Publicado: Vie Jun 29, 2007 3:33 pm
TEMA VII
EPISODIO 3,5
“Abordaje”
Los sucesos que voy a relatar, tienen cabida justo antes del comienzo del episodio IV de Star Wars, cuando la nave de la Princesa Leia es abordada. Os pongo un poco en situación. Los caballeros Jedi han sido exterminados, y el imperio gobierna la galaxia con puño de hierro. Un pequeño grupo de rebeldes han osado enfrentarse al Imperio, y han logrado hacerse con los planos secretos del arma más poderosa del Imperio: la Estrella de la Muerte. El sirviente más fiel del emperador, Darth Vader, debe encontrar los planos y descubrir dónde se encuentra la base rebelde. Y por Dios que hace bien su trabajo, ya que nos ha encontrado y se dispone a abordarnos. Ibamos las dos naves juntas, la de la Princesa y la nuestra. En una maniobra heroica de nuestra comandante, conseguimos dar ventaja a la nave de Leia, y nosotros rezagarnos, y dejarnos capturar por el crucero imperial comamdado por Lord Vader, para así darle una oportunidad de éxito, por pequeña que fuese a la Princesa. Nuestra nave se llama Ancksunamun VIII, lo que ya de sí, no traía muy buenos augurios, ya que , ¿Qué había sido de las anteriores siete?
Nuestra tripulación estaba compuesta por la comandante y primera oficial Lore. Era valiente e intrépida como ella sola. Había librado muchas batallas interestelares durante las guerras Clon, y su conocimiento bélico-militar-estratégico, sólo era comparable a su lengua mordaz.
Tenía una prótesis en la pierna, otra en el brazo derecho y un ojo biónico, señal de que le importaba poco morir. En mi imaginativa mente, me la figuraba como una pirata del siglo XVIII, con su pata de palo, su garfio en la mano, parche en el ojo y con un loro en el hombro, de mejor amigo. 
El segundo de abordo era el capitán Uriel. Este personaje me recordó siempre a Zapp Branigan, de la serie Futurama.
Se creía un seductor irresistible y mujeriego. Lo cierto es que era el capitán más condecorado que había a bordo, aunque también es cierto que sólo había uno. A mí siempre me dio la impresión, que de detrás de esa apariencia de macho pretencioso, se escondía un niño miedoso y sensible. Siempre quiere ir acompañado de mí, y a riesgo de parecer inmodesto, sin mí, no sería nadie. 
Le toca el turno al ordenador principal de la nave. Se trata de una I.A. ( Inteligencia Artificial), y es la que se encarga de todo el proceso de navegación de la nave. En realidad, es la que se encarga de que todo funcione correctamente. Desde los más complicados cálculos matemáticos y cartas de navegación espaciales, hasta de que haya luz en nuestras habitaciones. Su nombre es el de la nave, y venía a ser para que os hagais una idea, como Shirka en Ulises 31.
El resto era tripulación y yo, pero antes de hablaros de mí, me gustaría hablaros de algunos de estos tripulantes. La verdad es que los recuerdo vagamente, pero he de decir que eran el mayor grupo de fracasa...., digo de profesionales 
, con los que tuve el gusto de compartir esta desdichosa aventura. Me vienen a la cabeza varios nombres...Zeta, Vegeta33, rbkgirl, shelby,Lurcaral, Sephrenia... menuda tropa. También recuerdo al cuerpo médico de la nave. Como olvidar el cuerpo de ese pedazo de mujer. Se llamaba María y le decían la 33, porque siempre te decía cuando te auscultaba que repitieras ese número, aunque yo siempre le contestaba 69, a ver si picaba.
Para lo último he dejado lo mejor, claro... . No soy humano,y he sido creado en serie. Somos seres fabricados a través de la ingeniería genética, y se nos denomina clones. Somos empleados en trabajos peligrosos y degradantes, como no 
.Y fuimos fabricados para ser "más humanos que los humanos", especialmente los modelos ROY,como lo soy yo, y que se asemejan físicamente a los humanos — aunque tenemos mayor agilidad y fuerza física , pero carecemos de la misma respuesta emocional y de empatía. Para esta misión, se contruyó, por supuesto al mejor replicante jamás imaginado, pero un sabotaje de última hora, hizo que se tuvieran que conformar conmigo . ¿Se os ocurre quien pudo ser el saboteador? 
Aunque visto lo visto, más me hubiese valido formatearme. Sin embargo, pese a mis incontables defectos, poseo una virtud única en mi especie. El “colgado” de mi diseñador, y esto es literal, ya que está buscado en todas las galaxias conocidas por tráfico de estupefacientes, 
en uno de sus incontables colocones, se le olvidó colocarme el inhibidor mental que nos ponen a todos los de mi especie, para que no podamos tomar decisiones anteponiendo nuestro propio bienestar al de los demás. Debo darle las gracias a mi creador por ello. Su nombre es Sorrowkent.
El crucero imperial, no tenía intención de destruirnos en primera instancia, de lo contrario, lo habría hecho con suma facilidad. Lo que se proponía era capturarnos e interrogarnos, y con suerte, que en nuestra nave se encontrase la princesa Leia. Fuimos absorbidos por su “campo de tracción” y antes de darnos cuenta, engullidos dentro de la nave imperial. Creo que fueron los peores momentos para los que allí estábamos, incluso peores que los de la lucha posterior. Recuerdo que entretanto, la comandante nos había reunido a todos y con su actitud marcial, se dispuso a darnos un “discursito” de los suyos.
- Vamos a ver, pandilla de fracasados. Esta es una oportunidad única de demostrar de qué estáis hechos . Espero de vosotros valentía y arrojo, aunque eso sea más difícil que encogérsela a los negros del Congo. Que os quede claro que de ésta, no vamos a salir sino con los pies por delante, y hay dos maneras de morir: Con honor o sin él. El que prefiera lo segundo, que levante la mano ( ahí estuve yo apunto de hacerlo), y lo ejecuto aquí mismo – terminó su frase.
No me extenderé más en su alegato de pasión militar lleno de cumplidos hacia su tripulación, como escorias, sacos de pulgas y demás encantadores cumplidos que salían de su lengua de víbora, y pasaré directamente a la acción. La comandante colocó a los soldados a defender la entrada de la nave colocados en zig-zag por todo el pasillo de entrada hasta la sala de control, donde nos encontrábamos mi “valiente” capitán y yo.
Desde ahí, mediante los dispositivos visuales de Ancksunamum, podíamos visionar la inminente batalla, desde una posición excelente y sin riesgos inmediatos.
Comenzamos a oir como soldaban la puerta de entrada desde fuera y la entrada de los soldados imperiales se hacía inminente.
Justo antes de saltar la puerta por los aires, Lore nos dijo lo siguiente:
- Muchachos...una cosa es segura. Dentro de un momento, nos lo vamos a pasar de muerte
CONTINUARÁ...
EPISODIO 3,5
“Abordaje”
Los sucesos que voy a relatar, tienen cabida justo antes del comienzo del episodio IV de Star Wars, cuando la nave de la Princesa Leia es abordada. Os pongo un poco en situación. Los caballeros Jedi han sido exterminados, y el imperio gobierna la galaxia con puño de hierro. Un pequeño grupo de rebeldes han osado enfrentarse al Imperio, y han logrado hacerse con los planos secretos del arma más poderosa del Imperio: la Estrella de la Muerte. El sirviente más fiel del emperador, Darth Vader, debe encontrar los planos y descubrir dónde se encuentra la base rebelde. Y por Dios que hace bien su trabajo, ya que nos ha encontrado y se dispone a abordarnos. Ibamos las dos naves juntas, la de la Princesa y la nuestra. En una maniobra heroica de nuestra comandante, conseguimos dar ventaja a la nave de Leia, y nosotros rezagarnos, y dejarnos capturar por el crucero imperial comamdado por Lord Vader, para así darle una oportunidad de éxito, por pequeña que fuese a la Princesa. Nuestra nave se llama Ancksunamun VIII, lo que ya de sí, no traía muy buenos augurios, ya que , ¿Qué había sido de las anteriores siete?
Nuestra tripulación estaba compuesta por la comandante y primera oficial Lore. Era valiente e intrépida como ella sola. Había librado muchas batallas interestelares durante las guerras Clon, y su conocimiento bélico-militar-estratégico, sólo era comparable a su lengua mordaz.
Tenía una prótesis en la pierna, otra en el brazo derecho y un ojo biónico, señal de que le importaba poco morir. En mi imaginativa mente, me la figuraba como una pirata del siglo XVIII, con su pata de palo, su garfio en la mano, parche en el ojo y con un loro en el hombro, de mejor amigo. El segundo de abordo era el capitán Uriel. Este personaje me recordó siempre a Zapp Branigan, de la serie Futurama.
A mí siempre me dio la impresión, que de detrás de esa apariencia de macho pretencioso, se escondía un niño miedoso y sensible. Siempre quiere ir acompañado de mí, y a riesgo de parecer inmodesto, sin mí, no sería nadie. Le toca el turno al ordenador principal de la nave. Se trata de una I.A. ( Inteligencia Artificial), y es la que se encarga de todo el proceso de navegación de la nave. En realidad, es la que se encarga de que todo funcione correctamente. Desde los más complicados cálculos matemáticos y cartas de navegación espaciales, hasta de que haya luz en nuestras habitaciones. Su nombre es el de la nave, y venía a ser para que os hagais una idea, como Shirka en Ulises 31.
, con los que tuve el gusto de compartir esta desdichosa aventura. Me vienen a la cabeza varios nombres...Zeta, Vegeta33, rbkgirl, shelby,Lurcaral, Sephrenia... menuda tropa. También recuerdo al cuerpo médico de la nave. Como olvidar el cuerpo de ese pedazo de mujer. Se llamaba María y le decían la 33, porque siempre te decía cuando te auscultaba que repitieras ese número, aunque yo siempre le contestaba 69, a ver si picaba.Para lo último he dejado lo mejor, claro...
. No soy humano,y he sido creado en serie. Somos seres fabricados a través de la ingeniería genética, y se nos denomina clones. Somos empleados en trabajos peligrosos y degradantes, como no .Y fuimos fabricados para ser "más humanos que los humanos", especialmente los modelos ROY,como lo soy yo, y que se asemejan físicamente a los humanos — aunque tenemos mayor agilidad y fuerza física , pero carecemos de la misma respuesta emocional y de empatía. Para esta misión, se contruyó, por supuesto al mejor replicante jamás imaginado, pero un sabotaje de última hora, hizo que se tuvieran que conformar conmigo . ¿Se os ocurre quien pudo ser el saboteador? Aunque visto lo visto, más me hubiese valido formatearme. Sin embargo, pese a mis incontables defectos, poseo una virtud única en mi especie. El “colgado” de mi diseñador, y esto es literal, ya que está buscado en todas las galaxias conocidas por tráfico de estupefacientes, en uno de sus incontables colocones, se le olvidó colocarme el inhibidor mental que nos ponen a todos los de mi especie, para que no podamos tomar decisiones anteponiendo nuestro propio bienestar al de los demás. Debo darle las gracias a mi creador por ello. Su nombre es Sorrowkent. El crucero imperial, no tenía intención de destruirnos en primera instancia, de lo contrario, lo habría hecho con suma facilidad. Lo que se proponía era capturarnos e interrogarnos, y con suerte, que en nuestra nave se encontrase la princesa Leia. Fuimos absorbidos por su “campo de tracción” y antes de darnos cuenta, engullidos dentro de la nave imperial. Creo que fueron los peores momentos para los que allí estábamos, incluso peores que los de la lucha posterior. Recuerdo que entretanto, la comandante nos había reunido a todos y con su actitud marcial, se dispuso a darnos un “discursito” de los suyos.
- Vamos a ver, pandilla de fracasados. Esta es una oportunidad única de demostrar de qué estáis hechos . Espero de vosotros valentía y arrojo, aunque eso sea más difícil que encogérsela a los negros del Congo.
Que os quede claro que de ésta, no vamos a salir sino con los pies por delante, y hay dos maneras de morir: Con honor o sin él. El que prefiera lo segundo, que levante la mano ( ahí estuve yo apunto de hacerlo), y lo ejecuto aquí mismo – terminó su frase. No me extenderé más en su alegato de pasión militar lleno de cumplidos hacia su tripulación, como escorias, sacos de pulgas y demás encantadores cumplidos que salían de su lengua de víbora, y pasaré directamente a la acción. La comandante colocó a los soldados a defender la entrada de la nave colocados en zig-zag por todo el pasillo de entrada hasta la sala de control, donde nos encontrábamos mi “valiente” capitán y yo.
Desde ahí, mediante los dispositivos visuales de Ancksunamum, podíamos visionar la inminente batalla, desde una posición excelente y sin riesgos inmediatos.Comenzamos a oir como soldaban la puerta de entrada desde fuera y la entrada de los soldados imperiales se hacía inminente.
- Muchachos...una cosa es segura. Dentro de un momento, nos lo vamos a pasar de muerte
CONTINUARÁ...
Pues no sé si me va a gustar el final. Me temo que acabo volando por los aires 
Vamos a ver cuando tengo un hueco
y encima encapuchao 
¿Alguna chica guapa que me reconduzca?