Fernando Alonso, tras ganar el Gran Premio de Suzuka, tiene el segundo título mundial a su alcance. De la carrera más difícil, la de Japón, la que parecía destinada a anunciar el éxtasis de Schumacher en su retirada, sale con un triunfo que parece definitivo. Le bastará ser octavo en el último Gran Premio de Sao Paolo, el próximo día 22. El alemán tuvo que retirarse, cuando era líder, por la rotura de su motor. Hasta entonces Schumacher y Alonso habían librado un duelo que reconocía la hegemonía de ambos en el Campeonato.
Fernando Alonso no dio tregua en la salida, pero su botín resultó escaso: sólo adelantó a Trulli. Massa mantuvo la primera posición, pero fue un espejismo: en la segunda vuelta cedía ante Schumacher, decidido a abrir hueco con Alonso.
El español forzaba las trazadas, mientras su compañero de Ferrari y su hermano Ralf, con Toyota, taponaban los deseos de Alonso. En la vuelta 12 logró su primer objetivo, colocarse inmediatamente detrás de Massa. Era el momento de apretar el acelerador y conseguir la segunda posición tras el primer repostaje.
La carrera se convertía definitivamente en un mano a mano. Schumacher, líder; Alonso, segundo. Y poco más de cinco segundos de ventaja, que el español recortaba en unos momentos y el alemán ampliaba en otros, Cuestión de milésimas. Pero todo cambió en la vuelta 36. El Ferrari de Schumacher dejó una estela de humo que anunciaba la rotura del motor y su retirada inmediata. Alonso le dejó sobre la hierba y afrontó las vueltas más tranquilas y felices del campeonato.
Para los k no lo vieron, la repiten a las 12.50 en Tele 5. Y a las 11 en TV3. Salu2.
