Publicado: Mar Feb 10, 2009 9:39 pm

Dos meses después
Bertu se despidió de todas sus gallinas y volvió a su rutina. Se levantaba a los once de la mañana, desayunaba, a las tres almorzaba, a las seis, si le apetecía, merendaba, a las nueve cenaba y se iba a dormir.
Esa rutina duró tantos días como una recuperación de Puyol. Así que le echaron de casa. Eso ya os lo conté ¿Verdad?
Pero ya he rellenado seis líneas...
Un día, Bembelebomo reunió a la pandilla en un lugar alejado de la aldea de Monio. Bertu tuvo que hacerse el pasaporte en la comisaría de la Guardia Civil. Si... la Guardia Civil ya estaba en estos tiempos, como la Duquesa de Alba.
Pues bien, estaban todos reunidos cuando Bembelebombo dijo:
–Yo tener intuición esto ser importante en un futuro.
–Bembelebombo ¿Qué fumar? –dijo Bertu.
–Eucaliptus...
–¡Ah! Tu poder seguir ¿Qué te hace pensar que ese lugar será famoso? –dijo Bertu.
–¡EH! –dijeron todos.
–Perdón, ¿qué hacer pensar lugar ser famoso en un futuro?
–Esas piedras... mi gustar ¡Alargadas como vibradores!
–¡Oh, mi gustar!
–Mi... mi gustar. Oh, yo gozar.
–Bembelebombo ¿Como llamar a lugar?
–No saber ¿Qué tal Estounjeinch?
–Oh, en nuestro idioma significar “Muchos vibradores”.
–Mi gustar nombre también –dijo Bertu tocando una piedra del “monumento”–. ¡Mejor que las gallinas!
Así fue como con el paso del tiempo el monumento pasó de generación a generación como “Estounjeinch”. Luego llegaron los cristianos, se ofendieron y cambiaron el nombre por Stonehenge.
Mira que capítulo más cortito...
