidad de sus fundamentos?
un saludo
a todos espero poder seguir ayudado a este debate con vuestras dudas.
. Algunos afirman que la Biblia se contradice y es “anticientífica”, y eso lo consideraremos más adelante. Pero, primero, considere la acusación común de que la Biblia es solo una colección de mitos y leyendas. ¿Tienen base sólida para tal crítica los adversarios de la Biblia? Para empezar, examinemos las Escrituras Hebreas, el llamado Antiguo Testamento.
Una ciudad antigua está bajo sitio. Los que la sitian han cruzado como un enjambre el río Jordán y ahora acampan enfrente de los altos muros de la ciudad. Pero ¡qué extrañas tácticas de combate! Durante los últimos seis días, cada día el ejército invasor ha marchado alrededor de la ciudad en silencio, excepto por unos sacerdotes acompañantes que tocan unos cuernos. Ahora, en el séptimo día, el ejército marcha siete veces, en silencio, alrededor de la ciudad. De repente los sacerdotes tocan los cuernos con todas sus fuerzas. El ejército rompe su silencio con un vigoroso grito de guerra, y los elevados muros de la ciudad se desploman, levantando una nube de polvo; la ciudad queda indefensa. (Josué 6:1-21.)
Así describe el libro de Josué, el sexto libro de las Escrituras Hebreas, la caída de Jericó que tuvo lugar hace casi 3.500 años. Pero ¿realmente sucedió eso? Muchos representantes de la alta crítica responderían, muy seguros de sí mismos, que no. Ellos afirman que el libro de Josué —lo mismo que los cinco libros anteriores de la Biblia— se compone de leyendas que fueron escritas muchos siglos después del tiempo en que supuestamente tuvieron lugar los sucesos. Muchos arqueólogos también contestarían que no. Según ellos, pudiera ser que Jericó ni siquiera existiera cuando los israelitas entraron en la tierra de Canaán.
Esas son acusaciones graves. A medida que uno lee la Biblia, nota que sus enseñanzas están enlazadas sólidamente con la historia. Los mandatos de Dios se dan a un pueblo histórico, y él trata con hombres, mujeres, familias y naciones de la vida real. Los eruditos modernos que ponen en duda la historicidad de la Biblia ponen en duda también la importancia y la veracidad de su mensaje. Si la Biblia es realmente la Palabra de Dios, entonces la historia que contiene debe ser digna de confianza y no tener simplemente leyendas y mitos. ¿Tienen dichos críticos razones para desafiar la veracidad histórica de la Biblia?
La alta crítica... ¿cuán confiable?
La alta crítica de la Biblia empezó con ahínco durante los siglos XVIII y XIX. En la mitad posterior del siglo XIX el crítico alemán de la Biblia llamado Julius Wellhausen popularizó la teoría de que los primeros seis libros de la Biblia, entre ellos Josué, se habían escrito en el siglo V a.E.C.... unos mil años después de los sucesos descritos en ellos. No obstante, admitió que parte de su contenido se había escrito antes1. Esta teoría se imprimió en la undécima edición de la Encyclopædia Britannica, publicada en 1911, que explicó: “Génesis es una obra de un tiempo posterior al exilio, compuesta de una fuente sacerdotal de ese tiempo (P) y fuentes anteriores no sacerdotales que difieren notablemente de P en lenguaje, estilo y punto de vista religioso”.
De toda la historia registrada en la parte inicial de las Escrituras Hebreas, Wellhausen y sus seguidores decían que “no [era] historia literal, sino tradiciones populares del pasado”2. Para ellos, los primeros relatos eran solo un reflejo de la historia posterior de Israel. Por ejemplo, decían que en realidad no hubo enemistad entre Jacob y Esaú, sino que aquello reflejó la enemistad que en tiempos posteriores hubo entre las naciones de Israel y Edom.
Así pues, aquellos críticos creían que a Moisés nunca se le mandó hacer el arca del pacto, y en su opinión nunca había existido el tabernáculo, que fue el centro de la adoración israelita en el desierto. También creían que la autoridad del sacerdocio aarónico se estableció de lleno unos cuantos años antes de la destrucción de Jerusalén por los babilonios, lo que los críticos creían que había ocurrido a principios del siglo VI a.E.C.3.
¿Qué “prueba” tenían para esas ideas? Los de la alta crítica alegan que pueden dividir el texto de los primeros libros de la Biblia en unos cuantos documentos diferentes. Uno de sus principios básicos es suponer que, por lo general, cualquier versículo bíblico que usa la palabra hebrea para Dios (’Elo·hím) por sí sola provino de un escritor en particular, mientras que cualquier versículo que se refiera a Dios por su nombre, Yahveh, tuvo que haberlo escrito otro... como si un solo escritor no pudiera haber usado ambos términos4.
El que un acontecimiento se haya registrado más de una vez en un libro se toma también como prueba de que hubo más de un escritor implicado, aunque en la literatura semítica antigua hay ejemplos semejantes de repetición. Además, se supone que cualquier cambio de estilo significa un cambio de escritor. Sin embargo, hasta los escritores de hoy día suelen emplear estilos diferentes en diversas etapas de sus carreras, o cuando tratan materia diferente.
¿Hay prueba verdadera para esas teorías? De ninguna manera. Cierto comentarista señaló: “La crítica, hasta en su mejor expresión, es especulativa e implica tanteo, algo siempre susceptible a modificación o a ser refutado y reemplazado por otra idea. Es un ejercicio intelectual, sujeto a todas las dudas y suposiciones que son parte inseparable de tales ejercicios”5. Especialmente es “especulativa e implica tanteo”, en sumo grado, la alta crítica de la Biblia.
Gleason L. Archer, hijo, muestra otro fallo en el razonamiento de la alta crítica. Dice que la dificultad está en que “la escuela de Wellhausen empezó con la suposición pura (que difícilmente se han molestado en demostrar) de que la religión de Israel era solo de origen humano como cualquier otra, y que tenía que ser explicada como un simple producto de la evolución”6. En otras palabras, Wellhausen y sus seguidores comenzaron por suponer que la Biblia era solo palabra del hombre, y en eso basaron sus razonamientos.
Allá en 1909 la obra de consulta judía The Jewish Encyclopedia señaló otros dos puntos débiles de la teoría de Wellhausen: “Los argumentos por los cuales Wellhausen casi se ha ganado por completo a todo el cuerpo de críticos contemporáneos de la Biblia se fundan en dos suposiciones: en primer lugar, que el ritual se complica a medida que la religión se desarrolla; en segundo lugar, que las fuentes más antiguas necesariamente tratan las etapas más primitivas del desarrollo ritual. La primera suposición va contra la prueba procedente de culturas primitivas, y la última no tiene apoyo de la prueba que viene de códigos rituales como los de la India”.
¿Hay alguna manera de someter a prueba la alta crítica para ver si sus teorías son correctas o no? The Jewish Encyclopedia pasó a decir: “Los puntos de vista de Wellhausen se basan casi exclusivamente en análisis literal, y tendrán que ser complementados por un examen desde el punto de vista de la arqueología institucional”. A medida que pasaron los años, ¿tendió la arqueología a confirmar las teorías de Wellhausen? The New Encyclopædia Britannica contesta: “La crítica arqueológica ha tendido a comprobar que los detalles históricos típicos de hasta los períodos más antiguos [de la historia bíblica] son confiables, y a desestimar la teoría de que los relatos del Pentateuco [los registros históricos de los primeros libros de la Biblia] son simplemente el reflejo de un período muy posterior”.
En vista del débil apoyo con que cuenta la alta crítica, ¿por qué es tan popular entre los intelectuales de hoy? Porque les dice lo que quieren oír. Cierto erudito del siglo XIX explicó: “Personalmente acogí mejor este libro de Wellhausen que casi todos los demás; pues me pareció que al fin el problema apremiante de la historia del Antiguo Testamento se había resuelto en conformidad con el principio de la evolución humana, que me veo obligado a aplicar a la historia de toda religión”7. Está claro que la alta crítica concordaba con sus prejuicios de evolucionista. Y en realidad ambas teorías tienen un propósito similar. Tal como si se acepta la evolución no hay que creer en la existencia de un Creador, así el aceptar la alta crítica de Wellhausen significa no tener que creer que la Biblia fue inspirada por Dios.
En este siglo XX de tendencia racionalista, el suponer que la Biblia no es palabra de Dios, sino del hombre, les parece plausible a los intelectuales. A ellos se les hace mucho más fácil creer que las profecías se escribieron después del tiempo de su cumplimiento que aceptarlas como genuinas. Prefieren explicar como mitos, leyendas o cuentos populares los relatos bíblicos de milagros, más bien que considerar la posibilidad de que realmente sucedieran. Pero ese punto de vista manifiesta prejuicio y no da razón sólida para rechazar la veracidad de la Biblia. La alta crítica tiene fallos serios, y su ataque contra la Biblia no ha podido demostrar que la Biblia no sea la Palabra de Dios
otro día te explico mas de este tema y te dejo unas preguntas para que las contestes relacionado con lo que esta escrito.
¿Qué sucedió durante el sitio de Jericó, y qué preguntas relacionadas surgen?
¿Por qué es importante considerar si la Biblia contiene historia verdadera o no?
¿Cuáles son algunas teorías de alta crítica de Wellhausen?
¿Qué “pruebas” tenía Wellhausen para apoyar sus teorías? ¿Estaban bien fundadas?
¿Qué puntos débiles descuellan en la alta crítica moderna?
¿En qué situación queda la alta crítica moderna a la luz de la arqueología?
¿Por qué se acepta todavía extensamente la alta crítica de Wellhausen, a pesar de la debilidad de sus fundamentos?
un saludo
