Julian y Daniel estaban en una habitación preparando sus cosas para volver a Grandville. Kara entró. Ella llevaría lo suyo, no era mucho y para ella no era esfuerzo ninguno... volando. Les dijo que quería ir volando ella misma de nuevo a su país.
— ¿Estás... segura? —Preguntó Daniel—. Este poder aún es nuevo en ti... quizás...
—Segura completamente. Quiero intentarlo. ¿Qué me puede pasar? ¿Caer al océano? —bromeó—. Tranquilos, estaré bien. Además, iré más rápido, no mucho, pero más rápido.
—Está bien, Kara —dijo Julian—. Te vemos allí, entonces.
Kara se despidió de James y Christopher, que estaban cerca de la salida. Salió de la casa y despegó a supervelocidad.
El vuelo fue algo refrescante para ella. Esa forma de trasladarse le era muy cómoda, mucho más que correr. Y era tan increíble. Voló a través de las nubes, con el océano ya tan lejos bajo ella y el sol pegando fuerte en su espalda. En esa parte del mundo era invierno, aunque un invierno bastante suavizado. A medida que recorría el mundo sobre el Pacífico, se fijaba con su extraordinaria visión en lo que había más allá.
Horas después, ya estaba sobrevolando su país y en dirección a su casa. Localizó Grandville con un poco de búsqueda y se sorprendió cuando lo vio tan... cambiado. Aterrizó cerca del centro de la ciudad, un poco apartada de las urbanizaciones. Se quedó desolada al ver cómo estaba Grandville. Sólo se había ausentado unos días... ¡¡unos días!! ¿Qué había pasado? La gente huía, los vehículos cortaban las calles... muchos edificios en llamas... la mitad de Grandville había sido destruída. Corrió rápidamente hasta su casa... al igual que muchas casas de los alrededores, la suya no había quedado en pie.
—Dios mío... —dijo con espanto—. ¿Quién ha hecho todo esto?
Hace cinco horas
—Willy... pase lo que pase, quiero que sepas que no seré yo, pero no podré hacer nada. Mi jefe me tiene controlado completamente. Maté al recibir su orden —dijo Hyun Suk desesperado.
— ¿Un jefe? ¿De quién se trata? ¿Lionel Luthor? —dijo Willy que ya se creía la situación. William y Emily habían entrado también en la conversación. William carraspeó.
—Sí... teóricamente Lionel es mi jefe pero hay alguien más que tiene más influencia sobre mí. Es como un mecanismo que al oír su voz tengo que obedecerla... se trata de...
—Emily, prepara un poco de café ¿Quieres? —susurró William.
Willy miró a su padre que intentaba simular tranquilidad. Davidson padre habló al perder a su esposa de vista.
—Si digo Bruno... no me equivoco. ¿Verdad, Hyun?
Hyun Suk se puso las manos en la cabeza.
—No, no se equivoca. Es él... quien... —Hyun Suk no terminó la frase.
— ¿Papá? ¿Sabes algo sobre esto?
—Desgraciadamente... Dios, Hyun... ¿Cómo puedes ser tu el sujeto del proyecto MK? Eres la última persona en la que hubiera pensado yo —dijo William.
— ¿Sabía de la existencia de ese proyecto? ¿Y no hizo nada? —dijo Hyun Suk levantándose de la cama.
—Escucha Hyun —dijo William deteniendo a Multikill.
— ¡No me toque! —gritó Hyun Suk que salió a supervelocidad de la casa de los Davidson. Se detuvo a la entrada donde sentía la intensidad de los latidos de su corazón. Y los de alguien más, más pausados y controlados.
—Hola Multikill —susurró una voz al oído de Hyun Suk. Era Bruno Mannheim.
—No... —dijo incrédulo Hyun Suk que ni se dignó a girarse.
—Ha llegado el momento... Hyun Suk.
—No puedes hacerme esto, Bruno.
Bruno Mannheim acercó más su aliento al rostro desfigurado de Hyun Suk, que había vuelto a la forma de Multikill.
—Mata a Kara Davidson.
Linkin Park - What I've done
Hyun Suk intentó no escuchar la orden de su superior, pero no lo logró. Pensó en todo lo posible y todas las imágenes de su vida pasaban por su mente. William salió detrás de Hyun Suk y se encontró con la mirada de Mannheim que empezó a detectar que algo no iba bien. Mannheim sonrió nerviosamente a su cuñado.
Multikill ya debería estar en Sídney matando a Kara, pensó Bruno. Pero Hyun Suk hacía esfuerzos para controlarse, y parecía conseguirlo. Pero hizo todo lo contrario.
— ¡SEÑOR DAVIDSON! —Gritó muy fuerte Hyun Suk—. ¡HUYA!
William no hizo caso de Hyun Suk y se acercó al monstruo. El rostro de Multikill cambiaba constantemente de color. Bruno Mannheim había desaparecido.
— ¡HUYA!
El segundo grito hizo ahuyentar a todos los pájaros de la zona. Resonó por todo Grandville.
Evans Carson se acercaba corriendo hacia la casa de Hyun Suk. Se encontró con dos personas que preparaban una huida a contracorriente.
—Perdonen ¿Son los padres de Hyun Suk?
Aquellas dos personas miraron asustados a Evans y aceleraron su ritmo. Finalmente subieron al vehículo que tenían aparcado en la calle y se largaron.
— ¡Eh! ¡Esperen! —gritó desesperado Evans.
De repente escuchó un grito que le resultó familiar.
Hace cuatro horas.
Lex se dolía mientras Clark lo ayudaba a subir las escaleras de la mansión.
—Clark —dijo Lex acariciando su espalda adolorida—. ¿Cómo me has encontrado? Recuerdo que quería llamarte... pero no logré decirte nada.
—Fue gracias a Chloe —dijo Clark abriendo las puertas de la mansión. Rápidamente los agentes de la casa se acercaron a su jefe y lo cargaron hasta llegar a una habitación enorme, como lo eran todas las de la mansión.
—Escucha Lex... ¿Sabes dónde puede estar ese monstruo?
—No lo sé, Clark. No vayas a por él, es peligroso.
—Si nadie lo detiene, será peligroso.
— ¡Clark! No seas un mártir... no tienes nada que hacer contra Multikill.
Lex y Clark se quedaron solos en aquella habitación. La herida en la espalda de Luthor parecía bastante irritada.
El celular de Lex sonó. Luthor descolgó adolorido.
—Aquí Lex... ¿Está en Grandville? ¿Estáis seguros? Mierda... Ahora vengo. ¡No! He dicho que ahora vengo.
Al colgar, Clark Kent ya no se encontraba en la habitación. Lex Luthor encendió el televisor mientras mandaba a sus hombres la visita rápida de un médico que le curara la herida.
En las noticias, mostraban el estado de Grandville desde el exterior. Carreteras cortadas, coches intentando huir de la ciudad, desesperación. Pero lo peor se cocía dentro.
Hace tres horas.
Había sido horrible incluso para él mismo. Su mente se descontroló y causó la destrucción que jamás quiso hacer. Pero lo hizo. Grandville sufrió la peor de las catástrofes jamás vista por culpa de un freak... un súper fenómeno de laboratorio.
Por fin, la ira lo abandonó y se centró en cumplir ciegamente la misión que se le había asignado. Sídney... allí dijo la madre de Willy que había ido Kara. No conocía el lugar, pero había visto fotos. Con eso y su increíble poder de su universo mental, se hizo una imagen perfecta de la zona a la que quería ir. Entonces desapareció.
En Sídney no le costó saber que había algo extraño allí. Su instinto le decía que había gente extraordinaria a pocos kilómetros de allí. Se transformó en Hyun Suk, su verdadero y original cuerpo, y avanzó a paso ligero por las calles de la ciudad. Si saber cómo, se cruzó con alguien conocido, alguien a quien debía matar para que su habilidad fuese única: Julian Stanopen.
Julian vio a Hyun Suk pasar corriendo a su lado y se sorprendió más que cuando vio las noticias hacía unos instantes, noticias con escasa información sobre Grandville, en realidad.
— ¿Hyun? —saludó automáticamente—. ¡Hyun! ¡Cuánto tiempo! ¿Pero qué haces aquí?
Hyun se detuvo y lo miró con odio.
— ¿Estás bien?
— ¿Dónde está Kara?
— ¿Qué? —Preguntó incrédulo—. ¿Kara? ¿Estás aquí por Kara?
—En efecto. ¿Dónde está?
Julian lo miró un momento y luego supuso que se trataba de una broma.
—Oh, vamos Hyun Suk... Estás de broma, ¿no? Dime, ¿qué haces de verdad en Sídney?
Daniel los miró a uno y a otro esperando que Hyun Suk contestara.
—Ya no soy Hyun Suk. Silverman debió haberte avisado en sueños.
Julian se quedó extasiado, igual que Daniel.
— ¿Qué? ¿Qué estás diciendo? ¿Qué sabes de Silverman? ¿Cómo...?
—Tarde o temprano morirás, Julian, yo mismo tendré que matarte —eso dejó sin habla a los Stanopen—. Tienes mi poder, y controlar el viento sólo debería poder hacerlo yo. Aléjate de mí todo lo que puedas antes que mi descontrol vuelva y pase lo de Grandville... debo encontrar a Kara...
Mira hacia todos lados. Allí a donde miraba, sentía que había una persona con habilidades.
— ¿Qué ha pasado aquí? —Susurró Hyun—. ¿También hay freaks?
Julian y Daniel se miraron.
—Hyun... ¿Qué está pasando?
— ¡No me llames Hyun! —vociferó el coreano Hyun Suk.
Pegó un salto y se desvaneció en el aire. Julian y Daniel se quedaron paralizados y sorprendidos ante tal espectáculo.
Un Multikill en estado gaseoso avanzó por los edificios de los alrededores hasta que encontró tres personas con poderes interesantes. Podía sentirlos, tenía sea habilidad, ese instinto. Durante un instante olvidó su misión.
"Es hora de cobrar nuevos poderes", pensó Multikill.
Hace dos horas
En el aeropuerto, Julian y Daniel ya habían escuchado la llamada hacia su avión. Después de lo de Hyun Suk, estaban muy alterados. Pero peor se pusieron al ver las noticias en los televisores de la nave del aeropuerto en que estaban. La gente se reunía a su alrededor. Era espantoso. Ahora llegaban más datos desde Grandville, el lugar que durante varios minutos se había convertido en un infierno.
A miles de kilómetros de allí, incluso de Grandville, en Seattle, Mely Taylor miraba las noticias con horror. Los informativos avisaban de la masacre que había protagonizado una especie de mutante en la ciudad de Grandville, ahora mayormente dañada. Mely recordó a Kara y a Julian... recordó haber pasado por sus casas en más de una ocasión. Era espantoso lo que había pasado. Sin duda había sido un freak de los meteoritos... aunque era el más devastador que había visto nunca. Pensó de repente en la jadarita... tendría que usarla otra vez si realmente se trataba de un freak.
—Que horror —repitió una y otra vez la chica mientras se acercaba cada vez más a la pantalla.
Lorkie, en Metrópolis, se preparaba para ir a ver los avances obtenidos con Bartowsky en su encierro. Pero justo cuando iba a salir de la sala en la que estaba, miró la televisión al aparecer la noticia sobre una gran masacre causada por un sólo individuo, un monstruo. Pronto se mencionaron víctimas importantes, entre las que aparecía un recientemente promocionado oficial de la policía de metrópolis. Los ojos de Lorkie se llenaron de lágrimas.
—No... —susurró apenas con fuerzas para ellos—. Papá...
Mannheim estaba ilocalizable... Lionel Luthor llamaba una y otra vez al encargado de sus laboratorios, el hombre que había creado al monstruo que había destruido gran parte de Grandville, tal y como veía en las noticias frente a él.
— ¿Dónde estás, Mannheim? —susurró Lionel pensando en mil y una maldiciones contra Bruno.
Esto era terrible, debía hacer algo al respecto, pero... ¿Qué? Quizás... Lionel frunció el entrecejo al ocurrírsele una idea.
A pocos edificios de allí, Morgan Edge estaba igual de horrorizado y sorprendido que todo el mundo. Aunque por otro lado, la información que tenía sobre MK no dejaba lugar a dudas: habría pasado antes o después. Esto no era nada bueno, no sólo para Luthor, sino para él. Luthor haría su jugada de un momento a otro. Lo más seguro es que intentara inculpar a otro... ¿y quién mejor para cargar con las culpas que la mafia de Morgan Edge? No dejaría que se le adelantase. Por supuesto que no.
En Nueva York, la noticia había repercutido de igual manera. Sobre todo para Roy Harper. Había salido del trabajo al llegar las primeras noticias de Grandville y los muertos empezaban a contar desde cero. Su padre no se quedaría de brazos cruzados ante una situación similar. Se haría el héroe, precisamente lo que no quería que hiciera su hijo. Al llegar a su apartamento. Tiró el mando a distancia del televisor. No podía contener su rabia y su desesperación. La pantalla del televisor se encendió.
Oliver Queen se sentaba a su sillón mientras ajustaba la cámara. Ahora Roy Harper podía verlo.
— ¿Jefe? —dijo Roy que aún no se había acostumbrado a aquellas tecnologías.
—Oliver —dijo Queen acomodándose.
—Sí, perdona.
—No Roy, perdóname tú. ¿Estás bien?
—Queriendo salvar a los míos de Grandville mientras estoy en Nueva York. Perfectamente.
Roy se sentó en el sofá donde aún estaba la camisa estropeada que llevó Kara.
—Vamos a ir a Grandville, Roy.
—Por supuesto.
—Prepararé el arsenal suficiente y despegaremos ahora mismo. Tienes una avioneta en el aeródromo que te está esperando. Nos veremos...
—En el hospital —interrumpió Roy que se dispuso a apagar la televisión.
—De acuerdo. William Davidson está allí. Pero no en su mejor estado.
— ¿Y mi familia? —preguntó Roy preocupado.
—Nolan no ha aparecido —dijo Oliver cerrando la conexión. Sabía que Roy tenía que estar concentrado para actuar, y preocuparlo más no era el modo más adecuado de que lo estuviera. Pero lo cierto es que Nolan Harper no había aparecido en el hospital de Grandville.
Hace una hora
Los laboratorios de la Luthor estaban desde hacía horas desiertos. Alguien había ordenado la evacuación de todo el edificio poco después de su huída. A MK no le importaba la causa ni el responsable, él ya había previsto aquello. Llevó algunos cuerpos sin vida a los laboratorios justo antes de ir en busca de tres personas que trabajaban allí. Fueron llevadas contra su voluntad, pero ¿qué podían hacer para negarse?
Multikill asumió su forma original de Hyun Suk para que los científicos hicieran su trabajo con más tranquilidad. Él podría estar consciente en todo momento. La primera víctima fue alguien muy especial, alguien que le permitiría independizarse para siempre de la Luthor. De todas formas, asimiló el poder del resto también. Se sentía renovado.
Una vez que asimiló correctamente todas las habilidades, MK se dirigió a los tres miembros del equipo que lo habían ayudado aun a base de miedo.
—Os doy veinte segundos para desaparecer de este lugar. ¡Vamos!
Los tres salieron corriendo de los laboratorios. Pasado el tiempo exactamente como lo había dicho y contado, Multikill aprovechó uno de sus nuevos poderes para desmantelar todo el equipo. Telequinesis... logró forzar todos los aparatos para hacerlos estallar, se rompieron todos los ventanales, las paredes se agrietaron, los cables se fragmentaron en miles de sitios, del techo comenzaron a caer grandes escombros y el lugar quedó totalmente a oscuras.
Multikill había desaparecido otra vez. Apareció fuera del edificio de la Luthor. Ahora volvía a tener en mente la misión. Una vez cumplida, Mannheim moriría si lograba acercarse a él antes de recibir otra orden.
Presente
Kara fue directamente al hospital. No había encontrado a su familia por ninguna parte, así que supuso que encontraría a todos allí. Así fue. Pero no fue lo único que encontró. Una buena parte del hospital había sido dañado, en ruinas. Aunque se asustó más al ver a su padre internado. Willy y su madre estaban bien, pero él había recibido golpes feos y estaba algo grave, aunque mucho mejor que otras personas, algunas de las cuales quizás no lo contarían.
Kara se acercó a su padre llorando, aunque éste le decía que estaría bien. Quería preguntar qué había pasado, pero las palabras no le salían. Por fin, Willy tomó la iniciativa.
—Kara... esto... ¿recuerdas al monstruo que mató a Damned?
— ¿Qué? ¿Él hizo todo esto?
—Sí... pero no es lo más... sorprendente...
—Yo no usaría esa palabra precisamente —dijo empezando a demostrar su enojo.
—Es Hyun Suk, Kara... Hyun es Multikill.
Kara se quedó boquiabierta.
—Vale —logró articular—, sorprendente es la palabra. ¿Hyun? ¿Nuestro Hyun fue capaz...?
—La Luthor... —dijo William—. Le hicieron algo... estoy seguro de que se les descontroló y mira el resultado.
— ¡Tenemos que detenerlo!
—Kara —dijo Willy—, mira... primero deja que te ponga al corriente de... ciertas cosas que pueden ser de interés para todos, y más para ti.
— ¿Me va a ayudar en algo contra ese monstruo?
—Es lo más probable.
Kara no se esperaba eso.
— ¿Ah, sí?
—Primero lo que papá y yo hemos estado hablando... sobre que no es un freak como los demás... tiene muchos poderes, incluso el de Damned, se transforma a sí mismo y cambia de estados...
—Mató a Damned —razonó Kara—, y le quitó sus poderes... ¿es eso?
—Quizás también le quitó los poderes a Gabriel, pero es que él no estaba muerto cuando vimos que tenía un universo...
—Keid, quizás.
—No sabemos a dónde se lo había llevado Gabriel... es posible. Tiene el poder de Julian, y él tampoco está muerto ni se lo llevó Multikill nunca.
—Eso quiere decir que la Luthor es la que lo ayuda absorber esos poderes.
—Parece que sí. Todavía hay más. Me habló de Silverman... debe estar en algún lado del que no puede salir o no quiere correr riesgos... porque la única forma que parece tener para comunicarse es por medio de sueños. Tuve uno.
—Yo también... y Julian... ¡Oh! Nos estaba avisando...
—Hay más.
— ¿Más aun? ¡El tiempo es oro, Willy!
—Es importante, Kara —dijo Emily.
—Es verdad, si no fuera por él, estaríamos todos muertos —dijo Willy.
—¿Quién?
—Luchó contra Hyun Suk... aunque no le hizo gran cosa...
— ¡¿Quién?!
—El Kryptoniano.
Kara se quedó pensando un momento en eso.
—¿Habéis encontrado al chico kryptoniano? Zaltar me dijo...
—Dijo muchas cosas... pero no lo encontramos, él nos encontró.
—¿Pero quién es?
Willy miró hacia atrás de Kara, en dirección a la puerta. Kara se giró y allí lo vio, un chico de más o menos su edad, alto, de pelo negro... se quedó atónita pues una vez había soñado con él... una sola vez, gracias a su brazalete.
—Kara, éste es Clark Kent, es de Smallville.
—Ah —dijo la chica algo confundida—. Clark... Hola.
—Hola, Kara. Me sorprendí al saber que había otra kriptoniana aquí...
—Espera —lo interrumpió ella—. Quisiera saber si... tú te llamas en realidad Kal-El.
Clark se quedó mudo. Asintió pero tardó en volver a hablar.
—¿Cómo lo sabes?
—Yo... no sabía que estabas en la Tierra —miró a todos y por último, de nuevo a Clark—. Mi brazalete, uno que me dio mi madre biológica hace ya mucho, me proyectó un sueño... me mostró a mi verdadera familia... sólo una vez... y vi alguien igual a ti... Jor-El... El hermano de mi padre biológico. Y Kal-El... es su hijo... ¡Ah!
Willy no sabía nada de eso, pero ya estaba acostumbrado a que su hermana le ocultara algunas cosas. Pero cuando oyó eso se quedó mirándola algo indignado.
—Kara, ¿viste a tu familia y no me dijiste nada?
Ella no contestó. Clark y Kara se quedaron mirando largo rato. Por poco se olvidan del problema que debían solucionar.