Sanders se acercó a los dos detenidos mientras entraban al vehículo blindado.
—Que os pudráis dentro —dijo Sanders cerrando la puerta.
El perímetro de seguridad se rompió. Los reporteros se acercaron al coche blindado. Sanders ordenó que los agentes no actuaran. Lionel Luthor y Morgan Edge iban escuchando los insultos de la gente. Ahora los flashes irán insoportables para los dos. Lionel se giró con la intención de esconderse cuando vio en medio de la calle a Lex. Estaba sonriendo. Sanders dijo que ya era suficiente. El coche se puso en marcha. Lionel observaba a su hijo mientras el coche se dirigía a la cárcel.
—Por fin se ha hecho justicia —dijo Kara riéndose—. Con Multikill gracias a nosotros y...
—Con los millonarias, gracias a Lorkie, al parecer —dijo Oliver.
—Ella y Bartowsky facilitaron las pruebas —informó Kara—. Mi hermano me lo dijo ayer.
—Esto hay que celebrarlo ¿No? —dijo Daniel.
—Bueno... sé una forma de celebrarlo… y estamos llegando tarde —dijo Julian.
Cuando los reporteros se fueron, Lorkie salió de los juzgados. Allí la esperaba Sanders.
—¿Estás bien? —dijo el policía.
—La verdad es que me he quitado un peso de encima.
—Bueno, ahora toca volver a empezar. ¿Puedo preguntarte que vas a hacer?
—Pues... vivir con mi madre. Ahora no tengo elección.
—No. Me refiero a lo que tienes planeado en un futuro.
—Eh... No lo sé. Han pasado tantas cosas...
—Si no te decides... Piensa que siempre habrá un lugar para ti en la Comisaría.
Lorkie tardó varios segundos en contestar.
—¿Te refieres a que sea policía?
—Quizás... —dijo Sanders riéndose.
Dentro de los juzgados, Al aún no había salido. Se encontraba en medio de los pasillos, observando cómo dos abogados y un juez conversaban. Se había fijado en una puerta que decía "Archivo". Un hombre acababa de entrar allí. Estaba seguro que dejó los archivos de Lionel y Morgan. Burló a los agentes y entró en el archivo. Efectivamente, allí estaban los informes. Los hojeó por encima, ya los había visto una vez. Escuchó unos pasos y sin pensárselo dos veces, tomó el archivo que le interesaba y se largó.
Willy observaba y escuchaba al grupo de Simple Plan cerca del escenario. La gente les aplaudía aun en medio de cada canción. Él era un fan de ese grupo, pero sinceramente, preferiría verlos tocar entre poca gente. Allí estaban personajes de Grandville, Metropolis, Smallville y algunas otras poblaciones.
Se alejó del escenario para evitar a la gente. Ahora pensaba en una persona. Miranda. Habían estado tanto tiempo distanciados… y con el asunto de Multikill todo había ido a peor. Tuvo que pasar eso para darse cuenta que… la apreciaba mucho más de lo que creía. No, era algo más fuerte que eso.
Quizás fuera coincidencia, pero cuando se alejó de la gente, vio que Miranda hacía lo mismo. Se acercó a él. Ahora estaban un poco apartados del público, pero sin duda seguirían oyéndolo aunque se fuesen a kilómetros de allí.
—¿A ti también te molestaba tanta gente aplaudiendo? —preguntó Willy.
Miranda se acercó más.
—En realidad… vi que te ibas y… Willy, necesitamos hablar, yo lo necesito, al menos.
—Lo sé. Yo también pensaba en eso. Todo ha salido… al revés de cómo hubiera esperado.
—Si… y es injusto. Desde que me besaste…
—Eso… en su momento, lo admito, no sé por qué lo hice.
—¿En su momento? Bueno… Willy… sé sincero. ¿De verdad estás enamorado… de tu hermana? Es decir…. Ya sé que no es tu hermana biológica, pero parecías tan…
—Creía que lo estaba —soltó el chico—. Me equivoqué. La quiero, pero no así. Es mi hermana. Pero… Esto es tan típico.
—¿El qué?
—Que te lo diga así. Estoy enamorado, pero de ti.
Ella no contestó. Sólo hizo lo que Willy habría considerado típico también, besarle. O lo intentó. Willy miró a un lado y ahí vio a Kara. Lo había oído todo…
—Oh… esto también es bastante típico —dijo el chico intentando mantener su buen humor.
Kara sonrió.
—Por fin os lanzáis —dijo ella.
Julian estaba a su lado.
—Vamos, Kara… que no eres precisamente discreta.
Ambos rieron y se alejaron. Miranda no esperó y besó por fin a Willy.
—Me alegro por ellos —dijo Julian—. Por fin…
—Y yo.
—Así que tu hermano… ¿estaba enamorado de ti?
—Se le notaba mucho, pero hasta me gustaba. Siempre fue amable conmigo, pero últimamente había sido aun más atento.
—Con tal de que la gente te trate bien… eres capaz de dejarle sentir eso a cualquier chico —dijo riendo Stanopen—. Nosotros hemos pasado por momento difíciles… y… te he tratado mal, lo siento mucho.
—Yo no he sido muy fácil de tratar, nunca lo fui. Pero tú has hecho lo imposible por mantener esta relación. Y te quiero por eso. Ya puede estar enamorado mi hermano de mí, o no… o cualquiera chico que lo esté… Pero ya lo sabes, estoy aquí por ti, es lo que importa.
—Y yo, por ti.
Música:
Simple Plan - My Alien
Mientras se besaban, oyeron que el grupo había empezado a tocar la canción que Julian estaba esperando escuchar. Miró a su novia y sonrió casi burlonamente.
—Y esto… va dedicado a ti.
Kara sonrió y miró hacia el escenario.
—¿My Alien? Muy propio de ti —rió la chica.
William y Emily entraron en los pabellones con la compañía de Sarah, la esposa, ahora viuda, de Nolan Harper. William se había acostumbrado a llevar un bastón, pero se lo había dejado en casa.
—¿Pero qué? —dijo Emily nada más entrar.
—¿Ocurre algo? —dijo William mirando a las dos mujeres que lo acompañaban.
—Willy... Willy y Miranda. Se están besando.
—¿Mi hija? —dijo Sarah poniéndose delante.
Los tres se quedaron atónitos. No sabían que responder, hasta que a Emily se le escapó una risa tonta.
—A ver si somos familia —dijo sin poder parar de reír tímidamente.
Sarah y William también se lo tomaron bien.
—Bueno, es cosa suya. Nosotros no hemos visto nada. Tengo curiosidad por saber como se lo montan para contárnoslo.
Las dos mujeres se rieron.
—Eres muy malo, agente Davidson —dijo Sarah volviendo a mirar a su hija.
—Voy a por unas bebidas —dijo William y alejándose hacia el bar.
—Espera, enseguida vuelvo, Sarah —dijo Emily yendo con él.
Sarah se quedó en la entrada de los pabellones. A su lado estaba la placa conmemorativa donde se encontraba la foto de su difunto marido Nolan Harper. Se sentía molesta allí. Las compuertas se abrieron tímidamente y entró Daniel Stanopen, que tapó la foto de Harper.
—Hola —dijo saludando a Sarah.
En medio de las escaleras que llevaban al piso superior, ahora vacío. Se encontraban Roy Harper y Oliver Queen tomando unas bebidas tranquilamente. Los dos observaban vagamente al grupo, pero sobretodo a Kara y a Julian.
—Es normal que te fijaras en ella, Roy —dijo Oliver bebiendo un trago—. Yo también lo hubiera hecho.
—Sí —respondió Roy—, pero con Kara es imposible dar en el blanco. La flecha del estúpido de Stanopen está en el medio.
—Brindemos —dijo Oliver elevando su copa.
—Por... nuestras flechas.
Los dos tomaron otro trago. Mely Taylor subió las escaleras.
—Anda, pero si es el señor Queen —dijo riéndose.
—Señorita Taylor —dijo Oliver también riéndose.
—Ayer me interrumpiste una cita. Vengo a que me la devuelvas.
Mely capturó la mano de Oliver y lo llevó al medio de la plataforma. Ahora Roy Harper, se quedó solo, observando la entrada de los pabellones, que se volvió a abrir.
—Vamos Clark, entra —dijo Chloe empujando a Kent—. Parece que toda música que no sea la que escucha tu padre te asusta.
—¡No es verdad! —dijo Clark indignado.
Chloe pisó un globo sin querer y, con medio, se abrazó a Clark. Los dos rieron nerviosamente.
—Mira... Kara y Julian —dijo Clark huyendo de la situación.
Bruno Mannheim, vestido de incógnito, barba larga, gafas de sol, sombrero, salía lentamente de su coche "robado". Después de unos pasos llenos de barro llegó hasta un taller que parecía desierto. Al entrar, observaba los pocos coches que había que reparar. Escuchó a alguien. Un mecánico estaba debajo de un vehículo reparándolo.
—¿Está Vincent? —dijo Mannheim observando el calendario. Ya hacía dos meses que lo buscaban sin éxito.
El mecánico se alertó. Salió de debajo del coche y sonrió nerviosamente a Mannheim. Su mono azul estaba lleno de mugre y su peinado grasiento hacía deducir que aquel hombre vivía debajo del vehículo.
—Hola, sí, el jefe está en el despacho.
El mecánico, al ver a Mannheim, enseguida se dio cuenta que no era un cliente normal. Era un cliente especial, de la mayoría que tenía su jefe.
Mannheim entró en el despacho. Un hombre vestido de corbata y bien peinado, todo el contrario del empleado, se levantó de su silla y estrechó su mano con la de Bruno Mannheim.
—¿Cómo están los papeles? —dijo Mannheim observando el escritorio.
—Todo está listo —dijo abriendo un cajón. Sacó unos papeles oficiales, que fueron falsificados en su día.
—Bien... —susurró Mannheim.
—Ya te dije que alguna vez nos serviría tanto papeleo.
Mannheim capturó los papeles con indiferencia. Todo estaba en regla.
—¿Has visto las notícias?
Bruno no contestó.
—Han detenido a mi hermano y a Luthor.
—Se lo merecían.
El desconocido se irritó. Carraspeó.
—Bueno... ya te puedes ir. Lo tienes todo ¿verdad? La organización, el dinero, los papeles... desaparece de mi vista, Mannheim.
Mannheim golpeó violentamente la mesa.
—Te recuerdo que la organización la creó mi padre y el dinero del que me hablas ya sabes de donde proviene ¿O es que no te acuerdas, Vincent?
—Vete Mannheim.
Bruno abrió la puerta del despacho para irse.
—Ah, tu mecánico me ha visto. Encárgate de él.
Vincent asintió. Al salir, Mannheim se despidió del mecánico con una amplia sonrisa. Entró en el coche y observó durante pocos segundos el taller. Escuchó un disparo y vio al mecánico como se desplomaba en el suelo. Misión cumplida. Ahora podía escapar... a la espera de la llegada de Darkseid.
El concierto ya llegaba a su fin. Todos se juntaron muy cerca del escenario. Los héroes hicieron lo mismo, pero en medio de las escaleras.
—¡Y nuestra última canción! —dijo Pierre Bouvier, el cantante del grupo.
—Ha sido un placer estar en Grandville. Muchas gracias por vuestra asistencia en este concierto. Pero ha llegado el momento de despedirnos.
—¡Hasta otra! —dijo David Desrosiers.
—Vamos, nuestra última canción. "¡The End!"
Todos aplaudieron.
—¿Estáis listos?
—¡Sí!
—¡No os oigo!
—¡Sí!
—1, 2...1,2, 3 y...
Música:
Simple Plan - The End
—Bueno, "equipo"... —dijo Queen mientras miraban al grupo desde las escaleras—. Quería felicitaros por el trabajo. Habéis estado impecables. Excepto por Roy... pero todo se solucionó.
—Roy tenía que ser —susurró Julian.
—Te mato —dijo Roy. Todos se rieron.
—Ha sido una experiencia... enriquecedora —dijo Mely mirando a Oliver.
—Habría sido mejor si el mérito realmente fuera nuestro —susurró Kara sonoramente.
La miraron.
—Lo de Damned fue gracias a nosotros, al fin y al cabo. Debilitamos a MK y se lo pusimos en bandeja —dijo Roy—. Así que no deja de ser una gran experiencia.
—Espero que se repita —dijo Queen mirando a Taylor. Los otros no sabían que los dos hablaban en clave.
—Ha estado bien —dijo Kara observando a su hermano con Miranda.
—Antes no pude decir nada —dijo Oliver muy serio—. Pero creo que juntando nuestras fuerzas podríamos formar un...
—Oliver —interrumpió Kara—. Relájate, haznos el favor. Disfruta de la música, que es para lo que estamos aquí.
Los otros asintieron y Oliver desistió. Ya hablaría de ello en otro momento.
—Además —añadió Kara—, todos sabemos ya de lo que quieres hablar. ¿Y sabes qué contesto yo? “Quizás, Ollie, quizás…”
Mientras se hacían una idea de lo que podrían hacer en el futuro, se sumieron en la última canción de la noche.
FIN
Escritores: Keidell, Bertu
Guionistas de Grandville: Keidell, Bertu, litz marisa, elementokr36, DaNiELa09, Hyun Suk, DaniraXkY
Gracias a todos por hacer esto posible