"El libro negro"
Afortunadamente aún hay directores a los que vale la pena seguir su carrera. “El libro negro” es cine negro, valga la redundancia, disfrazado de cine bélico. Posee un muy buen guión, así como unas interpretaciones más que dignas, sobresaliendo sobremanera una bellísima y sensual Carice van Houten, que no solo aporta belleza visual en pantalla, sino que también, contra todo pronóstico, nos regala una excelente actuación.
Y es que harto como estoy de tanto bodrio infumable, encontrarme con esta joyita, me resulta muy gratificante. Aquí no hay lugar para carreritas de coches conducidos por un guaperas engominado, que ya puede chocar contra el huracán Katrina, y él ni se despeina, ni tampoco hay FX a discreción, ni chica de pocas luces despampanante en busca de su chico con menos luces todavía.
Aquí lo que hay es una excelente historia, con intriga y entretenimiento, que me hace recordar a ese cine de antaño donde lo importante era lo que se nos contaba y no la cantidad y espectacularidad de sus efectos especiales, como me temo que será “Avatar”, seguramente (no la he visto aún) y a la que tanta publicidad dan.
“El libro negro”, aunque se basa en la repetidísima hasta la saciedad, historia de nazis y judíos, no es para nada una película al uso. Es bastante más que eso. Incluso me resultó muy llamativo la perspectiva de los “vencedores” y como al llegar al poder, se comportan exactamente igual que los supuestos “malos” y tiranos nazis derrocados. Es decir, la cruda realidad…”
quítate tú para ponerme yo” (sí, esta frase suena inteligente pero no lo es)
y en realidad todo sigue igual.
Y sí, como no, Verhoeven nos recrea la vista con escenas sexuales, sobretodo con las protuberancias pectorales de Carice, pero es un sexo de lo más natural, sano y fresco. Como debe ser.