Metrópolis, Una visión diferente. [FanFic]
Publicado: Mié Jul 11, 2007 11:30 pm
Tengo el gustazo de presentarles tras EBDLV, un nuevo FanFic dónde una vez más la protagonista será una rubia bastante espabilada que todos ya conocéis de sobra pero esta vez no estará sola; todos alguna vez habéis visto alguna peli de Superman, habéis leído sus cómics o no se perdieron ni un capítulo de la serie de Lois & Clark.
Pues partiendo de todo lo que mueve a Superman en Metrópolis parte también éste FanFic en el que jugaremos un poco con personajes muy conocidos de Smallville y alguno que otro sacado de las pelis de Superman, eso sí, visto desde un punto de vista BASTANTE cambiado.
¿Cuántos charkistas no hemos deseado ver a Chloe y Clark juntos? En un FanFic todo es posible y de verdad espero que os guste.
Sin más preámbulo, os dejo con las presentaciones
• Personajes:
-- Resumen:
Intro de "Metrópolis, Una visión diferente" realizada por nuestro compañero y maestro victormonterogallego ¡1000 gracias artista!
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Capítulos:
1x01 Mirando hacia el futuro || Fecha de emisión: 13-07-07
1x02 La decisión || Fecha de emisión: 17-07-07
Pues partiendo de todo lo que mueve a Superman en Metrópolis parte también éste FanFic en el que jugaremos un poco con personajes muy conocidos de Smallville y alguno que otro sacado de las pelis de Superman, eso sí, visto desde un punto de vista BASTANTE cambiado.
¿Cuántos charkistas no hemos deseado ver a Chloe y Clark juntos? En un FanFic todo es posible y de verdad espero que os guste.
Sin más preámbulo, os dejo con las presentaciones
• Personajes:
-- Resumen:
-- Clark Kent:
Tras su adolescencia en Smallville, CK parte rumbo a Metrópolis donde intentará probar suerte para convertirse en reportero del prestigioso diario Daily Planet; pero Clark no estará solo, para ello contará con la ayuda de la persona a la cual más ama, Chloe Sullivan.
¿Llegará a convertirse en algo más que un simple reportero de investigación en la ciudad dónde el vandalismo y los malos propósitos nunca duermen?
-- Chloe Sullivan:
Desde que Chloe tenía uso de razón, su objetivo en la vida fue conseguir historias, ir en busca de la verdad, investigar…y tras varios años de intento, su esfuerzo ha valido la pena. Chloe Sullivan es la estrella del Daily Planet, no hay quien la supere, es el ojo derecho de las altas esferas del periodismo, la más buscada por aquellos que buscan el éxito, la más temida también por aquellos que intentan ocultar la verdad pero no lo tendrá fácil, su prima Lois Lane, está dispuesta a hacerle competencia y a luchar por algo más que el mejor puesto en el Daily Planet.
-- Jimmy Olsen:
Llegó a Metrópolis hace 6 años en busca de su sueño como fotógrafo para el Daily Planet y quizás sus métodos para conseguir una buena imagen no sean las más adecuadas, pero con la ayuda de su mejor amigo, Clark Kent la cosa se pondrá algo más fácil.
No todo es felicidad para Jimmy, tras su fracaso sentimental con Chloe durante sus inicios en el Daily Planet hizo que el joven fotógrafo perdiese toda esperanza de recuperarla tras saber que realmente estaba enamorado de su mejor amigo Clark Kent.
-- Lois Lane:
En los últimos años, Lois lo ha intentado todo por convertirse en periodista pero sin embargo, su talento no parece haber arrasado como para conseguir un puesto en el Planet.
Tras su “desafortunado” despido del periódico Inquisitor, Lois Lane regresó a la base militar de su padre, el general Lane para intentar encontrar su sitio. Fue entonces su hermana Lucy Lane la que insistió en que su hermana mayor debía cambiar el traje de militar por la cámara de fotos y sacar su instinto periodístico que siempre ha llevado dentro.
-- Lex Luthor:
Tras la muerte de su padre, Lionel Luthor…Lex perdió lo poco que le quedaba de humano. En los últimos años su obsesión de alcanzar el poder se ha intensificado y tras volver a intentar en convertirse en senador de los EE.UU, Lex abrió un nuevo proyecto para conseguir por las malas el poder. Sus experimentos han llegado tan lejos que está trabajando en un virus capaz de destruir a la humanidad. ¿Será alguien capaz de detenerlo?
-- Kitty Kolowski:
Kitty es la acompañante en las buenas y en las malas de Lex. ¿Puede alguien amar a un ser que tiene como objetivo la destrucción de la humanidad? Lo cierto es que Kitty a pesar de las malas proyecciones de Lex, intenta cambiar a su marido con el cual se caso hace 2 años y desde entonces, vive la tortura de un matrimonio sin amor.
-- Perry White:
Tras el despido hace 3 años de la antigua directora del Daily Planet, Pauline Kahn, el señor White viene dispuesto a realzar su carrera como periodista y para ello se enfrenta al gran reto de dirigir el periódico más prestigioso de todo Metrópolis y para ello cuenta con su reportera estrella, Chloe Sullivan.
-- Agente Sawyer:
En los últimos años, la agente Sawyer se ha convertido en la máxima responsable policial de todo Metrópolis, si algo ocurre en la ciudad del crimen ella es la primera en enterarse y en intentar ponerle fin. Pero ahora no estará sola, alguien con superpoderes le echará una mano desde las alturas.
-- Martha Kent:
La madre de Clark Kent alcanzó el puesto de senadora de los EE.UU tras sus buenas intenciones y sus efectivos proyectos para vivir en un mundo mejor. Se ha convertido en todo un ejemplo político y gracias a ella, los EE.UU se va convirtiendo poco a poco en una ciudad más segura; aún así, la senadora tendrá que hacerle frente a Lex Luthor, el cual no deja de fisgonear en los proyectos de Martha e intentará por todos los medios arruinárselos.
-- Lana Lang:
Tras su fracaso matrimonial con Lex Luthor y su intento fallido de recuperar a Clark, Lana viajó de nuevo a Paris en busca de nuevas experiencias. Estudió Astronomía y tras 3 años, regresa a Metrópolis para rehacer su vida. Su éxito en su profesión la ha convertido en toda una celebridad en el campo de los fenómenos astrales gracias a su intervención para descifrar todas las claves de las dos últimas lluvias de meteoritos que se dieron en Smallville.
Ahora, Lana intentará recuperar al amor de su vida…
Tras su adolescencia en Smallville, CK parte rumbo a Metrópolis donde intentará probar suerte para convertirse en reportero del prestigioso diario Daily Planet; pero Clark no estará solo, para ello contará con la ayuda de la persona a la cual más ama, Chloe Sullivan.
¿Llegará a convertirse en algo más que un simple reportero de investigación en la ciudad dónde el vandalismo y los malos propósitos nunca duermen?
-- Chloe Sullivan:
Desde que Chloe tenía uso de razón, su objetivo en la vida fue conseguir historias, ir en busca de la verdad, investigar…y tras varios años de intento, su esfuerzo ha valido la pena. Chloe Sullivan es la estrella del Daily Planet, no hay quien la supere, es el ojo derecho de las altas esferas del periodismo, la más buscada por aquellos que buscan el éxito, la más temida también por aquellos que intentan ocultar la verdad pero no lo tendrá fácil, su prima Lois Lane, está dispuesta a hacerle competencia y a luchar por algo más que el mejor puesto en el Daily Planet.
-- Jimmy Olsen:
Llegó a Metrópolis hace 6 años en busca de su sueño como fotógrafo para el Daily Planet y quizás sus métodos para conseguir una buena imagen no sean las más adecuadas, pero con la ayuda de su mejor amigo, Clark Kent la cosa se pondrá algo más fácil.
No todo es felicidad para Jimmy, tras su fracaso sentimental con Chloe durante sus inicios en el Daily Planet hizo que el joven fotógrafo perdiese toda esperanza de recuperarla tras saber que realmente estaba enamorado de su mejor amigo Clark Kent.
-- Lois Lane:
En los últimos años, Lois lo ha intentado todo por convertirse en periodista pero sin embargo, su talento no parece haber arrasado como para conseguir un puesto en el Planet.
Tras su “desafortunado” despido del periódico Inquisitor, Lois Lane regresó a la base militar de su padre, el general Lane para intentar encontrar su sitio. Fue entonces su hermana Lucy Lane la que insistió en que su hermana mayor debía cambiar el traje de militar por la cámara de fotos y sacar su instinto periodístico que siempre ha llevado dentro.
-- Lex Luthor:
Tras la muerte de su padre, Lionel Luthor…Lex perdió lo poco que le quedaba de humano. En los últimos años su obsesión de alcanzar el poder se ha intensificado y tras volver a intentar en convertirse en senador de los EE.UU, Lex abrió un nuevo proyecto para conseguir por las malas el poder. Sus experimentos han llegado tan lejos que está trabajando en un virus capaz de destruir a la humanidad. ¿Será alguien capaz de detenerlo?
-- Kitty Kolowski:
Kitty es la acompañante en las buenas y en las malas de Lex. ¿Puede alguien amar a un ser que tiene como objetivo la destrucción de la humanidad? Lo cierto es que Kitty a pesar de las malas proyecciones de Lex, intenta cambiar a su marido con el cual se caso hace 2 años y desde entonces, vive la tortura de un matrimonio sin amor.
-- Perry White:
Tras el despido hace 3 años de la antigua directora del Daily Planet, Pauline Kahn, el señor White viene dispuesto a realzar su carrera como periodista y para ello se enfrenta al gran reto de dirigir el periódico más prestigioso de todo Metrópolis y para ello cuenta con su reportera estrella, Chloe Sullivan.
-- Agente Sawyer:
En los últimos años, la agente Sawyer se ha convertido en la máxima responsable policial de todo Metrópolis, si algo ocurre en la ciudad del crimen ella es la primera en enterarse y en intentar ponerle fin. Pero ahora no estará sola, alguien con superpoderes le echará una mano desde las alturas.
-- Martha Kent:
La madre de Clark Kent alcanzó el puesto de senadora de los EE.UU tras sus buenas intenciones y sus efectivos proyectos para vivir en un mundo mejor. Se ha convertido en todo un ejemplo político y gracias a ella, los EE.UU se va convirtiendo poco a poco en una ciudad más segura; aún así, la senadora tendrá que hacerle frente a Lex Luthor, el cual no deja de fisgonear en los proyectos de Martha e intentará por todos los medios arruinárselos.
-- Lana Lang:
Tras su fracaso matrimonial con Lex Luthor y su intento fallido de recuperar a Clark, Lana viajó de nuevo a Paris en busca de nuevas experiencias. Estudió Astronomía y tras 3 años, regresa a Metrópolis para rehacer su vida. Su éxito en su profesión la ha convertido en toda una celebridad en el campo de los fenómenos astrales gracias a su intervención para descifrar todas las claves de las dos últimas lluvias de meteoritos que se dieron en Smallville.
Ahora, Lana intentará recuperar al amor de su vida…
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Capítulos:
1x01 Mirando hacia el futuro || Fecha de emisión: 13-07-07
Hacía una mañana calurosa. Metrópolis, ciudad de negocios y del crimen era bañada por los rayos de sol que dibujaban formas geométricas en los enormes rascacielos de la ciudad.
Justo en el centro, yacía uno de los edificios más importantes y emblemáticos de toda la ciudad: el Daily Planet. Con sus más de 30 plantas, se alza hasta lo más alto llegando incluso a competir con la no tan lejana torre Luthor. El Planet es hoy por hoy el periódico más leído, cotizado y criticado de todo el país; si algo sucede en Metrópolis, el Daily Planet es la llave que abre las puertas a la verdad acerca de las innumerables historias que suceden en la ciudad y el resto del mundo: asesinatos, robos, escándalos, política, guerras…
Pero…muy pronto, el prestigioso diario será testigo de algo que cambiará el mundo, un icono para la humanidad, una esperanza para acabar con la violencia, la salvación en estado puro.
No muy lejos del número 355 del Daily Planet se hayan en un pequeño apartamento dos personas que persiguen la verdad día tras día, que buscan las claves para sacar a la luz historias, que luchan por acabar con todo aquello que impiden el transcurso normal de la vida.
Eran las 06:30 de la mañana. Un despertador había sonado…
(Suena de fondo Sorry Seems to be the Hardest Word de Elton John & Blue)
Una leve brisa penetra por una ventana entreabierta con unas finas cortinas en tonos pastel. En una cama, una mano roza el pecho de alguien que dista de ser lo que se conoce un ser normal y corriente. Clark Kent, un joven granjero de Kansas que tras vivir una dulce y a la vez dura adolescencia en la ciudad de Smallville, viajó en busca de sus raíces hasta encontrar su hogar y dónde dio comienzo un entrenamiento que le cambiaría para siempre y le haría ver el mundo como su mayor reto en el cual deberá proteger a los suyos y al resto de la humanidad.
Por otro lado, Chloe Sullivan, guapa, lista y perspicaz. La mejor amiga de Clark y el amor de su vida. Metrópolis es como bien dice ella “su hábitat natural”, le gusta el misterio, le intriga los secretos que esconden la vida, se interesa por aquello que piensa que no puede alcanzar.
Una pareja destinada a cambiar el mundo, donde el esfuerzo, la confianza y el amor en estado puro definen a Chloe & Clark.
Metrópolis, Una visión diferente. [Mirando hacia el futuro]
C.Kent: Eh…¿sigues dormida?
C.Sullivan: Sigo aquí…¿Qué hora es?
C.Kent: Las 06:30 de la mañana. ¿Te has fijado que hoy hace un día precioso?
Clark se había acomodado sobre el respaldo de la cama mientras rodeaba con su brazo a Chloe; ella seguía rozando su pecho mientras volvía a cerrar los ojos por unos instantes.
C.Sullivan: Si…siento la brisa que entra desde la ventana. Veo que la dejaste abierta anoche. ¿Dónde estuviste?
C.Kent: Oí unos gritos que provenían de la plaza mayor y decidí echar un vistazo.
C.Sullivan: ¿Un mendigo?
C.Kent: Un tipo en una moto. Le había robado una cesta de la compra a una anciana que pasaba por allí. Corrí hasta alcanzar al de la moto cerca de los aparcamientos de Summerhold.
C.Sullivan: Suerte que estabas allí.
Chloe finalmente abrió los ojos y se rodeó el pelo hasta recogérselo en un moño. Tenía el pelo tan rubio como de costumbre y lucía una melena hasta por debajo de los hombros. El suave olor a vainilla de su pelo estaba presente en toda la habitación gracias a la leve brisa que provenía del exterior.
Dio un beso a Clark y se levantó de la cama y fue hasta un escritorio cercano que tenía una maquina de café.
Cogió dos tazas y las llenó hasta arriba del café que guardaban en un recipiente de plástico duro.
Mientras bostezaba volvió a la cama con los cafés en mano y los dirigió hasta Clark que inmediatamente los calentó con su visión térmica.
C.Sullivan: Oh…azúcar…
C.Kent: Ya voy yo.
Clark se levantó de la cama y salió de la habitación mientras buscaba algo de azúcar en unos recipientes de cerámica que guardaban en una pequeña despensa de color verde musgo. Clark abrió uno de ellos y vio que estaba vacío, tenía un extraño brillo por los bordes.
Desde la habitación, Chloe seguía bostezando mientras le intentaba decir algo a Clark.
C.Sullivan: Creo que no nos queda. Shelby anoche estuvo jugando y creo que se comió todo lo que quedaba en el bote…¿me oyes Clark?
C.Kent: Si, aquí tienes azúcar.
En su mano derecha, Clark llevaba dos sobres de azúcar con un logo que dibujaba un reloj con las agujas apuntando hacía los extremos en los que se podían ver dos ángeles tomándose un expresso.
C.Sullivan: ¿Has ido hasta el café de Ben a por el azúcar?
C.Kent: Si, ya estaba abierto. No creo que se moleste por tomarle prestado un poco de azúcar.
C.Sullivan: ¿Prestado eh?
Chloe le miró de reojo y apretó los labios mientras le arrebata a Clark uno de los sobres de azúcar. Clark se sentó junto a ella y tomó el mando de la televisión que se encontraba empotrada en la pared frente a la cama. Había puesto las noticias de la BBC. Emitían un resumen mañanero de las noticias más frescas.
C.Sullivan: ¡Fíjate! Llevan en huelga dos semanas y no van a conseguir nada.
C.Kent: Mira, escucha las declaraciones de Lex.
“Créanme señoras y señores, el mundo no se hizo para los débiles. Si no sois capaces de salir de éste pequeño bache por si mismos más razones me dais para justificar el despido de todos vosotros y por consiguiente del cierre de las industrias de Grandville. No estaba dando los beneficios que esperaba y por ello se suspendieron todas las actividades científicas que se dieron. Buena suerte en el apasionante mundo del paro muchachos”.
En el monitor de televisor, Lex Luthor, el actual presidente de Luthorcorp y sus innumerables negocios repartidos por medio país se hacían noticia una vez más. Los más de 1000 trabajadores que se veían congregados en las afueras de los laboratorios de Grandville no daban crédito a las declaraciones de Lex que se habían proyectado a través de una pantalla instalada en un gran panel.
C.Sullivan: Veo que Lex ha tomado ejemplo de su padre con el cierre de las fábricas de Smallville hace 7 años.
C.Kent: La muerte de Lionel le ha afectado en gran medida. No se hasta que punto será capaz de llegar, Chloe.
Tras el café mañanero, Chloe pasó a la ducha mientras que Clark buscaba a Shelby por los pasillos de la casa. El perro descansaba tras el sofá del salón boca arriba. Tenía el hocico metido en el hueco del sofá mientras olisqueaba algo parecido a una bola de papel de periódico; se giró hasta quedar boca abajo y lo intentó sacar con una pata.
Clark vio lo que hacía y levantó el sofá con una mano y con la otra recogió la bola de periódico tan deseada por el canino.
C.Kent: ¿Es esto lo que buscabas? Veo que has perdido la práctica amigo.
Shelby es desde hace años el perro de los Kent. Si hay algo que se diferencia de los demás perros es por sus extraños superpoderes que le permiten mover cualquier cosa con el menor esfuerzo. En los últimos meses se vino con Clark a Smallville debido a que no podría seguir viviendo tan sólo en la granja de los Kent.
Chloe había salido de la ducha cubierta con una toalla azul celeste. Con los pies descalzos se acercó hasta la cocina y descolgó el auricular del teléfono mientras conectaba el manos libres.
C.Sullivan: Clark, olvidé decírtelo anoche. Tu madre dejó un mensaje en el contestador cuando llegué a casa.
C.Kent: De acuerdo. ¡Chloe! Me has dejado sin agua caliente…
Desde la ducha, Clark escuchaba el mensaje de su madre gracias a sus poderes para oír a cierta distancia a su vez que emitían pequeñas sondas de calor a un pequeño termo que estaba fijado en una de las paredes del baño.
“Clark, hace días que no se de ti. ¿Qué tal te va en Metrópolis? ¿Has conseguido finalmente entrar en el Planet? Aquí en Washington todo sigue igual, acabo de salir de una conferencia internacional sobre la pobreza en los países del tercer mundo y ya estoy de regreso al hotel. Este fin de semana volveré a casa, pásate y así me cuentas todo. Te quiero hijo”
Chloe se había acercado al baño ya vestida mientras se peinaba junto al espejo y se calzaba unos tacones de color caqui con lunares negros.
C.Sullivan: Parece ser que esa conferencia le fue genial. Escuché anoche en la redacción que finalmente se mandarán unas subvenciones provenientes de más de 12 estados de América y 16 países del resto del mundo.
C.Kent: Lleva luchando mucho en los últimos meses por conseguirlo y a pesar de las malas influencias de sus colegas del senado la cosa ha salido tal y como ella esperaba.
C.Sullivan: Y hablando de esperanzas…¿no se suponía que ibas a hablar ayer con Perry White para ver si te contrataba?
C.Kent: No le gustó para nada mi artículo sobre la supervivencia de los lagartos gigantes de Australia…ya no se que puedo hacer para convencerle de que…
C.Sullivan: …¿de que ese artículo solo aparece en las páginas del Nacional Geographic?
C.Kent: ¡Chloe!
Chloe abrió las cortinas de la ducha y se cruzó de brazos mientras miraba a Clark de arriba abajo.
C.Sullivan: Tienes que buscar otra cosa. No creo que a un periódico tan importante le interesen esa clase de historias. ¿Por qué no pruebas suerte con todo el revuelo de la Luthorcorp?
C.Kent: Ya estás tu con ese caso y prácticamente lo has zanjado; además, con las últimas declaraciones de Lex no hay nada más que indagar.
C.Sullivan: Clark…nunca descartes nada. Que no se hable más de un caso no quiere decir que se haya zanjado, siempre quedan migas repartidas por algún lado y creo que es tu oportunidad para encontrarlas.
C.Kent: ¿Qué sugieres?
C.Sullivan: ¡Investiga! Han cerrado las fábricas de Grandville por algún motivo que aún se desconoce. Seguramente me toque a mi cargar con eso pero creo que podré rechazar esa oferta al jefe para el número de mañana.
Clark cerró el grifo y miró a Chloe con cierta picardía y empezó a hablar en tono irónico.
C.Kent: ¿Son cosas mías o tengo la impresión de que me lo estás poniendo fácil?
C.Sullivan: Sólo te estoy dando un poco de ventaja.
C.Kent: ¿Ah si señorita Sullivan?
C.Sullivan: Está bien, tú te lo has buscado. Si no quieres que te lo ponga fácil lo haré. Veamos quién resuelve antes el caso.
Chloe se acercó hasta la palanca de la ducha y la abrió poniendo el agua fría.
C.Sullivan: No te vendrá nada mal refrescarte la mente un poco antes del reto.
Daily Planet (Despacho del señor White)
P.White: Si, si…¡ya os he dicho que no podemos ampliar más la sección de esquelas Langdon! Dígale a esa señora que no sea tan pesada y que si quiere esquelas que vaya al Inquistor, no creó que les importe hacerle hueco en sus insultantes páginas.
El señor White era un hombre con mucho carácter. Estaba postrado en su gran sillón grisáceo mientras se desayunaba un bollo de azúcar con un café doble de la máquina de la recepción. Solía llevar siempre unos pantalones con tirantes que eran un claro reflejo de la afición que sentía su mujer por la costura; unas veces eran de colores azules con rombos de color rojo y otras iban con diminutos caballitos de mar dándose una siesta.
En ese momento un joven de 1,70 entró por la puerta del jefe sin avisar. Tenía el pelo castaño sin peinar hacia delante y llevaba una blusa amarilla pastel con rayas horizontales y unos enormes pantalones marrones en los que podría guardar la enorme cámara de fotos que llevaba colgada del cuello.
P.White: ¡Jimmy, cuánto has tardado! ¿Tienes las fotos?
Jimmy Olsen, el mejor amigo de Clark Kent se acercó hasta la mesa del jefe para dejar un enorme sobre al lado de un montón de papeles que tenía el señor White en su infinita mesa de trabajo.
J.Olsen: ¡Jefe! Esta vez quedará impresionado. ¡Observe! Le pillé justo cuándo escapaba del club nocturno. ¡Fíjese! Iba con su colega del senado el señor Wellington.
El señor White había sacado unas fotos tomadas del alcalde de Metrópolis que iba acompañado de un señor con una mirada alegre que era señal de que estaba un tanto “contento”. La foto había sido tomada en uno de los clubes de stripteasse más famosos de la ciudad, solo que no se veía tan bien reflejado como se esperaba en la foto.
El señor White se tocó la barbilla mientras alzaba su mirada hasta los ojos de Jimmy.
P.White: ¿Con que en un club de stripteasse eh? ¿Y que club Jimmy? Sólo se les ve saliendo de una puerta trasera de un callejón.
J.Olsen: Pero es el club Shapphire cerca del Luthor Plaza. ¡Todos lo conocen por la polémica que se sirve día a día en ese antro!
P.White: ¿Y donde se ve en la foto “Club Sapphire” Jimmy? ¡No puedes tomar unas fotos sin plasmar una de las cosas más importantes! Cualquiera podría desmentir que estuviese en ese club por falta de pruebas contundentes.
J.Olsen: Jefe…revisaré todas las fotos, quizás haya olvidado ese pequeño detalle pero…
P.White: ¡¡Jimmy!! ¿Qué le importa al Planet que el alcalde de Metrópolis vaya a un club de stripteasse eh? ¡¿Somos prensa rosa Jimmy?! ¿Nos parecemos en algo al Inquisitor?
Jimmy giró sus pupilas 360º intentado decir algo pero justo cuando tomó aire para contestar el señor White éste último volvía a hablar.
P.White: Te pedí que le siguieras durante toda la jornada de ayer para comprobar si era cierto que iría hasta los laboratorios recién instalados de Luthorcorp que tanta polémica han dado en los últimos meses ¿y que me traes? ¡Un recuerdo de una noche de sexo y fantasías Jimmy!
J.Olsen: ¡¡Es lo que hicieron jefe!! No les vi en todo el día ir hasta los laboratorios, simplemente salió de su trabajo a las 8 y se fue a…
P.White: Jimmy vuelve al trabajo.
Jimmy siguió allí parado mientras examinaba su cámara reflejando una sensación de fracaso total tras las últimas fotos. En un intento desesperado de suavizar un poco el tema optó por la técnica de “pelotea como puedas al jefe”.
J.Olsen: ¿Un café?
P.White: No Jimmy…no más café.
J.Olsen: A lo mejor lo quiere descafeinado…
P.White: No…
J.Olsen: ¡Un bollo! Eso es ¿no?
P.White: ¡NOOO!
Jimmy salió refunfuñando del despacho del señor White hasta que se dio de bruces con Chloe la cual se dirigía en ese momento hasta el despacho del jefe.
Jimmy pareció reflejar cierta dosis de nerviosismo mientras pedía disculpas en un tono forzado.
C.Sullivan: ¡Ey Jimmy! ¿Salió bien la captura del alcalde anoche?
J.Olsen: ¡Sexo y fantasías!
C.Sullivan: ¡¿Qué?!
J.Olsen: Sexo y fantasías, esa ha sido la respuesta del jefe…
C.Sullivan: JeJeJe ¡Bueno! Ten cuidado entonces, seguramente te veas ahora detrás de ti a algún buitre del Inquisitor buscándote para comprarte esas fotos.
J.Olsen: ¡Jumm! No es mala idea, necesito llevar el coche al taller y estoy sin blanca. ¡Eso si! Nada de esto al jefe eh.
Chloe sonrió a Jimmy mientras levantaba el pulgar en señal de respuesta a las palabras de Jimmy. Ambos se dispusieron a separarse hasta que Jimmy volvió a detenerse en seco.
J.Olsen: ¡Ey! ¿y CK?
C.Sullivan: Abajo en el sótano, intenta sacar partido a los sucesos de Luthorcorp en Grandville, seguro que no le vendría nada mal tu ayuda.
J.Olsen: Si…¡nos vemos!
Jimmy tomó el ascensor y bajó hasta el sótano el cuál estaba apilado de cajas hasta los enormes techos de la sala. Clark estaba en ese momento observando el monitor de un ordenador que había conectado junto a una fotocopiadora bastante deteriorada. Llevaba puestas unas gafas de color negro benge que le quedaban algo sueltas.
J.Olsen: ¡Ey CK!
C.Kent: ¡Jimmy! ¿Qué tal todo?
J.Olsen: Sexo y fantasías.
Clark se le quedó mirando mientras se quitaba las gafas para ver a que se refería Jimmy, al ver que no entendía nada, Jimmy hizo una mueca y se acercó hasta el monitor del ordenador.
J.Olsen: ¡Déjalo! Cosas del jefe…¿Qué es todo esto?
C.Kent: Es una mapa de las infraestructuras de los laboratorios de Luthorcorp que han cerrado en Grandville.
J.Olsen: ¿Piensas infiltrarte en ellos?
C.Kent: Estuviste presente en la negativa de Perry White cuando le traje aquel artículo tan…poco convincente. Chloe dice que hay que arriesgar, Luthorcorp será un buen comienzo. ¿Te vienes?
J.Olsen: Si hay algo bueno en esos laboratorios que pueda captar mi cámara, cuenta conmigo.
Clark y Jimmy salieron del Planet y subieron en la camioneta de Clark rumbo a Grandville. Mientras tanto…en la Luthorcorp…
(Suena de fondo Square One de Coldplay)
Lex Luthor yacía en una amplia sala acompañado de un hombre vestido con una bata blanca. Examinaban algo que estaba incrustado en una especie de piedra que estaba bastante deteriorada y que estaba cubierta de un líquido medio verdoso.
El científico que lo acompañaba miraba a Luthor con cierto temor y con cierto disimulo repasaba unos apuntes que tenía en una carpeta.
Lex seguía allí mirando aquella piedra muy de cerca hasta que se reincorporó y esbozó una amplia sonrisa en símbolo de victoria.
L.Luthor: ¿Está preparado?
Científico: Si, hay un 95% de probabilidades de éxito señor Luthor.
L.Luthor: Bien…entonces, hágalo.
Continuará…
Justo en el centro, yacía uno de los edificios más importantes y emblemáticos de toda la ciudad: el Daily Planet. Con sus más de 30 plantas, se alza hasta lo más alto llegando incluso a competir con la no tan lejana torre Luthor. El Planet es hoy por hoy el periódico más leído, cotizado y criticado de todo el país; si algo sucede en Metrópolis, el Daily Planet es la llave que abre las puertas a la verdad acerca de las innumerables historias que suceden en la ciudad y el resto del mundo: asesinatos, robos, escándalos, política, guerras…
Pero…muy pronto, el prestigioso diario será testigo de algo que cambiará el mundo, un icono para la humanidad, una esperanza para acabar con la violencia, la salvación en estado puro.
No muy lejos del número 355 del Daily Planet se hayan en un pequeño apartamento dos personas que persiguen la verdad día tras día, que buscan las claves para sacar a la luz historias, que luchan por acabar con todo aquello que impiden el transcurso normal de la vida.
Eran las 06:30 de la mañana. Un despertador había sonado…
(Suena de fondo Sorry Seems to be the Hardest Word de Elton John & Blue)
Una leve brisa penetra por una ventana entreabierta con unas finas cortinas en tonos pastel. En una cama, una mano roza el pecho de alguien que dista de ser lo que se conoce un ser normal y corriente. Clark Kent, un joven granjero de Kansas que tras vivir una dulce y a la vez dura adolescencia en la ciudad de Smallville, viajó en busca de sus raíces hasta encontrar su hogar y dónde dio comienzo un entrenamiento que le cambiaría para siempre y le haría ver el mundo como su mayor reto en el cual deberá proteger a los suyos y al resto de la humanidad.
Por otro lado, Chloe Sullivan, guapa, lista y perspicaz. La mejor amiga de Clark y el amor de su vida. Metrópolis es como bien dice ella “su hábitat natural”, le gusta el misterio, le intriga los secretos que esconden la vida, se interesa por aquello que piensa que no puede alcanzar.
Una pareja destinada a cambiar el mundo, donde el esfuerzo, la confianza y el amor en estado puro definen a Chloe & Clark.
Metrópolis, Una visión diferente. [Mirando hacia el futuro]
C.Kent: Eh…¿sigues dormida?
C.Sullivan: Sigo aquí…¿Qué hora es?
C.Kent: Las 06:30 de la mañana. ¿Te has fijado que hoy hace un día precioso?
Clark se había acomodado sobre el respaldo de la cama mientras rodeaba con su brazo a Chloe; ella seguía rozando su pecho mientras volvía a cerrar los ojos por unos instantes.
C.Sullivan: Si…siento la brisa que entra desde la ventana. Veo que la dejaste abierta anoche. ¿Dónde estuviste?
C.Kent: Oí unos gritos que provenían de la plaza mayor y decidí echar un vistazo.
C.Sullivan: ¿Un mendigo?
C.Kent: Un tipo en una moto. Le había robado una cesta de la compra a una anciana que pasaba por allí. Corrí hasta alcanzar al de la moto cerca de los aparcamientos de Summerhold.
C.Sullivan: Suerte que estabas allí.
Chloe finalmente abrió los ojos y se rodeó el pelo hasta recogérselo en un moño. Tenía el pelo tan rubio como de costumbre y lucía una melena hasta por debajo de los hombros. El suave olor a vainilla de su pelo estaba presente en toda la habitación gracias a la leve brisa que provenía del exterior.
Dio un beso a Clark y se levantó de la cama y fue hasta un escritorio cercano que tenía una maquina de café.
Cogió dos tazas y las llenó hasta arriba del café que guardaban en un recipiente de plástico duro.
Mientras bostezaba volvió a la cama con los cafés en mano y los dirigió hasta Clark que inmediatamente los calentó con su visión térmica.
C.Sullivan: Oh…azúcar…
C.Kent: Ya voy yo.
Clark se levantó de la cama y salió de la habitación mientras buscaba algo de azúcar en unos recipientes de cerámica que guardaban en una pequeña despensa de color verde musgo. Clark abrió uno de ellos y vio que estaba vacío, tenía un extraño brillo por los bordes.
Desde la habitación, Chloe seguía bostezando mientras le intentaba decir algo a Clark.
C.Sullivan: Creo que no nos queda. Shelby anoche estuvo jugando y creo que se comió todo lo que quedaba en el bote…¿me oyes Clark?
C.Kent: Si, aquí tienes azúcar.
En su mano derecha, Clark llevaba dos sobres de azúcar con un logo que dibujaba un reloj con las agujas apuntando hacía los extremos en los que se podían ver dos ángeles tomándose un expresso.
C.Sullivan: ¿Has ido hasta el café de Ben a por el azúcar?
C.Kent: Si, ya estaba abierto. No creo que se moleste por tomarle prestado un poco de azúcar.
C.Sullivan: ¿Prestado eh?
Chloe le miró de reojo y apretó los labios mientras le arrebata a Clark uno de los sobres de azúcar. Clark se sentó junto a ella y tomó el mando de la televisión que se encontraba empotrada en la pared frente a la cama. Había puesto las noticias de la BBC. Emitían un resumen mañanero de las noticias más frescas.
C.Sullivan: ¡Fíjate! Llevan en huelga dos semanas y no van a conseguir nada.
C.Kent: Mira, escucha las declaraciones de Lex.
“Créanme señoras y señores, el mundo no se hizo para los débiles. Si no sois capaces de salir de éste pequeño bache por si mismos más razones me dais para justificar el despido de todos vosotros y por consiguiente del cierre de las industrias de Grandville. No estaba dando los beneficios que esperaba y por ello se suspendieron todas las actividades científicas que se dieron. Buena suerte en el apasionante mundo del paro muchachos”.
En el monitor de televisor, Lex Luthor, el actual presidente de Luthorcorp y sus innumerables negocios repartidos por medio país se hacían noticia una vez más. Los más de 1000 trabajadores que se veían congregados en las afueras de los laboratorios de Grandville no daban crédito a las declaraciones de Lex que se habían proyectado a través de una pantalla instalada en un gran panel.
C.Sullivan: Veo que Lex ha tomado ejemplo de su padre con el cierre de las fábricas de Smallville hace 7 años.
C.Kent: La muerte de Lionel le ha afectado en gran medida. No se hasta que punto será capaz de llegar, Chloe.
Tras el café mañanero, Chloe pasó a la ducha mientras que Clark buscaba a Shelby por los pasillos de la casa. El perro descansaba tras el sofá del salón boca arriba. Tenía el hocico metido en el hueco del sofá mientras olisqueaba algo parecido a una bola de papel de periódico; se giró hasta quedar boca abajo y lo intentó sacar con una pata.
Clark vio lo que hacía y levantó el sofá con una mano y con la otra recogió la bola de periódico tan deseada por el canino.
C.Kent: ¿Es esto lo que buscabas? Veo que has perdido la práctica amigo.
Shelby es desde hace años el perro de los Kent. Si hay algo que se diferencia de los demás perros es por sus extraños superpoderes que le permiten mover cualquier cosa con el menor esfuerzo. En los últimos meses se vino con Clark a Smallville debido a que no podría seguir viviendo tan sólo en la granja de los Kent.
Chloe había salido de la ducha cubierta con una toalla azul celeste. Con los pies descalzos se acercó hasta la cocina y descolgó el auricular del teléfono mientras conectaba el manos libres.
C.Sullivan: Clark, olvidé decírtelo anoche. Tu madre dejó un mensaje en el contestador cuando llegué a casa.
C.Kent: De acuerdo. ¡Chloe! Me has dejado sin agua caliente…
Desde la ducha, Clark escuchaba el mensaje de su madre gracias a sus poderes para oír a cierta distancia a su vez que emitían pequeñas sondas de calor a un pequeño termo que estaba fijado en una de las paredes del baño.
“Clark, hace días que no se de ti. ¿Qué tal te va en Metrópolis? ¿Has conseguido finalmente entrar en el Planet? Aquí en Washington todo sigue igual, acabo de salir de una conferencia internacional sobre la pobreza en los países del tercer mundo y ya estoy de regreso al hotel. Este fin de semana volveré a casa, pásate y así me cuentas todo. Te quiero hijo”
Chloe se había acercado al baño ya vestida mientras se peinaba junto al espejo y se calzaba unos tacones de color caqui con lunares negros.
C.Sullivan: Parece ser que esa conferencia le fue genial. Escuché anoche en la redacción que finalmente se mandarán unas subvenciones provenientes de más de 12 estados de América y 16 países del resto del mundo.
C.Kent: Lleva luchando mucho en los últimos meses por conseguirlo y a pesar de las malas influencias de sus colegas del senado la cosa ha salido tal y como ella esperaba.
C.Sullivan: Y hablando de esperanzas…¿no se suponía que ibas a hablar ayer con Perry White para ver si te contrataba?
C.Kent: No le gustó para nada mi artículo sobre la supervivencia de los lagartos gigantes de Australia…ya no se que puedo hacer para convencerle de que…
C.Sullivan: …¿de que ese artículo solo aparece en las páginas del Nacional Geographic?
C.Kent: ¡Chloe!
Chloe abrió las cortinas de la ducha y se cruzó de brazos mientras miraba a Clark de arriba abajo.
C.Sullivan: Tienes que buscar otra cosa. No creo que a un periódico tan importante le interesen esa clase de historias. ¿Por qué no pruebas suerte con todo el revuelo de la Luthorcorp?
C.Kent: Ya estás tu con ese caso y prácticamente lo has zanjado; además, con las últimas declaraciones de Lex no hay nada más que indagar.
C.Sullivan: Clark…nunca descartes nada. Que no se hable más de un caso no quiere decir que se haya zanjado, siempre quedan migas repartidas por algún lado y creo que es tu oportunidad para encontrarlas.
C.Kent: ¿Qué sugieres?
C.Sullivan: ¡Investiga! Han cerrado las fábricas de Grandville por algún motivo que aún se desconoce. Seguramente me toque a mi cargar con eso pero creo que podré rechazar esa oferta al jefe para el número de mañana.
Clark cerró el grifo y miró a Chloe con cierta picardía y empezó a hablar en tono irónico.
C.Kent: ¿Son cosas mías o tengo la impresión de que me lo estás poniendo fácil?
C.Sullivan: Sólo te estoy dando un poco de ventaja.
C.Kent: ¿Ah si señorita Sullivan?
C.Sullivan: Está bien, tú te lo has buscado. Si no quieres que te lo ponga fácil lo haré. Veamos quién resuelve antes el caso.
Chloe se acercó hasta la palanca de la ducha y la abrió poniendo el agua fría.
C.Sullivan: No te vendrá nada mal refrescarte la mente un poco antes del reto.
Daily Planet (Despacho del señor White)
P.White: Si, si…¡ya os he dicho que no podemos ampliar más la sección de esquelas Langdon! Dígale a esa señora que no sea tan pesada y que si quiere esquelas que vaya al Inquistor, no creó que les importe hacerle hueco en sus insultantes páginas.
El señor White era un hombre con mucho carácter. Estaba postrado en su gran sillón grisáceo mientras se desayunaba un bollo de azúcar con un café doble de la máquina de la recepción. Solía llevar siempre unos pantalones con tirantes que eran un claro reflejo de la afición que sentía su mujer por la costura; unas veces eran de colores azules con rombos de color rojo y otras iban con diminutos caballitos de mar dándose una siesta.
En ese momento un joven de 1,70 entró por la puerta del jefe sin avisar. Tenía el pelo castaño sin peinar hacia delante y llevaba una blusa amarilla pastel con rayas horizontales y unos enormes pantalones marrones en los que podría guardar la enorme cámara de fotos que llevaba colgada del cuello.
P.White: ¡Jimmy, cuánto has tardado! ¿Tienes las fotos?
Jimmy Olsen, el mejor amigo de Clark Kent se acercó hasta la mesa del jefe para dejar un enorme sobre al lado de un montón de papeles que tenía el señor White en su infinita mesa de trabajo.
J.Olsen: ¡Jefe! Esta vez quedará impresionado. ¡Observe! Le pillé justo cuándo escapaba del club nocturno. ¡Fíjese! Iba con su colega del senado el señor Wellington.
El señor White había sacado unas fotos tomadas del alcalde de Metrópolis que iba acompañado de un señor con una mirada alegre que era señal de que estaba un tanto “contento”. La foto había sido tomada en uno de los clubes de stripteasse más famosos de la ciudad, solo que no se veía tan bien reflejado como se esperaba en la foto.
El señor White se tocó la barbilla mientras alzaba su mirada hasta los ojos de Jimmy.
P.White: ¿Con que en un club de stripteasse eh? ¿Y que club Jimmy? Sólo se les ve saliendo de una puerta trasera de un callejón.
J.Olsen: Pero es el club Shapphire cerca del Luthor Plaza. ¡Todos lo conocen por la polémica que se sirve día a día en ese antro!
P.White: ¿Y donde se ve en la foto “Club Sapphire” Jimmy? ¡No puedes tomar unas fotos sin plasmar una de las cosas más importantes! Cualquiera podría desmentir que estuviese en ese club por falta de pruebas contundentes.
J.Olsen: Jefe…revisaré todas las fotos, quizás haya olvidado ese pequeño detalle pero…
P.White: ¡¡Jimmy!! ¿Qué le importa al Planet que el alcalde de Metrópolis vaya a un club de stripteasse eh? ¡¿Somos prensa rosa Jimmy?! ¿Nos parecemos en algo al Inquisitor?
Jimmy giró sus pupilas 360º intentado decir algo pero justo cuando tomó aire para contestar el señor White éste último volvía a hablar.
P.White: Te pedí que le siguieras durante toda la jornada de ayer para comprobar si era cierto que iría hasta los laboratorios recién instalados de Luthorcorp que tanta polémica han dado en los últimos meses ¿y que me traes? ¡Un recuerdo de una noche de sexo y fantasías Jimmy!
J.Olsen: ¡¡Es lo que hicieron jefe!! No les vi en todo el día ir hasta los laboratorios, simplemente salió de su trabajo a las 8 y se fue a…
P.White: Jimmy vuelve al trabajo.
Jimmy siguió allí parado mientras examinaba su cámara reflejando una sensación de fracaso total tras las últimas fotos. En un intento desesperado de suavizar un poco el tema optó por la técnica de “pelotea como puedas al jefe”.
J.Olsen: ¿Un café?
P.White: No Jimmy…no más café.
J.Olsen: A lo mejor lo quiere descafeinado…
P.White: No…
J.Olsen: ¡Un bollo! Eso es ¿no?
P.White: ¡NOOO!
Jimmy salió refunfuñando del despacho del señor White hasta que se dio de bruces con Chloe la cual se dirigía en ese momento hasta el despacho del jefe.
Jimmy pareció reflejar cierta dosis de nerviosismo mientras pedía disculpas en un tono forzado.
C.Sullivan: ¡Ey Jimmy! ¿Salió bien la captura del alcalde anoche?
J.Olsen: ¡Sexo y fantasías!
C.Sullivan: ¡¿Qué?!
J.Olsen: Sexo y fantasías, esa ha sido la respuesta del jefe…
C.Sullivan: JeJeJe ¡Bueno! Ten cuidado entonces, seguramente te veas ahora detrás de ti a algún buitre del Inquisitor buscándote para comprarte esas fotos.
J.Olsen: ¡Jumm! No es mala idea, necesito llevar el coche al taller y estoy sin blanca. ¡Eso si! Nada de esto al jefe eh.
Chloe sonrió a Jimmy mientras levantaba el pulgar en señal de respuesta a las palabras de Jimmy. Ambos se dispusieron a separarse hasta que Jimmy volvió a detenerse en seco.
J.Olsen: ¡Ey! ¿y CK?
C.Sullivan: Abajo en el sótano, intenta sacar partido a los sucesos de Luthorcorp en Grandville, seguro que no le vendría nada mal tu ayuda.
J.Olsen: Si…¡nos vemos!
Jimmy tomó el ascensor y bajó hasta el sótano el cuál estaba apilado de cajas hasta los enormes techos de la sala. Clark estaba en ese momento observando el monitor de un ordenador que había conectado junto a una fotocopiadora bastante deteriorada. Llevaba puestas unas gafas de color negro benge que le quedaban algo sueltas.
J.Olsen: ¡Ey CK!
C.Kent: ¡Jimmy! ¿Qué tal todo?
J.Olsen: Sexo y fantasías.
Clark se le quedó mirando mientras se quitaba las gafas para ver a que se refería Jimmy, al ver que no entendía nada, Jimmy hizo una mueca y se acercó hasta el monitor del ordenador.
J.Olsen: ¡Déjalo! Cosas del jefe…¿Qué es todo esto?
C.Kent: Es una mapa de las infraestructuras de los laboratorios de Luthorcorp que han cerrado en Grandville.
J.Olsen: ¿Piensas infiltrarte en ellos?
C.Kent: Estuviste presente en la negativa de Perry White cuando le traje aquel artículo tan…poco convincente. Chloe dice que hay que arriesgar, Luthorcorp será un buen comienzo. ¿Te vienes?
J.Olsen: Si hay algo bueno en esos laboratorios que pueda captar mi cámara, cuenta conmigo.
Clark y Jimmy salieron del Planet y subieron en la camioneta de Clark rumbo a Grandville. Mientras tanto…en la Luthorcorp…
(Suena de fondo Square One de Coldplay)
Lex Luthor yacía en una amplia sala acompañado de un hombre vestido con una bata blanca. Examinaban algo que estaba incrustado en una especie de piedra que estaba bastante deteriorada y que estaba cubierta de un líquido medio verdoso.
El científico que lo acompañaba miraba a Luthor con cierto temor y con cierto disimulo repasaba unos apuntes que tenía en una carpeta.
Lex seguía allí mirando aquella piedra muy de cerca hasta que se reincorporó y esbozó una amplia sonrisa en símbolo de victoria.
L.Luthor: ¿Está preparado?
Científico: Si, hay un 95% de probabilidades de éxito señor Luthor.
L.Luthor: Bien…entonces, hágalo.
Continuará…
En el episodio anterior…
C.Sullivan: Tienes que buscar otra cosa. No creo que a un periódico tan importante le interesen esa clase de historias. ¿Por qué no pruebas suerte con todo el revuelo de la Luthorcorp?
C.Kent: ¿Qué sugieres?
C.Sullivan: ¡Investiga! Han cerrado las fábricas de Grandville por algún motivo que aún se desconoce.
(…)
P.White: Te pedí que le siguieras durante toda la jornada de ayer para comprobar si era cierto que iría hasta los laboratorios recién instalados de Luthorcorp que tanta polémica han dado en los últimos meses ¿y que me traes? ¡Un recuerdo de una noche de sexo y fantasías Jimmy!
J.Olsen: ¡¡Es lo que hicieron jefe!! No les vi en todo el día ir hasta los laboratorios, simplemente salió de su trabajo a las 8 y se fue a…
P.White: Jimmy vuelve al trabajo.
(…)
C.Kent: Es una mapa de las infraestructuras de los laboratorios de Luthorcorp que han cerrado en Grandville.
J.Olsen: ¿Piensas infiltrarte en ellos?
C.Kent: Estuviste presente en la negativa de Perry White cuando le traje aquel artículo tan…poco convincente. Chloe dice que hay que arriesgar, Luthorcorp será un buen comienzo. ¿Te vienes?
J.Olsen: Si hay algo bueno en esos laboratorios que pueda captar mi cámara, cuenta conmigo.
(…)
L.Luthor: ¿Está preparado?
Científico: Si, hay un 95% de probabilidades de éxito señor Luthor.
L.Luthor: Bien…entonces, hágalo.
Metrópolis, Una visión diferente. [La decisión]
(Suena de fondo Come with Me de Sita)
(Carretera Sur de Metrópolis)
A lo lejos de la carretera sur de Metrópolis, en un descapotable rojo, una chica de unos 26 años conducía a toda velocidad con la mirada centrada hacia el horizonte. Llevaba el pelo suelto con algunos tirabuzones que definían el color castaño de su pelo. Lois Lane, hija de un general y prima de la hasta el momento reportera más prestigiosa del Daily Planet aceleraba su vehículo a la par que subía la música de la radio.
En ese momento parecía muy segura de sí misma. En los últimos años había abandonado Metrópolis tras su más que rotundo fracaso en todo aquello que se proponía alcanzar.
Un teléfono había comenzado a sonar en el asiento del copiloto. Conectó el manos libres y cerró el techo del vehículo mediante un pequeño dispositivo conectado al volante para escuchar bien.
L.Lane: ¿Diga?
C.Sullivan: ¿Por dónde andas primita?
L.Lane: Ya estoy llegando Chloe.
C.Sullivan: ¿Vienes en Metro?
L.Lane: JeJeJe. ¡El último regalo del general tras mi despedida! Una descapotable que enamoraría a cualquiera.
C.Sullivan: ¿Rojo?
L.Lane: ¡¡¡Siii!!!!
C.Sullivan: Creo que voy a empezar a odiarte primita…
L.Lane: En 10 minutos estoy en el Planet. ¡No tardo!
Lois desconectó el auricular y volvió a desplegar el techo. Tenía una meta que cumplir en Metrópolis y esta vez no estaba dispuesta a desaprovecharla.
Mientras tanto, muy lejos de Metrópolis en otro vehículo no tan espectacular como el de Lois iban Jimmy y Clark rumbo a los laboratorios de Grandville de Luthorcorp. Mientras Clark conducía, Jimmy revisaba los planos que había sacado del ordenador para ver dónde se metían.
J.Olsen: Según esto…es imposible entrar por ningún lado…sólo hay dos entradas y ambas están protegidas…
C.Kent: Jimmy, las fábricas han sido cerradas, como mucho ahí dentro sólo quedará un guarda de seguridad, y por suerte amigo, ¡somos dos!
J.Olsen: Espero que entonces estés en lo cierto C.K.
Finalmente llegaron hasta los laboratorios de Luthorcorp. Estaban situadas cerca de un gran embalse de agua el cual estaba lleno de vertidos tóxicos que probablemente vendrían de los laboratorios. Jimmy empezó a fotografiar el embalse y recordó lo que le había dicho su jefe hacía unas horas, aunque quizás en esta ocasión, era más que obvio que esos embalses pertenecían a la Luthor por la cantidad de veces que la noticia se había dado en televisión.
C.Kent: Parece que no hay nadie por aquí.
J.Olsen: Ahí está una de las entradas.
Ambos intentaron penetrar en el edificio pero como era de esperar, estaba cerrado con llave.
J.Olsen: Buen intento…
C.Kent: Prueba con la puerta de atrás, veré si puedo encontrar algo para forzar la cerradura.
Jimmy se quedó mirando a Clark unos segundos con cara de no entender nada.
J.Olsen: Eres tan raro C.K.
C.Kent: Venga, démonos prisa.
Jimmy se alejó en busca de la otra entrada siguiendo el itinerario de los planos mientras que Clark le miraba hasta estar completamente seguro de que Jimmy no se volvería para atrás. Tras estar seguro, cogió el candado que tenía las puertas y lo abrió con un apretón de manos.
C.Kent: ¡Ya esta Jimmy!
J.Olsen: No se como no me sorprende…¿con que lo has abierto esta vez?
C.Kent: No nos hemos fijado en que estaba algo deteriorado el candado. Venga, démonos prisa.
Una vez dentro, poco a poco fueron inspeccionando la zona con cierto recelo por si veían a algún guarda de seguridad.
Jimmy se había distraído tomando fotos de todo aquello que veía.
La mayoría de las salas estaban plagadas de microscopios, material de oficina, camillas y cámaras refrigeradoras las cuales estaban completamente vacías.
J.Olsen: Sólo hay hojas en blanco C.K. ¿Qué me dices de estas camillas? Tal vez si llevamos estas sábanas para que busquen huellas dactilares sepamos algo interesante.
C.Kent: No Jimmy, sería una pérdida de tiempo…sigamos hasta el segundo nivel. ¡Vamos!
Tras ver que el ascensor no funcionaba por el corte de luz que debieron de dejar tras cerrar los laboratorios tomaron las escaleras para llegar al segundo nivel. A lo largo de un interminable pasillo, miles de cámaras independientes se repartían por todo el lugar. Jimmy empezó a correr volviendo a fotografiar todo lo que veía mientras Clark inspeccionaba las cámaras con cierto disimulo detrás de Jimmy.
Utilizó su visión de rayos X para inspeccionar toda la zona hasta que algo le llamó la atención y pudo ver algo que le resultó un tanto familiar.
En una caja metálica pudo ver como habían cerca de 12 envases con un líquido verde dentro el cual dedujo que debía de tratarse de kriptonita. Se frenó en seco y tras pensárselo dos veces empezó a caminar hasta la caja que se hallaba en una de las cámaras del final de pasillo.
J.Olsen: ¡Ey, no te quedes atrás vamos!
Jimmy siguió andando y fue el momento en el que Clark rompió el manillar de la cámara donde se guardaba aquella caja. Abrió la puerta y tragó saliva sin dar un paso más.
C.Kent: ¡Ey, Jimmy! Escucha, dentro de esta cámara, ¿ves esa caja de ahí?
J.Olsen: Si, no parece llamar la atención.
C.Kent: No se, tengo una corazonada. Jimmy, tan sólo confía en mi, no podemos abrir la caja hasta llegar al Planet ¿de acuerdo?
J.Olsen: ¿Ya nos vamos? ¿Y donde se supone que deben estar las pruebas de sangre o la carpeta confidencial que todo loco tiene guardada sobre sus experimentos?
C.Kent: ¡Vamos! Confía en mi. Toma las fotos que necesites y volvamos a la redacción.
Tras asegurarse de que la caja estaba cerrada, Clark cogió la enorme caja cargada de los frascos de kriptonita y se lo llevaron a la camioneta la cual guardaron en el maletero.
Daily Planet (Ascensores)
(Suena de fondoDance of the Sugar Plum Fairy de Tchaikovski)
Como de costumbre, los ascensores del Daily Planet estaban abarrotados de gente. Una Lois decidida había presionado el botón para entrar en él; tomó aire y dio un paso firme tras ver como se habría la puerta y se topaba con una muchedumbre de periodistas centrados en su lectura de cada mañana. De fondo sonaba una dulce melodía idea de Perry White. Solía decir que el ascensor era el único lugar de todo el periódico donde se podía “respirar el silencio”. Una melodía de Tchaikovski invadía el lugar mientras todos se apretujaban y pasaban página a sus periódicos. Lois se había quedado mirando un tanto extrañada y tras un pequeño giro pulsó el número 32.
Miraba su reloj con cierto nerviosismo entre tanto silencio el cuál detesta rotundamente y no pasó de girar en todo momento la vista a todos y cada uno de los allí presentes mientras intentaba leer algo en portada “Luthor cierra una fábrica más y la senadora Kent abre un centro más de acogida en EE.UU”.
Tras unos minutos de entrada y salida de personas, Lois llegó hasta el piso 32. Al abrirse las puertas alguien le esperaba en medio del pasillo. Chloe yacía allí mientras le esbozaba una amplia sonrisa a su prima las cuales se dieron un fuerte abrazo.
C.Sullivan: No sabes cuanto te he extrañado Lois.
L.Lane: ¡Ey Nanny! Menudo cambio has dado. ¡Estás guapísima!
C.Sullivan: Un poco de melena nunca viene mal.
L.Lane: A mi este calor me está matando y que conste que solo llevo el pelo suelto por da buena imagen a tu jefe.
C.Sullivan: ¡Está deseando conocerte! Kahn abandonó el puesto hace mucho, ésta vez tendrás más suerte, ya verás.
L.Lane: Espero que este reportaje me salve la vida.
Lois había sacado de una carpeta azul unos hojas redactadas a ordenador que llevaban por título “¿Dónde quedaron los héroes de ficción?”. No paraba de mover los pies y tenía a Chloe más que mareada entre tanto nerviosismo.
C.Sullivan: ¿Qué traes esta vez?
L.Lane: Un claro reflejo de lo que vive Metrópolis hoy día. Llevo con este reportaje dos semanas. ¿Sabías que el porcentaje de robos y crímenes ha ido en aumento en los últimos años? Metrópolis sigue siendo una ciudad insegura.
C.Sullivan: ¿Dónde quedaron los héroes de ficción? ¡Tiene gancho! A ver que dice…
L.Lane: ¡De eso nada primita!
Lois le había quitado a Chloe de las manos el reportaje que había querido empezar a leer y lo volvió a guardar en la carpeta. Chloe parpadeó varias veces desconcertada y se quedó mirando unos instantes a su prima la cual había esbozado una sonrisa un tanto desafiante a Chloe.
L.Lane: Nadie ha leído aún este artículo y tengo cierto pavor a las criticas de los demás antes que la de tu jefe.
C.Sullivan: Sin duda parece que has venido para quedarte definitivamente. Bien, respira hondo y…suéltalo todo. No estés tan nerviosa. He hablado con el jefe y me he pasado horas y horas hablando sobre ti en su despacho. No es un hombre fácil pero reconoce a los buenos periodistas a kilómetros. Todo saldrá bien ¿de acuerdo?
L.Lane: Bien, bien…allá voy.
Tras esto, Lois caminó con paso decidido hasta el despacho del señor White y se detuvo unos instantes girándose hasta Chloe. Se había puesto tan recta como si de una regla se tratara y había levantado una mano hasta la altura de la cabeza con el dedo índice señalando hacia el techo.
L.Lane: ¿Crees que le voy a impresionar?
C.Sullivan: Desde luego.
Lois tomó aire y tocó la puerta dos veces, tras una respuesta Lois entró en el despacho del señor White mientras Chloe tomaba el ascensor a por un café.
El señor White estaba en ese momento mirando por los enormes ventanales que había tras su enorme mesa. Estaba tan pegado al cristal que su nariz se achataba tanto como la de un enano.
Lois seguía allí en medio de la puerta sin saber si entrar o salir huyendo. El señor White paró unos segundos y se la quedó mirando unos instantes mientras le pedía que pasara volviendo a mirar de nuevo por los cristales.
P.White: ¡Ven acércate!
Lois estaba desconcertada. No podía entender como la persona que iba a decidir si seguiría en Metrópolis durante mucho tiempo estaba tan distraído mirando por unos cristales.
P.White: Acércate muchacha. ¿Ves eso?
El señor White señalaba con cierta cautela a dos hombres que limpiaban los cristales del despacho contiguo del señor White. Iban vestidos con unos monos de color azul oscuro y llevaban unos enormes cascos blancos que le tapaban la cabeza. En ese momento engullían unos enormes bocadillos.
L.Lane: Si…ya los veo…son muy gua…quiero decir que…son muy irresponsables dándoles al bocata a estas horas cuando deberían estar trabajando.
P.White: No me refiero a eso muchacha. ¿Ves esos bocadillos? ¡¿Por qué diantres se los comen con los codos en alto y apuntando hasta aquí?! ¡Me están espiando!
L.Lane: Em…no alcanzo ver bien tras la mortadela y el queso de barra pero…creo que ahí no hay nada.
P.White: ¡Que si, que sí! Acércate, ¿ves eso oscuro de ahí? Seguro que son de esas mini cámaras de espionaje que han sacado al mercado últimamente.
Lois movió la cabeza de un lado a otro y estiró el cuello girándolo hasta el señor White al cuál le dirigió una mirada de no entender nada. Él seguía tan centrado en esos dos hombres que no prestó atención a lo que hacía Lois así que ésta no tuvo más remedio que seguir mirando hasta dar con la respuesta de tanto misterio.
L.Lane: Aceitunas.
P.White: ¿Qué dices?
L.Lane: Aceitunas. De anchoas, yo también me como esta mortadela. La venden en el supermercado que está en las afueras de la ciudad.
P.White: Son aceitunas…ya decía yo…
L.Lane: Si, claro.
P.White: ¿Cómo dice?
L.Lane: Em…soy Lois Lane. Teníamos una cita ahora ¿recuerda?
Perry White salió de su paranoia con los limpiacristales y se quedó mirando a Lois unos segundos.
P.White: ¡Ah! Claro, Lois Lane desde luego. Me han hablado mucho de usted señorita Lane.
Lois se había puesto en una pose un tanto profesional mientras le sonreía con cierto nerviosismo al señor White. Estaba a punto de conocer su futuro más inmediato.
Por otro lado, Clark y Jimmy habían llegado a Metrópolis. Dejaron la camioneta dónde bien pudieron y cogieron la caja de metal que habían cogido de los laboratorios. Muy cerca de dónde estaban, se encontraba el Banco Internacional de Metrópolis el cual en esos momentos era protagonista de un atraco. La alarma no cesaba de sonar con su ensordecedor ruido y la gente empezaba a salir corriendo del lugar mientras se formaba una muchedumbre alrededor.
Clark se dio cuenta de lo que ocurría y prestó atención a lo que se daba en ese momento dentro del lugar con su “súper oído”. Oía varios gritos de una mujer que pedía socorro.
Clark le dejó a Jimmy la caja de un golpe y salió corriendo tomando una salida por detrás para despistar a Jimmy.
J.Olsen: ¡Ey C.K! ¿Qué mosca te ha picado ahora?
Jimmy no entendía nada y siguió allí parado durante un buen rato con la caja entre sus brazos la cual le hacía sudar de tanto que pesaba.
Clark con su súper velocidad había llegado hasta el lugar dónde se encontraba el atracado el cual apuntaba a una mujer embarazada que no paraba de gritar.
Clark estaba escondido tras una columna y tras asegurarse de que no había nadie, fundió con su visión calorífica las cámaras de seguridad y se acercó a toda velocidad hasta el atracador que amenazaba al banquero en ese momento mientras gritaba una y otra vez que mataría a la mujer si no le daba el dinero.
Clark le asentó un puñetazo rápidamente dejándolo en el suelo mientras la mujer y el banquero se quedaron atónitos viendo al atracador que se retorcía de dolor en ese momento.
Desde el exterior se oían las sirenas de la policía que había aparcado en la entrada. Tras esto, Clark salió corriendo del lugar volviendo hasta la camioneta, Jimmy ya había entrado en el Planet.
Tras el revuelo formado en el banco, Clark se dispuso a entrar en el Planet. Por aquel entonces, seguían estando las tan características puertas giratorias de toda la vida. A Clark para su desgracia no le gustaban mucho ya que siempre acababa dándose contra el cristal. Una vez entró en uno de los huecos, fue girando hasta casi dar otra vuelta en la cual se metió alguien que conocía desde hacía años: Lois.
Los dos se había apretujado en uno de los espacios mientras Lois no daba crédito a lo que le estaba pasando y con quien le estaba pasando. Tras un par de meneos y vueltas en las puertas consiguieron salir hasta el exterior.
Clark parecía mareado y Lois parecía que se acababa de despertar con la melena revuelta.
L.Lane: ¡Ey! ¿Qué te ha dado ahora? ¿Tanto me has echado de menos? ¡Ten cuidado Smallville! No quiero que mi primita se crea que tengo algo entre manos contigo.
C.Kent: ¿Cuándo has llegado?
L.Lane: ¡Hoy! ¿Recuerdas? Tenía una entrevista con Perry White.
C.Kent: ¿Y…? ¿Qué tal ha ido?
L.Lane: Tienes ante ti a la nueva reportera del Daily Planet.
Lois se había arreglado la melena mientras sonreía de oreja a oreja mostrándole en toda su cara a Clark su artículo sobre crímenes en Smallville.
C.Kent: ¿Dónde quedaron los héroes de ficción?
L.Lane: ¡Así es! Le han encantado y ya me ha asignado un puesto en la planta 12, ahora me encargo de la sección de sucesos. Y bueno…también de la de esquelas ¡pero no por mucho tiempo! ¡¡Ya veras!!
Lois se había puesto eufórica en ese momento y no terminaba de creerse que había entrado en el Planet. Dio una leve palmadita a Clark en el cachete y volvió a sonreírle con cierto aire de compasión.
L.Lane: Mucha suerte Smallville, ya me ha dicho mi primita que tu también intentas entrar en el Planet. ¿Cuándo piensas dar el salto? ¡Suerte!
Lois no esperó a que Clark respondiese y empezó a caminar en tono triunfante dando de vez en cuando alguna vuelta mientras miraba desde lo lejos a Clark hasta que finalmente acabó comiéndose una farola. Clark se limitó a reírse mientras volvía a entrar en la redacción.
Chloe y Jimmy le esperaban en la mesa de Chloe la cual era de las mejores de toda la redacción, estaba al final de la sala y era bastante amplia, estaba llena de papeles y de notas pegadas por todo el monitor de su ordenador dónde había muy cerca una foto de ella y Clark juntos con la torre Eiffel de fondo.
Chloe fue la primera en ver entrar a Clark, llevaba en su mano uno de los frascos de kriptonita el cual escondió rápidamente dentro de la caja metálica y la cerró. Jimmy se la quedó mirando sin entender nada.
C.Sullivan: ¿Dónde te habías metido?
C.Kent: Fui a…a…por agua, estaba sediento y no podía aguantar más así que…
Clark y Chloe empezaron a hacer muecas intentado evitar a Jimmy para que Chloe entendiese el motivo de su retraso. Chloe sonrió a Clark en señal de que sabía el motivo de su ausencia.
J.Olsen: Bueno, sigo sin entender nada. Vamos a los laboratorios a por unos botes de “Flubber” y ya está ¿alguien puede explicarme que esta pasando?
C.Sullivan: Jimmy, creo que será mejor que reveles esas fotos y cuando las tengas quizás lo entiendas mejor ¿de acuerdo?
J.Olsen: Bien, si sabéis algo estaré en el estudio con las fotos…
Jimmy seguía sin entender nada y miró de reojo a Clark y a Chloe mientras bajaba la mirada. Desde hacía tiempo tenía asumido que Chloe y Clark hacían mejor equipo que con él aunque a veces sentía cierto recelo hacía Clark. Siempre había intentado impresionar a Chloe y tras su ruptura con ella sus ánimos por recuperarla se vinieron abajo.
C.Sullivan: He mandado uno de los frascos a un contacto que tengo muy cerca de aquí. En cuanto sepan algo me darán una respuesta. Por ahora he recibido un mail que me da las propiedades de dicho frasco.
C.Kent: Veo que tienes buenos contactos…y bastante eficaces.
C.Sullivan: Ya me conoces.
Chloe había encendido su monitor en el cual apareció un informe de los componentes de dicho frasco proveniente de unos archivos de la red de información confidencial de la Luthor.
C.Sullivan: Gracias al número de referencia que tenía la caja he rastreado la base de datos de la Luthor hasta dar con esto. Este frasco obviamente contiene altas dosis de la tan conocida kriptonita. Desde que Lex inició sus investigaciones hace años con ese material no ha cesado de hacer pruebas. Esta vez según dice el informe destaca el uso de un compuesto químico llamado khyos, una sustancia que segrega el cuerpo humano en estado de sudoración con un alto ritmo cardíaco. Además de esto, contiene otros elementos más complejos pero de todas formas aun no sabemos nada mas…
C.Kent: Hablamos entonces una vez más de un caso de experimentos con humanos.
C.Sullivan: Así es, de todas formas fíjate bien en este informe. Se ha probado con miles de objetos inanimados como la madera, rocas y acero y todos han sufrido una desastrosa descomposición…ya te puedes imaginar los efectos que puedan tener sobre los humanos.
El fax que había cerca del monitor había sonado y empezó a sacar un informe proveniente del contacto de Chloe la cual se apresuró a cogerlo y a leerlo junto a Clark el cual también leía a toda velocidad.
C.Kent: ¡Un experimento fallido!
C.Sullivan: Según las investigaciones de mi contacto todo quedo en un experimento sin éxito ya que la descomposición era tan letal tras el vertido del líquido sobre toda cosa que llegó a acabar con la vida de varias personas con las que se experimentaron en esos laboratorios.
C.Kent: Ahora se justifica el cierre de los laboratorios y del despido de sus científicos.
C.Sullivan: Conocen la verdad y más de uno habrá vivido la muerte de sus conejillos de indias. Es el momento de sacarles partido, estarán furiosos por su despido y mas de uno estará dispuesto a darnos su versión de los hechos. Dame dos minutos y sacaré una lista completa sobre los despedidos. Se ha hecho tarde pero aún podemos hacer algo. ¿Te vienes?
C.Kent: Te espero en el coche.
Durante el resto de la tarde, Chloe y Clark recorrieron Grandville y Metrópolis en busca de esos testimonios de los antiguos trabajadores de los laboratorios. Su gran mayoría prefirieron guardar silencio pero algunos dieron algunas declaraciones que reafirmaban la teoría de Chloe.
Tras una duro día de trabajo Chloe regresó a casa para redactar su nuevo informe a la espera de Clark el cual había ido a visitar a su madre en la granja Kent.
(Suena de fondo Angel from Montgomery de Susan Tedeschi)
La granja de los Kent estaba bastante deteriorada en los últimos años. La presencia de los Kent cada vez era menor y con la labor de Martha como senadora apenas tenía tiempo para regresar a su casa. Unos vecinos de Smallville llevaban ahora las tareas de la granja y los Kent era muy comprensivos con ellos.
La señora Kent con los años había envejecido bastante pero su espíritu luchador seguía muy presente. A pesar de su trabajo al cual le lleva dedicando más de 7 años, sigue siendo tan humilde como de costumbre. Iba vestida con unos pantalones de tela en color beige muy sencillos y llevaba una blusa de cuadros celestes dejando por unos instantes sus informales trajes de senadora. Estaba apoyada sobre la barandilla de la terraza mientras observaba los campos a los cuales tantos años le había dedicado junto a su marido, Jonathan Kent.
Clark había llegado y ambos se fundieron en un fuerte abrazo mientras su madre cerraba los ojos por unos momentos. Le acarició el pelo a su hijo y le apretó como bien pudo sus enormes hombros con sus pequeñas manos.
M.Kent: ¿Qué tal estas hijo?
C.Kent: Todo bien mamá. He visto tus últimas noticias. No sabes lo que feliz estaría papa si estuviese aquí ahora…
M.Kent: Si…estaría muy orgulloso. Y lo está, de ti Clark…al fin has encontrado tu lugar y se que pronto alcanzaras ese sueño de trabajar en el Planet. No estas sólo hijo…
C.Kent: Intento centrarme en ello, pero…a veces, no puedo hacerlo…siento que, tengo el deber de ayudar cada vez que hay problemas en la ciudad.
M.Kent: Tienes madera de héroe hijo. Desde que eras un crío la has tenido y creo que tras tantos años y viendo como va el mundo hoy día creo que debes dar el paso.
C.Kent: No entiendo…
M.Kent: Tu labor en el mundo es más importante de lo que crees Clark y tras tu entrenamiento en la fortaleza tu sentido de la justicia se ha incrementado en gran medida.
C.Kent: Si papá estuviese aquí ahora mismo…tal vez…
M.Kent: Escucha Clark, tu padre se ha ido…y no puedes seguir aferrándote al pasado. Recuerda las palabras de Jor-el cuando acabaste tu entrenamiento. Te dijo algo que deberías tener presente y no olvidar. Tienes un don hijo…
C.Kent: Pero…hay veces…que no puedo seguir…siempre tengo el temor a que me descubran…
Martha cerró los ojos y se tocó el labio con su dedo índice mientras volvía a mirar a su hijo.
M.Kent: Creo que hay una solución a eso Clark. Siempre has querido proteger esa identidad, y creo que es más fácil de lo que crees hijo…se me ha ocurrido algo que te ayudará en tu misión, ya verás…
C.Kent: No entiendo…
M.Kent: ¡Créeme Clark! El mundo no solo necesita a un héroe que nos salve, también necesita a un icono que nos guié hijo.
El sol poco a poco se iba ocultando a lo lejos de los campos de la granja Kent…todo parecía ir tomando forma y poco a poco Clark iba entendiendo que ya era hora de dar el gran paso…el paso que le llevará a convertirse en algo más que un hombre de acero.
Continuará…
C.Sullivan: Tienes que buscar otra cosa. No creo que a un periódico tan importante le interesen esa clase de historias. ¿Por qué no pruebas suerte con todo el revuelo de la Luthorcorp?
C.Kent: ¿Qué sugieres?
C.Sullivan: ¡Investiga! Han cerrado las fábricas de Grandville por algún motivo que aún se desconoce.
(…)
P.White: Te pedí que le siguieras durante toda la jornada de ayer para comprobar si era cierto que iría hasta los laboratorios recién instalados de Luthorcorp que tanta polémica han dado en los últimos meses ¿y que me traes? ¡Un recuerdo de una noche de sexo y fantasías Jimmy!
J.Olsen: ¡¡Es lo que hicieron jefe!! No les vi en todo el día ir hasta los laboratorios, simplemente salió de su trabajo a las 8 y se fue a…
P.White: Jimmy vuelve al trabajo.
(…)
C.Kent: Es una mapa de las infraestructuras de los laboratorios de Luthorcorp que han cerrado en Grandville.
J.Olsen: ¿Piensas infiltrarte en ellos?
C.Kent: Estuviste presente en la negativa de Perry White cuando le traje aquel artículo tan…poco convincente. Chloe dice que hay que arriesgar, Luthorcorp será un buen comienzo. ¿Te vienes?
J.Olsen: Si hay algo bueno en esos laboratorios que pueda captar mi cámara, cuenta conmigo.
(…)
L.Luthor: ¿Está preparado?
Científico: Si, hay un 95% de probabilidades de éxito señor Luthor.
L.Luthor: Bien…entonces, hágalo.
Metrópolis, Una visión diferente. [La decisión]
(Suena de fondo Come with Me de Sita)
(Carretera Sur de Metrópolis)
A lo lejos de la carretera sur de Metrópolis, en un descapotable rojo, una chica de unos 26 años conducía a toda velocidad con la mirada centrada hacia el horizonte. Llevaba el pelo suelto con algunos tirabuzones que definían el color castaño de su pelo. Lois Lane, hija de un general y prima de la hasta el momento reportera más prestigiosa del Daily Planet aceleraba su vehículo a la par que subía la música de la radio.
En ese momento parecía muy segura de sí misma. En los últimos años había abandonado Metrópolis tras su más que rotundo fracaso en todo aquello que se proponía alcanzar.
Un teléfono había comenzado a sonar en el asiento del copiloto. Conectó el manos libres y cerró el techo del vehículo mediante un pequeño dispositivo conectado al volante para escuchar bien.
L.Lane: ¿Diga?
C.Sullivan: ¿Por dónde andas primita?
L.Lane: Ya estoy llegando Chloe.
C.Sullivan: ¿Vienes en Metro?
L.Lane: JeJeJe. ¡El último regalo del general tras mi despedida! Una descapotable que enamoraría a cualquiera.
C.Sullivan: ¿Rojo?
L.Lane: ¡¡¡Siii!!!!
C.Sullivan: Creo que voy a empezar a odiarte primita…
L.Lane: En 10 minutos estoy en el Planet. ¡No tardo!
Lois desconectó el auricular y volvió a desplegar el techo. Tenía una meta que cumplir en Metrópolis y esta vez no estaba dispuesta a desaprovecharla.
Mientras tanto, muy lejos de Metrópolis en otro vehículo no tan espectacular como el de Lois iban Jimmy y Clark rumbo a los laboratorios de Grandville de Luthorcorp. Mientras Clark conducía, Jimmy revisaba los planos que había sacado del ordenador para ver dónde se metían.
J.Olsen: Según esto…es imposible entrar por ningún lado…sólo hay dos entradas y ambas están protegidas…
C.Kent: Jimmy, las fábricas han sido cerradas, como mucho ahí dentro sólo quedará un guarda de seguridad, y por suerte amigo, ¡somos dos!
J.Olsen: Espero que entonces estés en lo cierto C.K.
Finalmente llegaron hasta los laboratorios de Luthorcorp. Estaban situadas cerca de un gran embalse de agua el cual estaba lleno de vertidos tóxicos que probablemente vendrían de los laboratorios. Jimmy empezó a fotografiar el embalse y recordó lo que le había dicho su jefe hacía unas horas, aunque quizás en esta ocasión, era más que obvio que esos embalses pertenecían a la Luthor por la cantidad de veces que la noticia se había dado en televisión.
C.Kent: Parece que no hay nadie por aquí.
J.Olsen: Ahí está una de las entradas.
Ambos intentaron penetrar en el edificio pero como era de esperar, estaba cerrado con llave.
J.Olsen: Buen intento…
C.Kent: Prueba con la puerta de atrás, veré si puedo encontrar algo para forzar la cerradura.
Jimmy se quedó mirando a Clark unos segundos con cara de no entender nada.
J.Olsen: Eres tan raro C.K.
C.Kent: Venga, démonos prisa.
Jimmy se alejó en busca de la otra entrada siguiendo el itinerario de los planos mientras que Clark le miraba hasta estar completamente seguro de que Jimmy no se volvería para atrás. Tras estar seguro, cogió el candado que tenía las puertas y lo abrió con un apretón de manos.
C.Kent: ¡Ya esta Jimmy!
J.Olsen: No se como no me sorprende…¿con que lo has abierto esta vez?
C.Kent: No nos hemos fijado en que estaba algo deteriorado el candado. Venga, démonos prisa.
Una vez dentro, poco a poco fueron inspeccionando la zona con cierto recelo por si veían a algún guarda de seguridad.
Jimmy se había distraído tomando fotos de todo aquello que veía.
La mayoría de las salas estaban plagadas de microscopios, material de oficina, camillas y cámaras refrigeradoras las cuales estaban completamente vacías.
J.Olsen: Sólo hay hojas en blanco C.K. ¿Qué me dices de estas camillas? Tal vez si llevamos estas sábanas para que busquen huellas dactilares sepamos algo interesante.
C.Kent: No Jimmy, sería una pérdida de tiempo…sigamos hasta el segundo nivel. ¡Vamos!
Tras ver que el ascensor no funcionaba por el corte de luz que debieron de dejar tras cerrar los laboratorios tomaron las escaleras para llegar al segundo nivel. A lo largo de un interminable pasillo, miles de cámaras independientes se repartían por todo el lugar. Jimmy empezó a correr volviendo a fotografiar todo lo que veía mientras Clark inspeccionaba las cámaras con cierto disimulo detrás de Jimmy.
Utilizó su visión de rayos X para inspeccionar toda la zona hasta que algo le llamó la atención y pudo ver algo que le resultó un tanto familiar.
En una caja metálica pudo ver como habían cerca de 12 envases con un líquido verde dentro el cual dedujo que debía de tratarse de kriptonita. Se frenó en seco y tras pensárselo dos veces empezó a caminar hasta la caja que se hallaba en una de las cámaras del final de pasillo.
J.Olsen: ¡Ey, no te quedes atrás vamos!
Jimmy siguió andando y fue el momento en el que Clark rompió el manillar de la cámara donde se guardaba aquella caja. Abrió la puerta y tragó saliva sin dar un paso más.
C.Kent: ¡Ey, Jimmy! Escucha, dentro de esta cámara, ¿ves esa caja de ahí?
J.Olsen: Si, no parece llamar la atención.
C.Kent: No se, tengo una corazonada. Jimmy, tan sólo confía en mi, no podemos abrir la caja hasta llegar al Planet ¿de acuerdo?
J.Olsen: ¿Ya nos vamos? ¿Y donde se supone que deben estar las pruebas de sangre o la carpeta confidencial que todo loco tiene guardada sobre sus experimentos?
C.Kent: ¡Vamos! Confía en mi. Toma las fotos que necesites y volvamos a la redacción.
Tras asegurarse de que la caja estaba cerrada, Clark cogió la enorme caja cargada de los frascos de kriptonita y se lo llevaron a la camioneta la cual guardaron en el maletero.
Daily Planet (Ascensores)
(Suena de fondoDance of the Sugar Plum Fairy de Tchaikovski)
Como de costumbre, los ascensores del Daily Planet estaban abarrotados de gente. Una Lois decidida había presionado el botón para entrar en él; tomó aire y dio un paso firme tras ver como se habría la puerta y se topaba con una muchedumbre de periodistas centrados en su lectura de cada mañana. De fondo sonaba una dulce melodía idea de Perry White. Solía decir que el ascensor era el único lugar de todo el periódico donde se podía “respirar el silencio”. Una melodía de Tchaikovski invadía el lugar mientras todos se apretujaban y pasaban página a sus periódicos. Lois se había quedado mirando un tanto extrañada y tras un pequeño giro pulsó el número 32.
Miraba su reloj con cierto nerviosismo entre tanto silencio el cuál detesta rotundamente y no pasó de girar en todo momento la vista a todos y cada uno de los allí presentes mientras intentaba leer algo en portada “Luthor cierra una fábrica más y la senadora Kent abre un centro más de acogida en EE.UU”.
Tras unos minutos de entrada y salida de personas, Lois llegó hasta el piso 32. Al abrirse las puertas alguien le esperaba en medio del pasillo. Chloe yacía allí mientras le esbozaba una amplia sonrisa a su prima las cuales se dieron un fuerte abrazo.
C.Sullivan: No sabes cuanto te he extrañado Lois.
L.Lane: ¡Ey Nanny! Menudo cambio has dado. ¡Estás guapísima!
C.Sullivan: Un poco de melena nunca viene mal.
L.Lane: A mi este calor me está matando y que conste que solo llevo el pelo suelto por da buena imagen a tu jefe.
C.Sullivan: ¡Está deseando conocerte! Kahn abandonó el puesto hace mucho, ésta vez tendrás más suerte, ya verás.
L.Lane: Espero que este reportaje me salve la vida.
Lois había sacado de una carpeta azul unos hojas redactadas a ordenador que llevaban por título “¿Dónde quedaron los héroes de ficción?”. No paraba de mover los pies y tenía a Chloe más que mareada entre tanto nerviosismo.
C.Sullivan: ¿Qué traes esta vez?
L.Lane: Un claro reflejo de lo que vive Metrópolis hoy día. Llevo con este reportaje dos semanas. ¿Sabías que el porcentaje de robos y crímenes ha ido en aumento en los últimos años? Metrópolis sigue siendo una ciudad insegura.
C.Sullivan: ¿Dónde quedaron los héroes de ficción? ¡Tiene gancho! A ver que dice…
L.Lane: ¡De eso nada primita!
Lois le había quitado a Chloe de las manos el reportaje que había querido empezar a leer y lo volvió a guardar en la carpeta. Chloe parpadeó varias veces desconcertada y se quedó mirando unos instantes a su prima la cual había esbozado una sonrisa un tanto desafiante a Chloe.
L.Lane: Nadie ha leído aún este artículo y tengo cierto pavor a las criticas de los demás antes que la de tu jefe.
C.Sullivan: Sin duda parece que has venido para quedarte definitivamente. Bien, respira hondo y…suéltalo todo. No estés tan nerviosa. He hablado con el jefe y me he pasado horas y horas hablando sobre ti en su despacho. No es un hombre fácil pero reconoce a los buenos periodistas a kilómetros. Todo saldrá bien ¿de acuerdo?
L.Lane: Bien, bien…allá voy.
Tras esto, Lois caminó con paso decidido hasta el despacho del señor White y se detuvo unos instantes girándose hasta Chloe. Se había puesto tan recta como si de una regla se tratara y había levantado una mano hasta la altura de la cabeza con el dedo índice señalando hacia el techo.
L.Lane: ¿Crees que le voy a impresionar?
C.Sullivan: Desde luego.
Lois tomó aire y tocó la puerta dos veces, tras una respuesta Lois entró en el despacho del señor White mientras Chloe tomaba el ascensor a por un café.
El señor White estaba en ese momento mirando por los enormes ventanales que había tras su enorme mesa. Estaba tan pegado al cristal que su nariz se achataba tanto como la de un enano.
Lois seguía allí en medio de la puerta sin saber si entrar o salir huyendo. El señor White paró unos segundos y se la quedó mirando unos instantes mientras le pedía que pasara volviendo a mirar de nuevo por los cristales.
P.White: ¡Ven acércate!
Lois estaba desconcertada. No podía entender como la persona que iba a decidir si seguiría en Metrópolis durante mucho tiempo estaba tan distraído mirando por unos cristales.
P.White: Acércate muchacha. ¿Ves eso?
El señor White señalaba con cierta cautela a dos hombres que limpiaban los cristales del despacho contiguo del señor White. Iban vestidos con unos monos de color azul oscuro y llevaban unos enormes cascos blancos que le tapaban la cabeza. En ese momento engullían unos enormes bocadillos.
L.Lane: Si…ya los veo…son muy gua…quiero decir que…son muy irresponsables dándoles al bocata a estas horas cuando deberían estar trabajando.
P.White: No me refiero a eso muchacha. ¿Ves esos bocadillos? ¡¿Por qué diantres se los comen con los codos en alto y apuntando hasta aquí?! ¡Me están espiando!
L.Lane: Em…no alcanzo ver bien tras la mortadela y el queso de barra pero…creo que ahí no hay nada.
P.White: ¡Que si, que sí! Acércate, ¿ves eso oscuro de ahí? Seguro que son de esas mini cámaras de espionaje que han sacado al mercado últimamente.
Lois movió la cabeza de un lado a otro y estiró el cuello girándolo hasta el señor White al cuál le dirigió una mirada de no entender nada. Él seguía tan centrado en esos dos hombres que no prestó atención a lo que hacía Lois así que ésta no tuvo más remedio que seguir mirando hasta dar con la respuesta de tanto misterio.
L.Lane: Aceitunas.
P.White: ¿Qué dices?
L.Lane: Aceitunas. De anchoas, yo también me como esta mortadela. La venden en el supermercado que está en las afueras de la ciudad.
P.White: Son aceitunas…ya decía yo…
L.Lane: Si, claro.
P.White: ¿Cómo dice?
L.Lane: Em…soy Lois Lane. Teníamos una cita ahora ¿recuerda?
Perry White salió de su paranoia con los limpiacristales y se quedó mirando a Lois unos segundos.
P.White: ¡Ah! Claro, Lois Lane desde luego. Me han hablado mucho de usted señorita Lane.
Lois se había puesto en una pose un tanto profesional mientras le sonreía con cierto nerviosismo al señor White. Estaba a punto de conocer su futuro más inmediato.
Por otro lado, Clark y Jimmy habían llegado a Metrópolis. Dejaron la camioneta dónde bien pudieron y cogieron la caja de metal que habían cogido de los laboratorios. Muy cerca de dónde estaban, se encontraba el Banco Internacional de Metrópolis el cual en esos momentos era protagonista de un atraco. La alarma no cesaba de sonar con su ensordecedor ruido y la gente empezaba a salir corriendo del lugar mientras se formaba una muchedumbre alrededor.
Clark se dio cuenta de lo que ocurría y prestó atención a lo que se daba en ese momento dentro del lugar con su “súper oído”. Oía varios gritos de una mujer que pedía socorro.
Clark le dejó a Jimmy la caja de un golpe y salió corriendo tomando una salida por detrás para despistar a Jimmy.
J.Olsen: ¡Ey C.K! ¿Qué mosca te ha picado ahora?
Jimmy no entendía nada y siguió allí parado durante un buen rato con la caja entre sus brazos la cual le hacía sudar de tanto que pesaba.
Clark con su súper velocidad había llegado hasta el lugar dónde se encontraba el atracado el cual apuntaba a una mujer embarazada que no paraba de gritar.
Clark estaba escondido tras una columna y tras asegurarse de que no había nadie, fundió con su visión calorífica las cámaras de seguridad y se acercó a toda velocidad hasta el atracador que amenazaba al banquero en ese momento mientras gritaba una y otra vez que mataría a la mujer si no le daba el dinero.
Clark le asentó un puñetazo rápidamente dejándolo en el suelo mientras la mujer y el banquero se quedaron atónitos viendo al atracador que se retorcía de dolor en ese momento.
Desde el exterior se oían las sirenas de la policía que había aparcado en la entrada. Tras esto, Clark salió corriendo del lugar volviendo hasta la camioneta, Jimmy ya había entrado en el Planet.
Tras el revuelo formado en el banco, Clark se dispuso a entrar en el Planet. Por aquel entonces, seguían estando las tan características puertas giratorias de toda la vida. A Clark para su desgracia no le gustaban mucho ya que siempre acababa dándose contra el cristal. Una vez entró en uno de los huecos, fue girando hasta casi dar otra vuelta en la cual se metió alguien que conocía desde hacía años: Lois.
Los dos se había apretujado en uno de los espacios mientras Lois no daba crédito a lo que le estaba pasando y con quien le estaba pasando. Tras un par de meneos y vueltas en las puertas consiguieron salir hasta el exterior.
Clark parecía mareado y Lois parecía que se acababa de despertar con la melena revuelta.
L.Lane: ¡Ey! ¿Qué te ha dado ahora? ¿Tanto me has echado de menos? ¡Ten cuidado Smallville! No quiero que mi primita se crea que tengo algo entre manos contigo.
C.Kent: ¿Cuándo has llegado?
L.Lane: ¡Hoy! ¿Recuerdas? Tenía una entrevista con Perry White.
C.Kent: ¿Y…? ¿Qué tal ha ido?
L.Lane: Tienes ante ti a la nueva reportera del Daily Planet.
Lois se había arreglado la melena mientras sonreía de oreja a oreja mostrándole en toda su cara a Clark su artículo sobre crímenes en Smallville.
C.Kent: ¿Dónde quedaron los héroes de ficción?
L.Lane: ¡Así es! Le han encantado y ya me ha asignado un puesto en la planta 12, ahora me encargo de la sección de sucesos. Y bueno…también de la de esquelas ¡pero no por mucho tiempo! ¡¡Ya veras!!
Lois se había puesto eufórica en ese momento y no terminaba de creerse que había entrado en el Planet. Dio una leve palmadita a Clark en el cachete y volvió a sonreírle con cierto aire de compasión.
L.Lane: Mucha suerte Smallville, ya me ha dicho mi primita que tu también intentas entrar en el Planet. ¿Cuándo piensas dar el salto? ¡Suerte!
Lois no esperó a que Clark respondiese y empezó a caminar en tono triunfante dando de vez en cuando alguna vuelta mientras miraba desde lo lejos a Clark hasta que finalmente acabó comiéndose una farola. Clark se limitó a reírse mientras volvía a entrar en la redacción.
Chloe y Jimmy le esperaban en la mesa de Chloe la cual era de las mejores de toda la redacción, estaba al final de la sala y era bastante amplia, estaba llena de papeles y de notas pegadas por todo el monitor de su ordenador dónde había muy cerca una foto de ella y Clark juntos con la torre Eiffel de fondo.
Chloe fue la primera en ver entrar a Clark, llevaba en su mano uno de los frascos de kriptonita el cual escondió rápidamente dentro de la caja metálica y la cerró. Jimmy se la quedó mirando sin entender nada.
C.Sullivan: ¿Dónde te habías metido?
C.Kent: Fui a…a…por agua, estaba sediento y no podía aguantar más así que…
Clark y Chloe empezaron a hacer muecas intentado evitar a Jimmy para que Chloe entendiese el motivo de su retraso. Chloe sonrió a Clark en señal de que sabía el motivo de su ausencia.
J.Olsen: Bueno, sigo sin entender nada. Vamos a los laboratorios a por unos botes de “Flubber” y ya está ¿alguien puede explicarme que esta pasando?
C.Sullivan: Jimmy, creo que será mejor que reveles esas fotos y cuando las tengas quizás lo entiendas mejor ¿de acuerdo?
J.Olsen: Bien, si sabéis algo estaré en el estudio con las fotos…
Jimmy seguía sin entender nada y miró de reojo a Clark y a Chloe mientras bajaba la mirada. Desde hacía tiempo tenía asumido que Chloe y Clark hacían mejor equipo que con él aunque a veces sentía cierto recelo hacía Clark. Siempre había intentado impresionar a Chloe y tras su ruptura con ella sus ánimos por recuperarla se vinieron abajo.
C.Sullivan: He mandado uno de los frascos a un contacto que tengo muy cerca de aquí. En cuanto sepan algo me darán una respuesta. Por ahora he recibido un mail que me da las propiedades de dicho frasco.
C.Kent: Veo que tienes buenos contactos…y bastante eficaces.
C.Sullivan: Ya me conoces.
Chloe había encendido su monitor en el cual apareció un informe de los componentes de dicho frasco proveniente de unos archivos de la red de información confidencial de la Luthor.
C.Sullivan: Gracias al número de referencia que tenía la caja he rastreado la base de datos de la Luthor hasta dar con esto. Este frasco obviamente contiene altas dosis de la tan conocida kriptonita. Desde que Lex inició sus investigaciones hace años con ese material no ha cesado de hacer pruebas. Esta vez según dice el informe destaca el uso de un compuesto químico llamado khyos, una sustancia que segrega el cuerpo humano en estado de sudoración con un alto ritmo cardíaco. Además de esto, contiene otros elementos más complejos pero de todas formas aun no sabemos nada mas…
C.Kent: Hablamos entonces una vez más de un caso de experimentos con humanos.
C.Sullivan: Así es, de todas formas fíjate bien en este informe. Se ha probado con miles de objetos inanimados como la madera, rocas y acero y todos han sufrido una desastrosa descomposición…ya te puedes imaginar los efectos que puedan tener sobre los humanos.
El fax que había cerca del monitor había sonado y empezó a sacar un informe proveniente del contacto de Chloe la cual se apresuró a cogerlo y a leerlo junto a Clark el cual también leía a toda velocidad.
C.Kent: ¡Un experimento fallido!
C.Sullivan: Según las investigaciones de mi contacto todo quedo en un experimento sin éxito ya que la descomposición era tan letal tras el vertido del líquido sobre toda cosa que llegó a acabar con la vida de varias personas con las que se experimentaron en esos laboratorios.
C.Kent: Ahora se justifica el cierre de los laboratorios y del despido de sus científicos.
C.Sullivan: Conocen la verdad y más de uno habrá vivido la muerte de sus conejillos de indias. Es el momento de sacarles partido, estarán furiosos por su despido y mas de uno estará dispuesto a darnos su versión de los hechos. Dame dos minutos y sacaré una lista completa sobre los despedidos. Se ha hecho tarde pero aún podemos hacer algo. ¿Te vienes?
C.Kent: Te espero en el coche.
Durante el resto de la tarde, Chloe y Clark recorrieron Grandville y Metrópolis en busca de esos testimonios de los antiguos trabajadores de los laboratorios. Su gran mayoría prefirieron guardar silencio pero algunos dieron algunas declaraciones que reafirmaban la teoría de Chloe.
Tras una duro día de trabajo Chloe regresó a casa para redactar su nuevo informe a la espera de Clark el cual había ido a visitar a su madre en la granja Kent.
(Suena de fondo Angel from Montgomery de Susan Tedeschi)
La granja de los Kent estaba bastante deteriorada en los últimos años. La presencia de los Kent cada vez era menor y con la labor de Martha como senadora apenas tenía tiempo para regresar a su casa. Unos vecinos de Smallville llevaban ahora las tareas de la granja y los Kent era muy comprensivos con ellos.
La señora Kent con los años había envejecido bastante pero su espíritu luchador seguía muy presente. A pesar de su trabajo al cual le lleva dedicando más de 7 años, sigue siendo tan humilde como de costumbre. Iba vestida con unos pantalones de tela en color beige muy sencillos y llevaba una blusa de cuadros celestes dejando por unos instantes sus informales trajes de senadora. Estaba apoyada sobre la barandilla de la terraza mientras observaba los campos a los cuales tantos años le había dedicado junto a su marido, Jonathan Kent.
Clark había llegado y ambos se fundieron en un fuerte abrazo mientras su madre cerraba los ojos por unos momentos. Le acarició el pelo a su hijo y le apretó como bien pudo sus enormes hombros con sus pequeñas manos.
M.Kent: ¿Qué tal estas hijo?
C.Kent: Todo bien mamá. He visto tus últimas noticias. No sabes lo que feliz estaría papa si estuviese aquí ahora…
M.Kent: Si…estaría muy orgulloso. Y lo está, de ti Clark…al fin has encontrado tu lugar y se que pronto alcanzaras ese sueño de trabajar en el Planet. No estas sólo hijo…
C.Kent: Intento centrarme en ello, pero…a veces, no puedo hacerlo…siento que, tengo el deber de ayudar cada vez que hay problemas en la ciudad.
M.Kent: Tienes madera de héroe hijo. Desde que eras un crío la has tenido y creo que tras tantos años y viendo como va el mundo hoy día creo que debes dar el paso.
C.Kent: No entiendo…
M.Kent: Tu labor en el mundo es más importante de lo que crees Clark y tras tu entrenamiento en la fortaleza tu sentido de la justicia se ha incrementado en gran medida.
C.Kent: Si papá estuviese aquí ahora mismo…tal vez…
M.Kent: Escucha Clark, tu padre se ha ido…y no puedes seguir aferrándote al pasado. Recuerda las palabras de Jor-el cuando acabaste tu entrenamiento. Te dijo algo que deberías tener presente y no olvidar. Tienes un don hijo…
C.Kent: Pero…hay veces…que no puedo seguir…siempre tengo el temor a que me descubran…
Martha cerró los ojos y se tocó el labio con su dedo índice mientras volvía a mirar a su hijo.
M.Kent: Creo que hay una solución a eso Clark. Siempre has querido proteger esa identidad, y creo que es más fácil de lo que crees hijo…se me ha ocurrido algo que te ayudará en tu misión, ya verás…
C.Kent: No entiendo…
M.Kent: ¡Créeme Clark! El mundo no solo necesita a un héroe que nos salve, también necesita a un icono que nos guié hijo.
El sol poco a poco se iba ocultando a lo lejos de los campos de la granja Kent…todo parecía ir tomando forma y poco a poco Clark iba entendiendo que ya era hora de dar el gran paso…el paso que le llevará a convertirse en algo más que un hombre de acero.
Continuará…