En el episodio anterior…
C.Sullivan: ¡Está deseando conocerte! Kahn abandonó el puesto hace mucho, ésta vez tendrás más suerte, ya verás.
L.Lane: Espero que este reportaje me salve la vida.
(…)
L.Lane: Tienes ante ti a la nueva reportera del Daily Planet.
C.Kent: ¿Dónde quedaron los héroes de ficción?
L.Lane: ¡Así es! Le ha encantado y ya me ha asignado un puesto en la planta 12, ahora me encargo de la sección de sucesos. Y bueno…también de la de esquelas ¡pero no por mucho tiempo! ¡¡Ya veras!!
(…)
J.Olsen: Bueno, sigo sin entender nada. Vamos a los laboratorios a por unos botes de “Flubber” y ya está ¿alguien puede explicarme que esta pasando?
(…)
C.Sullivan: Desde que Lex inició sus investigaciones hace años con ese material no ha cesado de hacer pruebas. Esta vez según dice el informe destaca el uso de un compuesto químico llamado khyos, una sustancia que segrega el cuerpo humano en estado de sudoración con un alto ritmo cardíaco.
C.Kent: Hablamos entonces una vez más de un caso de experimentos con humanos.
(…)
C.Kent: Pero…hay veces…que no puedo seguir…siempre tengo el temor a que me descubran…
M.Kent: ¡Créeme Clark! El mundo no solo necesita a un héroe que nos salve, también necesita a un icono que nos guié hijo.
Metrópolis, Una visión diferente. [Es un pájaro, es un avión…¡¡es Superman!!]
Torre Luthor (Despacho de Lex)
El gigantesco despacho del hombre con el mayor número de ceros en su cuenta bancaria de todo Metrópolis era lo más parecido a una sala de baile por sus interminables metros cuadrados. A pesar de la intensa luz que penetraba en la sala por lo enormes ventanales, el despacho de Lex era un lugar oscuro y frío. La tecnología estaba a la orden del día: pantallas gigantes, ordenadores de ultima generación, cámaras de seguridad de alto nivel, etc…
Lex había llegado a su despacho con uno de sus clásicos trajes de Armani que solía lucir en sus horas de trabajo, chaqueta azul oscuro a juego con pantalones de pinza y blusa de botones de lino en tono azul pastel. En los últimos años, su rostro había sufrido un importante cambio; ya no parecía ser tan inocente como solía aparentar antes; ahora reflejaba cierto temor hacía los demás, en especial, a todos aquellos empresarios a los cuales cada día les solía hundir su negocio o llevar a cabo maquiavélicas tácticas empresariales.
Se sentó en su silla y descolgó el auricular de su teléfono pulsando el número 1. A los pocos minutos, una mujer de unos 25 años, alta, con el cabello castaño y recogido en un moño había entrado en la sala sin pedir permiso. Iba vestida con un uniforme un tanto extravagante de color blanco que le llegaba por encima de sus rodillas. Llevaba una gorra de servicio de chofer a juego con el traje y lucía tacones altos que definían aun más sus interminables piernas. Se detuvo en seco ante Lex y se ajustó los guantes de cuero blanco que llevaba puestos en ese momento mientras movía el cuello ligeramente.
L.Luthor: ¿Modelito nuevo Mercy?
M.Graves: Ya me conoces Lex. ¿Qué ocurre?
L.Luthor: Tengo un encargo muy especial para ti. Supondrá el gran salto a mis fines en esta ciudad. ¿Qué opinas Mercy? ¿No crees que Metrópolis es algo sosa solamente con un par de asaltos por aquí y algún que otro tiroteo por allá? Hay edificios…parques…¡monumentos! ¿Por qué no dar un poco de acción al asunto?
Mercy alzó sus intensos ojos azules hasta el techo de la habitación mientras se acercaba hasta uno de los grandes ventanales del despacho cruzándose de brazos.
M.Graves: Ya hay bastantes crímenes y robos en Metrópolis…no creo que un poco más se haga notar.
L.Luthor: ¡Créeme Mercy! Esto si que se hará notar.
Lex giró su silla hasta Mercy que seguía mirando por la ventana mientras Lex siguió allí sentando con sus dedos índices juntos mientas se los llevaba a la barbilla. Se había quedado por unos instantes fijándose en el espectacular cuerpo que lucía Mercy a diario. Cerró los ojos unos instantes y se puso en pie entregándole un maletín. Ésta se quedó mirando a Lex directamente a los ojos mientras su parte izquierda de los labios se alzaba dibujando su firmes pómulos.
L.Luthor: Llévalos hasta el Luthor Plaza. Allí estará esperándote el doctor Landes. No le hagas esperar y entrégale este maletín. No te quedes con él tras la entrega y vuelve hasta aquí.
M.Graves: Descuida, supongo que se a lo que te refieres Lex.
Mercy agarró por el asa el maletín y se dirigió hasta la salida del despacho mientras giraba su cabeza para despedirse de Lex con su atrayente mirada.
L.Luthor: Ya falta menos…
Granja Kent
(Suena de fondo
Cold Hands, Warm Heart de Brendan Benson)
Martha y Clark estaban en ese momento en el comedor de la granja…la mesa estaba llena de material de costura, telas por todos lados, recortes y una enorme máquina de coser que daba justo entre el salón y la cocina la cual estaba llena de ovillos de hilo y trozos de tela. La señora Kent parecía cansada pero no daba indicios de querer parar. Estaba buscando en un enorme baúl unas telas de color verde para acabar una especie de traje que había confeccionado.
Clark, por otro lado, ojeaba una revista que le había dejado su madre sobre disfraces. No parecía estar muy convencido de lo que hacía su madre en esos momentos.
C.Kent: Mama ¿de verdad que es buena idea esto que estamos haciendo?
M.Kent: Es la única forma de mantener tu identidad en secreto Clark. ¡Ven aquí vamos! Pruébate este.
C.Kent: Es la séptima vez que me pruebo trajes de estos…¿Por qué no vuelves al senado? Tienes mucho que hacer.
M.Kent: Venga, no pierdas esperanza, éste te sentará bien.
Clark subió las escaleras y se probó aquellas mallas verdes que llevaban un gorro al estilo Robin Wood que no le convenció mucho.
Segundos mas tarde, bajó las escaleras con las mayas mientras su madre soltaba una carcajada.
M.Kent: Demasiado verde, pareces una bolsa de guisantes hijo. Probaremos otra cosa.
C.Kent: Hemos probado mil colores mamá.
M.Kent: Veamos…no nos precipitemos. Siempre sueles ir vestido con tonos rojos y azules, ya se que desde que te fuiste a vivir a Metrópolis los cuadros han quedado en la posteridad pero…esos siguen siendo los colores que te favorecen.
Durante horas siguieron probando trajes y trajes que Martha iba confeccionando con su máquina de coser. Finalmente pareció que había dado en el clavo. Clark se había probado unas mallas azules oscuras y una especie de bañador rojo encima con un cinto de color amarillo ámbar. Llevaba también unas botas en rojo oscuro de plástico duro a juego con el resto del traje.
M.Kent: ¡No esta mal! Pero te falta esto hijo…te quedará bien.
Martha retiró de la máquina de coser una capa roja que le colocó a su hijo por encima de los hombros y se la enganchó al cuello del traje.
C.Kent: Mama…todos son muy ridículos…¡Mira que pintas llevo!
M.Kent: No protestes Clark, mira que bien te sienta la capa. Pero le falta algo más hijo…está muy soso aún…
C.Kent: No llevaré gorro ni antifaz.
Martha sonrió a su hijo y se acercó hasta el enorme baúl que había en la cocina. Había una preciosa manta de tela fina en color rojo, dentro de ella había algo que le resultó familiar a Clark. Su madre había sacado una especie de logotipo con una “s” en color rojo con un fondo amarillo bordeado por líneas rojas que dibujaban una especie de rombo.
Martha acarició aquel trozo de tela y lo colocó sobre el pecho de su hijo con ambas manos. Clark cogió a su madre de las manos mientras la miraba a la espera de una respuesta.
M.Kent: La mañana que te encontramos tu padre y yo en aquel campo…en la nave…estaba aquella manta roja que tantas veces llevaste contigo por la granja. Tu padre y yo nunca entendimos el porque pero también estaba este trozo de tela que dibuja una “s”…supongo que estará relacionado con aquel objeto que te dejó Raya años antes de tu entrenamiento.
C.Kent: Siempre ha estado ahí… y nunca me lo habíais enseñado.
M.Kent: Algo nos detuvo y pensamos que ya llegaría el momento de enseñártelo y finalmente…ese momento ha llegado Clark. Estás predestinado a hacer cosas que el mundo recordará por siempre. Muéstrale al mundo lo que eres capaz de hacer hijo.
Clark cogió aquel logo en sus manos y abrazó a su madre. Sabía que provenía de su mundo…de Kripton. Ahora más que nunca, Clark se veía seguro de sí mismo y estaba dispuesto a luchar.
Daily Planet
Esa mañana Chloe había llegado al periódico sin Clark. Había escrito un reportaje sobre los testimonios de los trabajadores despedidos de los laboratorios de Luthorcorp y lo había enviado por e-mail la madrugada para que saliera en el número de esa misma mañana.
Chloe solía comprar el periódico segundos antes de entrar en la máquina que había todas las mañanas en la misma calle del edificio del Planet pero había veces que llegar a pillar uno, era todo un privilegio debido al infinito número de lectores que lo seguían a diario. Esa misma mañana pudo comprar uno y mientras tomaba el ascensor fue buscando su artículo por todas las páginas. Tal y como esperaba había sido publicado; en la página 7 en la sección de sucesos principales aparecía en primera plana
“Testimonios malsonantes por los despedidos de la Luthorcorp de Grandville”. En el artículo se hablaba de la cantidad de barbaridades que se habían cometido con humanos en relación al experimento que Lex estaba llevando a cabo en dichos laboratorios.
Tras unos minutos en el ascensor y escapar de la monótona melodía de todos los días Chloe se dirigió hasta el despacho de jefe. Como cada día, lucía un elegante traje de trabajo; esta vez una falda hasta las rodillas con una chaqueta en tonos verdes a juego con unos tacones de punta redondeada vestían a la reportera estrella del Planet. Tras tocar dos veces la puerta del jefe y asomar la cabeza por ella entró en él sorprendiendo al jefe en mitad de un afeitado de cara.
El señor White como de costumbre solía hacer gran parte de sus “labores higiénicas” en su trabajo. Durante años ha sido un incomprendido y su mujer casi ni logra entenderlo a veces; en ciertos momentos da la impresión de que es un hombre soltero.
Chloe se acercó hasta el señor White y le examinó la cara con cierto repudio. Se había hecho varios cortes cerca de su mentón y se daba mucha prisa en terminar de afeitarse una de sus pobladas patillas.
Tras ver que Chloe estaba allí mirándola con cara de sapo se dio prisa y se lavó la cara en el baño que tenía dentro de su despacho ¡Todo un lujo!
P.White: ¿Has visto la página 7?
C.Sullivan: ¡Si! Veo que no has censurado nada.
P.White: Sabes que esa técnica contigo no funcionaría Sullivan, tendría que censurar el artículo entero.
C.Sullivan: Es una visión realista y clara.
P.White: Llevas años buscándotelas con los Luthor y nunca te das por vencido. Ten mucho cuidado, no querrás que tu profesionalidad se vea algún día entremezclada con lo personal.
C.Sullivan: ¡Descuide! Intento ser objetiva.
P.White: ¿Y que pasa con Kent? ¿Cuándo piensa traerme otro artículo?
Chloe se sorprendió del comentario del señor White y al ver que seguía amañándose como podía las heridas Chloe se acercó hasta él y tomó unas gasas las cuales las humedeció y las troceó en partes pequeñas. Una a una se las fue colocando en el mentón del señor White en cada herida mientras le respondía.
C.Sullivan: ¿Acaso estás interesado en contratarle o es una falsa esperanza mía?
P.White: Bueno…es tu novio, sabrás en que anda, si es que anda en algo…es buen chico y tiene madera pero no sabe escoger historias, necesita otro registro y teniéndote a ti debería ser pan comido.
C.Sullivan: Eso intento, pero…Clark es diferente. No puede dedicarse al 100% a un artículo.
P.White: ¿Por qué? ¿Acaso no tiene tiempo? ¿Trabaja en otro sitio o algo?
C.Sullivan: Eh…bueno…si, lleva la granja de su familia en Smallville.
P.White: ¿No vivías juntos en Metrópolis?
C.Sullivan: Y así es pero, no para nunca…No se preocupe señor White, Clark hace todo lo que puede y no se rendirá, pronto le verá trayendo una historia y estoy seguro que no le defraudará.
Tras la conversación, Chloe salió del despacho del señor White y fue hasta su mesa. Allí le esperaba Jimmy con las fotos que sacó en los laboratorios. Estaba muy serio y parecía dispuesto a tener una larga conversación con Chloe. Sabía que algo no iba bien entre ellos y no aguantaba mas.
C.Sullivan: ¡Ey Jimmy! ¿Has traído las fotos?
J.Olsen: Si, ahí están. Chloe ¿crees que no soy útil?
C.Sullivan: Jimmy…¿de que hablas?
J.Olsen: ¡Ey, escucha! No me vengas con el típico sermón de siempre. Llevamos así mucho tiempo, desde trabajamos aquí las cosas habían ido bien, contabas conmigo para todo pero siempre ha habido cierto secretismo…un distanciamiento cuando está Clark cerca.
C.Sullivan: Jimmy…yo…
J.Olsen: ¡No! Escúchame antes Chloe. Se que no debería decir esto pero…lo que falló entre nosotros fue tu relación con Clark. Esa amistad tan grande que habéis tenido siempre, quizás cuando estábamos juntos no podías llegar a considerarme un amigo y solo era el novio romántico que siempre daba un “si” por respuesta…pero…y ahora que ya no estamos…¿sigues sin considerarme un amigo?
C.Sullivan: Jimmy…espera…
Jimmy se había puesto algo nervioso y no esperó la respuesta de Chloe. Se fue sin más y bajó por las escaleras para no esperar al solicitado ascensor. Chloe se quedó allí pasmada dándole vueltas a la conversación que acababa de tener con Jimmy. Reconocía que en parte tenía razón. Desde que conoció a Jimmy, Clark siempre ha estado de por medio y tras dejarlo y salir con Clark, supo en dónde se metía y el daño que le podía hacer.
El teléfono había sonado. Había olvidado que esperaba una llamada de uno de los antiguos trabajadores de la fábrica que supervisaba el edificio.
C.Sullivan: Habla con Chloe Sullivan del Daily Planet ¿dígame?
Trabajador: Señorita Sullivan, soy el señor Siegel, ¿recuerda que teníamos una conversación pendiente?
C.Sullivan: ¡Si, así es! Si no le importa señor Siegel, me gustaría hacerle algunas preguntas por teléfono si no le importa y…
Trabajador: ¡Escuche! No hay tiempo. Tengo buenos contactos, y el caso del cierre de los laboratorios sigue dejando secuelas. Si quiere una historia acuda al Luthor Plaza de Metrópolis. Algo espeluznante está a punto de ocurrir allí.
C.Sullivan: ¡Bien! Pero antes dígame de que se trata, me gustaría antes…
Trabajador: Lo siento, no puedo hablar más.
El hombre colgó el teléfono y Chloe chascó su lengua con los dientes mientras se levantaba para ir hasta el Luthor Plaza. Justo venía Lois a saludarla pero con las prisas apenas pudo hablar. Sabía que debía darse prisa. Lois se quedó allí parada unos segundos sin entender nada.
L.Lane: ¡Ey! ¿A dónde vas con tanta prisa?
C.Sullivan: ¡Adivina!
L.Lane: ¿Luthor otra vez?
Chloe desde el ascensor le afirmó a Lois con la cabeza y corrió también hasta el ascensor; ambas bajaron hasta la salida rumbo al Luthor Plaza.
Luthor Plaza
Mercy Graves había llegado a los aparcamientos subterráneos del edificio, allí le esperaba el doctor Landes. Justo a su lado, había una camilla con un cuerpo tapado por una enorme sábana blanca.
Mercy le entregó el maletín y se giró para marcharse.
D.Landes: ¡Espere! ¿No se quedará conmigo?
M.Graves: No estoy dispuesta a dejarme la vida en este lugar señor Landes.
D.Landes: Usted…
M.Graves: ¡Haga su trabajo! Estoy seguro que de no ser así las consecuencias serán mucho peores…¿no cree?
Mercy siguió caminando y salió de los aparcamientos. En los últimos años, el Luthor Plaza se había convertido en un centro de reuniones altamente formales para los negocios de Lex. Tras la muerte de su padre el cual era el dueño de dicho lugar había sido homenajeado en el edificio y se le había dedicado una inscripción en su entrada.
El doctor Landes tragó saliva y destapó el cuerpo que estaba en la cama. Era de un hombre de unos 32 años, debía medir 1,90 y era corpulento. Su cara reflejaba un sufrimiento más que intenso tras su muerte, seguramente debido a la masiva cantidad de experimentos que se han ido realizando con él.
El señor Landes abrió el maletín que le trajo Mercy y sacó de él unos frascos del famoso compuesto químico a base de kriptonita. En una jeringuilla llenó el deposito con el líquido y se lo inyectó en el pecho a aquel cuerpo que yacía con el rostro pálido y con los labios en tonos lilas señal de que llevaba así desde hacía días.
Tras hacerlo, el señor Landes cerró el maletín con el resto de los frascos y se echó a correr hasta la salida. Era demasiado tarde…aquel cuerpo, había abierto sus intensos ojos oscuros mientras se incorporaba en la camilla; se tocó el pecho ya que le dolía tras el pinchazo y vio como una masa se extendía por todo su cuerpo. Su piel se fue volviendo poco a poco de color malva mientras se retorcía de dolor. Se había caído de la camilla y se agarró a una columna que había cerca la cual se desintegró por completo tras el contacto de sus manos.
El hombre era en ese momento presa del pánico y a lo lejos vio correr al doctor Landes. Sus pupilas se dilataron enormemente y furioso empezó a correr tras el doctor hasta alcanzarlos finalmente. Lo cogió del cuello mientras Landes gritaba horrorizado tras lanzarlo hasta la camilla. Segundos más tarde, el señor Landes se desintegró en miles de partículas hasta desaparecer.
Era tan devastador el poder de aquel experimento que todo lo que tocaba se desintegraba por completo. Siguió corriendo por todo el Luthor Plaza eufórico y poco a poco los cimientos del edificio se iban desmoronando.
No muy lejos de allí, Chloe y Lois iban en el coche de ésta última de camino al Luthor Plaza. Habían llegado y desde el exterior del edificio podían ver a una muchedumbre que salía corriendo del lugar, se oían estruendos por todas partes y se notaba en el aire una ligera capa de polvo que invadía la zona.
L.Lane: ¿Qué esta pasando aquí?
C.Sullivan: No lo se pero no perdamos tiempo. Entraremos dentro a ver que pasa.
L.Lane: ¿Estas loca? ¡Ves como está ese edificio! Está a punto de desmoronarse y no querrás que te usen como papel para la edición de mañana.
C.Sullivan: Si no te arriesgas en este trabajo no consigues nada Lois. ¡Venga, vamos!
Chloe tomó del brazo a Lois y juntas entraron al Luthor Plaza para ver que ocurría allí. Había mucha gente en ese momento dentro ya que se celebraba el tercer aniversario de la muerte de Lionel Luthor y como venía siendo normal…Lex no estaba presente.
Lois tomó las escaleras para subir unas cuantas plantas pero se topó con que estaban bloqueadas por un enorme trozo de cemento que había caído de una de las plantas superiores. Bajó y se encontró con que otro trozo había caído de arriba y quedó encerrada en una habitación que daba al exterior.
Por otro lado, Chloe había perdido de vista a su prima y sacaba unas cuantas fotos con una cámara digital que solía acompañarle allí donde iba.
Tomó el ascensor que aún funcionaba y llegó hasta la última planta. Sacó su teléfono y empezó a llamar a Lois para saber dónde andaba…apenas había cobertura y saltaba el buzón de voz del teléfono de Lois. Chloe perdía los nervios y se asomó hasta uno de los muros viendo como el edificio seguía desprendiendo enormes trozos de cemento que caían en picado hasta las calles de Metrópolis.
Chloe vió algo que se movía por una de las esquinas del edificio. Era el experimento de la Luthor que había clavado sus manos en un enorme balcón. Tras ver ambos como se desintegraba, Chloe se llevó las manos a la boca y tomó varias fotos al individuo el cual vio como Chloe le fotografiaba. Poco a poco, fue escalando los muros para llegar hasta ella.
(Suena de fondo
Superman Theme de John Williams)
No muy lejos, algo se acercaba desde el aire…Con los brazos extendidos hacia delante y con la mirada centrada en el Luthor Plaza, Clark vestido con aquel espectacular traje se acercaba hasta la azotea. Había visto a Chloe correr hasta una salida y a toda velocidad se acercó hasta ella. El experimento le cortó su trayectoria y se topó de frente con Clark. Le asentó un puñetazo al experimento y al ver que miles de sus partículas se desprendían para reunirse otra vez se quedó estupefacto, aquel experimento era capaz de regenerarse por si solo.
Chloe lo estaba viendo todo. Para nada reconoció a Clark vestido con aquel traje y con el pelo engominado con un perfecto rizo que le llegaba hasta la mitad de su frente. El edificio no podía aguantar más y Clark tomó a Chloe en brazos y se la llevó volando hasta las calles de Metrópolis. Su elegante capa, se extendía gracias a la brisa que se producía tras su vuelo. Chloe no sabía que decir y no entendía quien era aquel hombre que le estaba salvando…”No es Clark…” pensó mientras giraba su cabeza desesperada por ver a su prima.
Clark le dejó frente a un árbol de un parque cercano y Chloe se fijó en la “s” que llevaba en el pecho. No quiso pensar en ese momento sobre la identidad de aquel hombre y rápidamente le agarró del brazo.
C.Sullivan: ¡Escucha! Mi prima esta encerrada en el edificio, ¡Tienes que ayudarla! Tiene el pelo castaño y es muy agresiva y….
Clark se alzó nuevamente en el aire y corrió hasta el edificio recorriéndolo a toda velocidad hasta dar con Lois la cual vio como alguien se acercaba hasta la ventana donde estaba postrada a algo que le pareció ser un pájaro.
C.Kent: ¿Estas bien?
L.Lane: ¡Sácame de aquí!
Clark cogió a Lois en brazos dispuesto a bajar hasta la superficie pero fue sorprendido una vez más por aquel experimento que lo agarro de un hombro. Lois no entendía nada y se quedó mirando a Clark a los ojos.
L.Lane: ¡Eh! Déjame aquí y ve a por ese tipo vamos.
C.Kent: ¿Acaso crees que voy a soltarte?
L.Lane: Déjame en esa azotea vamos.
Clark hizo caso a Lois y la dejó en la azotea de un edificio cercano al Luthor Plaza, desde allí vio como Clark se alzaba en vuelo hasta el experimento mientras se debatían en un dura batalla.
C.Kent: ¿Quién eres?
Experimento: ¡¡¡Destruir!!!
C.Kent: ¿Te manda Luthor verdad?
Experimento: ¡¡Destruir!! Luthor destruyó mi vida y ahora no me queda nada…no me importa nada.
C.Kent: Tienes que parar.
El experimento clavó sus manos en el suelo de la azotea y poco a poco todos los cimientos ya deteriorados fueron desmoronándose poco a poco hasta que el edificio entero se desprendió en miles de partículas haciendo que el experimento cayese en picado al suelo. Segundos antes de impactar contra el suelo se giró hasta Clark que seguía en las alturas que intentó decirle algo. El hombre finalmente cayó al suelo y se desprendió en miles de partículas haciéndole desaparecer por completo.
La muchedumbre alrededor estaba expectante y muchos de ellos no entendían nada. Todos se quedaron mirando al cielo a aquel hombre vestido con unas mallas azules con una capa que se mecía en el aire.
Muchos empezaron a fotografiarle con sus móviles o con algunas cámaras. La policía desde lo alto no entendía nada y poco a poco todos vieron como aquel ser se perdía en el horizonte.
Lois estaba atónita, no daba crédito a lo que veía y tenía su mano derecha pegada a su pecho el cuál le latía a mil por hora.
Chloe y Lois se reunieron entre la muchedumbre y se dieron un abrazo.
C.Sullivan: ¿Estas bien?
L.Lane: Oh Dios…pensé que te había perdido…
C.Sullivan: Estoy bien.
L.Lane: ¿Has visto eso? ¡Ese hombre volaba! ¡Me ha salvado y ha acabado con un loco que iba destruyendo edificios! Es como si…como si el artículo que le entregué al señor White se haya plasmado por completo en este momento.
C.Sullivan: Un héroe…
L.Lane: Es como…como… ¡Chloe! Ese hombre es un pájaro…como un avión…es…
C.Sullivan: …un superhombre.
L.Lane: Si…eso es ¡un…Superman!
Las dos seguían mirando al cielo en busca de Superman pero no lograron ver nada. Chloe seguía intrigada, sabía que de algo conocía a Superman. La “s”, sus poderes, su olor…ahora lo tenia más que claro y no había vuelta de hoja. Sabía que la persona a la cual más amaba, era ahora un icono para Metrópolis…un héroe.
Mansión Luthor. (Afueras de Metrópolis)
(Suena de fondo
Superman de Sterophonics)
Lex estaba postrado en su despacho ante miles de cámaras que repetían una y otra vez lo sucedido tras la muerte del doctor Landes y tras ver como un hombre que volaba destruía su experimento dio un fuerte puñetazo al teclado del ordenador.
L.Luthor: ¿Qué diantres ha sido eso…?
Su mujer, Kitty Luthor, había entrado en su despacho vestida con un elegante traje dorado con un portentoso abrigo que le difuminaba su extremada delgadez.
Fumaba un cigarro con cierta elegancia mientras iba descalza por la habitación. Se acercó hasta Lex y le miró con cierto desdén mientras veía todo lo sucedido en Metrópolis a través de un enorme monitor.
K.Luthor: ¿No te basta con jugar al ajedrez con tus marionetas si no que ahora te dedicas a destruir edificios Lex?
L.Luthor: Ese edificio era lo único que representaba a mi padre. Tenía que desaparecer…pero también tenía que desaparecer el resto…Esa maldita cosa voladora lo ha arruinado todo.
K.Luthor: Por ahí le llaman…Superman.
L.Luthor: ¡Já! ¡Superman! Con que un héroe en la ciudad ¿eh?. ¡Suena divertido!
K.Luthor: Es atrayente…se le marca el…
L.Luthor: ¡Déjalo Kitty!
K.Luthor: ¿Por qué no olvidas todo esto Lex y nos vamos lejos? Estás obsesionado con esta ciudad…
L.Luthor: Así es, y así será Kitty.
Kitty hizo una mueca a su marido y apagó su cigarrillo sobre uno de los libros que tenía Lex sobre la mesa. Se amaño el abrigo y salió del despacho de Lex cerrando lentamente la puerta. Lex siguió allí observando una y otra vez unas capturas que le había hecho a Superman. Apretó los dientes y dibujó algo parecido a una sonrisa.
L.Luthor: La guerra no ha hecho más que empezar. ¡Superman!
Continuará 
Que bonito!!!!!
..... Pero que se le va hacer
......
No os digo más xDDD
