Las gemelas planificaron cuidadosamente el ataque… el fin de semana siguiente… se llevaron a los chicos a su casa, aprovechando que era viernes por la noche… yo aún no había llegado… En la casa… sometieron a mi novio a un tercer grado…
Si le gustaba alguna niña… si alguna de ellas estaba por ahí… si estaba saliendo conmigo… etc…:| ¡Locas! Pobrecitas… estaban como chotas!!
Entre pregunta y pregunta… la hermana de la otra gemela debió de sacar la conclusión de que le gustaba su hermana… en fin… y le dijo que el sábado por la noche iban a ir a la playa… no hace falta deciros para qué, verdad?? No hay que ser muy list@...
Como ya he dicho, era viernes por la noche… cielo estrellado… el ambiente un poco fresco… y ese aroma nocturno que tienen las plantas y el césped… suavemente dulce… el coche de su madre estaba aparcado… pero no había movimiento en el pasillo, no escuchaba el eco de sus voces en alguno de los rellanos de abajo… ni en la zona ajardinada ni en las pistas de tenis… Durante más de 45 minutos… estuve preguntándome qué podrían estar haciendo para que no dieran señales de vida… Y es que eran siempre tan escandalosos… que aquel silencio tenía hasta mala pinta…
Al fin! Un murmullo que se hacía audible… grititos… voces… ahí estaban… no los veía… tenía un edificio justo delante de mi terraza… iban por las pistas de tenis desde la zona de las villas… lo que significaba que… habían estado en casa de las gemelas…
Hasta ahí… todo normal… Decidí que lo más aconsejable era que me fuera a la cama… Ellos se iban a acostar a las tantas… y yo, ya me había separado tanto del grupo que irrumpir en ese momento no tendría sentido…
El sábado por la mañana, de vuelta de mi paseo matutino… tomé el camino que pasaba por el pasillo de delante de su casa… seguirían durmiendo o ya habría movimiento? A 4 metros de su puerta… salio…
- Iba a buscarte… Tenemos un problemilla…
- De acuerdo, vamos a un sitio tranquilo…
Serio… con gesto preocupado y a la vez de estar hecho un lío… me contó lo del tercer grado… y la “cita” de esa noche en la playa… Lo que no me entraba en la cabeza… era que fuera una especie de cita colectiva para ver quien se enrolla con quién… Qué cosas más raras hacían estas niñas!!!!!
Ese día… lo pasé con una compañera del colegio… supongo que tratando de buscar refugio y un poco de paz interior… Dos semanas… y ya había un conflicto como este… puede que no hubiera sido tan buena idea decirle que sí… Hacía buen día… uno de esos primaverales… en los que el sol calienta y las ganas de playa, relax y diversión lo inundan todo… Sin embargo… yo debía de tener una nube sobre la cabeza… A pesar de todo, ohhhhhhmmmmmmm….
Relax… Ohhhhhhmmmmmmm…
A penas le llegué a ver de refilón… yo iba con mi amiga en bicicleta… y ellos estaban limpiando el coche del padre de las gemelas con mangueras… estaban todos… allí… jabón… agua… esponjas… trapos…
Por lo menos se lo estaba pasando bien… ya era algo…
No hablé con él en todo el día… de hecho, es que no le volví a ver hasta el medio día del domingo…
Uffffff… anochecía… desde mi casa escuchaba cómo rompían las olas en la playa… Si, la playa… la maldita playa… la maldita cita colectiva… un intento de ritual de apareamiento…
Repito, un intento…
A medida que se aproximaba la noche cerrada… el tiempo comenzó a cambiar… En cuestión de una hora… había saltado de poniente a levante fuerte… y las olas llegaban hasta los muros que protegían las villas que estaban a pie de playa… Uyyyy… esa zona fantástica… para que la manada llevara a efecto algo que no se puede planear… pero que ellos y ellas esperaban fervientemente… no estaba "disponible"...
Me acosté con tormenta por dentro y tormenta por fuera… La noche se tornó desapacible… tronaba… llovía… el fuerte viento movía y hacía sonar los toldos de mi casa y el de las demás… No sé qué hora sería…pero en algún momento tuve que dormirme… Qué temporal!!!!!!!!
Continuará…
Tiene que molar vivir donde tú 
