Oh Navidad tú que todo lo puedes, haz que el Gordo me plazca éste año y para variar, atine con los regalos. Ilumina su corta y efímera existencia (hay algo más frugal y a la vez más cómodo y natural, que currar un sólo día??) y logra con tu infinita sabiduría que acierte con la cerradura de mi hogar, y sepa colarse de hurtadillas hasta el cálido aposento, para así esperar con esmero, una noche de atino y desconcierto.


¿Qué esperábais, mentes sucias, si sólo quiero que me deje el regalo a los pies de la cama


